Capítulo 7

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Nerea del Mar de Solwen, ese es el nombre de Kraken,

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Nerea del Mar de Solwen, ese es el nombre de Kraken,

una bella mujer que te encandila con la mirada,

pero antes de acercarte, debes pasar por su tripulación.

-El tabernero del bar de Mirkle a Antón


Primero nos detenemos en una confitería donde Kaira pide muchos postres pequeños que comemos entre las dos, es fácil considerando nuestra fascinación por ellos y prometemos que no le contaremos a Adam de esta pequeña merienda.

-Vamos primero por algo de ropa, tal vez un vestido o un traje- dice Kaira llevándose un poco de pastel a la boca y la veo con atención.

Tiene los ojos un poco rojos y las mejillas sonrojadas, ha llorado y bastante, no mucho hoy, pero si otros días.

-¿Por qué lloraste?- pregunto y me ve,

-No lloro, solo las tontas lloran Nerea- me responde.

Terminamos y pagamos antes de irnos por la zona comercial en busca de una tienda de ropa que sea del agrado de Kaira. Finalmente se detiene después de trece calles.

-Mira qué bonito- me dice señalando la vitrina.

Detrás del vidrio descansan varios relojes, pero se enseguida cual es el que llama le atención de Kaira, uno que es complejo de engranajes expuestos, pero aun así marca la hora, es complicado leerlo, pero es hermoso.

-Benjamín debió pasarla mal estos días, se fue sin ninguna de sus herramientas, dejo hasta sus zapatos- dice y adivino porque estuvo llorando.

Termina por entrar a la tienda y comprar el reloj, pide que lo envuelvan en una caja de regalo y lo llevamos. Caminamos otra docena de calles hasta que me jala al interior de una tienda.

-¡Buenos días!- saluda con alegría.

Todas las mujeres dentro nos voltean a ver y algunas le tapan lo ojos a sus hijas pequeñas. Dos piratas, una desaliñada y la otra presentable, pero la cantidad de trenzas denotaban nuestra experiencia en el mar.

-Buenos días, pero me temo que no atendemos piratas- nos informa una señorita y veo a Kaira fruncir el ceño.

La tomo del brazo para hacerla retroceder y entonces señala a la mujer con rabia.

-¿Por qué? y no me salga con que porque somos barbarás, porque no lo somos, solo venimos a comprar vestidos como todos aquí- reclama Kaira,

-Ya vámonos Kaira- le susurro,

-No, el problema no es que no atiendan piratas, porque veo a tres aquí, no quieres atender al Media noche- acusa Kaira.

Recorro el establecimiento con la mirada y confirmo lo que dice Kaira, hay tres piratas más comprando vestidos, pero somos las que no podemos entrar. Las miro y ubico su tripulación.

El susurro del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora