-Capítulo IV-

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Estaba caminando por el pasillo del colegio con Tatiana, mi prima menor, ella está en primer año de secundaria, curiosamente es compañera de la misma chica con la que Ethan suele verse a "escondidas".

-Valery me dijo que Ethan le dice que ella es su gatita, y que seguro en su cédula dice que ella es el amor de la vida de él- Tatiana me comenta esto y pone una mueca de asco, Valery es la chica de primer año.

-Es tan ridículo, le lleva tres años de diferencia, él no puede estar solo con una perso...-miro hacia un lado y miro a Ethan besándose con la chica, al final del último pasillo, casi que detrás de un árbol que se encontraba en la zona verde que hay entre los pasillos.

-Míralo, no tiene vergüenza alguna- Tatiana lo señala y hace un puchero de desagrado, toma mi mano y comienza a arrastrarme lejos de ahí.

Ya no siento nada por Ethan, pero en cierto grado, se vuelve incómodo ver como se besan, después de que me dijo que yo le gustaba y llamarme "amor". Logran sacarme un poco de mis casillas y que mi pecho se estruje, luego de cuatro años repetidos donde siempre hace lo mismo, me dice que le gusto, pero a la semana está con otra chica.

-Jos, vamos, te iré a dejar en la salida, no quiero que pienses en ello, ¿sí?- sigue jalando mi mano y yo solo atino a mirarla y sonreírle.

(..)

Iba caminando hacia el Edificio Central, cuando me encontré a Celia y a Valentina, son otras dos chicas que están en mi clase, son mejores amigas y siempre las encuentro juntas.

-Hola, Joselyne, ¿vas directo al Edificio
Central?- Valentina toma mi brazo izquierdo y Celia se une, tomándome del brazo derecho.

-Hola, chicas, sí, para allá voy- intento fingir una sonrisa, pero es imposible y ellas lo notan en seguida, ya que se vuelven a ver y luego me vuelven a ver a mí.

-A ver, déjame adivinar- Celia pone una mano en su rostro a modo de "intriga"- fue el imbécil de Ethan, ¿verdad?- ambas chicas odian a muerte a Ethan, lo conocen debido a que Ethan es compañero de Rainer, un chico con el que Celia conversa a menudo.

-No le puedo ocultar nada a una bruja, ¿verdad?-Celia me vuelve a ver y me niega la cabeza con una sonrisa, a ella le gusta mucho la brujería- Pues sí, tienes razón, ha sido el imbécil de Ethan, otra vez...

-¿Quieres que le haga un hechizo?, tú dímelo y yo le mando un muerto, no me molestaría.

-Es cierto, deberías dejar que Celia le mande un muerto, tal vez así se componga- Valentina le sigue el juego.

- Creo que sería lo ideal, y que le jalen los pies en la noche- miro a las chicas con una sonrisa, pero mis ojos se cristalizan un poco.

-Ah no, no, no llores, ese chico no lo merece- Valentina me toma con más fuerza del brazo y me niega con la cabeza.

-Tienes razón, intentaré no hacerlo.

Ya nos encontrábamos enfrente de la entrada del Edificio Central, la cuál son un montón de gradas, se vuelve cansino luego de la tercera, las tres nos dirigimos a la parte izquierda del edificio en donde se encontraban otras gradas, que llevaban directo al sótano, ahí se encuentra nuestra clase de Química, las chicas se quedan hablando con Lisa, y yo me dirijo a la puerta de la clase, la cuál sigue cerrada, ya que la profesora Nelly al parecer, no ha llegado.

-Hola, Joselyne - escucho una voz a mis espaldas y me doy la vuelta.

-Hola, Matthew- miro directamente a su rostro y mis ojos se cristalizan, noto como él se alarma y yo solo atino a rodear su cintura en un abrazo, él es mucho más alto que yo, así que mi rostro queda en su pecho.

-Hey, Jos, ¿Qué pasa?- él pasa sus brazos por mis hombros, aprendandome con más fuerza contra él, a lo que yo respondo con un sollozo más fuerte y niego con mi cabeza.

-¿Joselyne?, ¿Qué sucedió?, ven aquí- escucho la voz de Alan, alzó la mirada hacia Matthew y luego hacia Alan, junto a él estaba Erika, una chica rubia de ojos verdes, que conozco desde primer año de secundaria, estaba con Alan y conmigo.

Erika me toma del codo, así que me separo de Matthew que me observa todavía con preocupación en sus ojos, su cabello rubio, rizado y revuelto cae sobre su frente, pero se detiene al chocar con sus anteojos.

-Jos, ¿fue Ethan de nuevo?- ella desde primer año de secundaria, le tiene cierto desagrado a Ethan, diría que la mayoría de personas le tienen desagrado, su manera de ser...es muy cuestionable.

-Yo ammm, sí, se metió con una chica de primer año aún después de decirme que yo le gustaba, como siempre- miro hacia el suelo mientras siento como Erika me abraza, pero casi que al instante Alan toma mi brazo derecho y hace que gire hacia él.

-Jos, te he dicho mil veces que ese hombre no te conviene, es un estúpido que solo quiere follar, ¿has visto como se comporta?, siempre se va con otras chicas al ver que tú no le darás lo que él quiere, luego vuelve a ti para seguir intentándolo, tienes que dejar de hablarle- Alan me mira directamente a los ojos con desesperación, y no le culpo, tiene 4 años de estar viéndome en la misma situación con la misma persona, así que lo abrazo, recuesto mi cabeza en su hombro.

-Vales demasiado para estar con un hombre tan estúpido como él, bueno, tiene 15 años, es un niño todavía y aunque tú nada más le lleves un año en edad, mentalmente se llevan 10- Erika me mira mientras dice eso, y yo suelto una pequeña carcajada, me dio risa porque tenía razón.

Me separo lentamente de Alan, y me recuesto en la pared que tenía al frente, ellos tienen toda la razón de estar molestos con él, y sobre todo, conmigo, me han pedido que me aleje de él durante todo este tiempo y yo simplemente por querer sentir algo de emoción en la vida, nunca les hice caso.

-Lo sé, de verdad que lo sé y lo siento mucho, chicos, les prometo que nunca más volveré a intentar algo con Ethan y que no le hablaré en un buen rato, él dejó de interesarme hace mucho tiempo, solo me frustra ver como cree que puede jugar conmigo.

-Espero eso sea verdad, porque sino a la próxima vez tendrá problemas y serán conmigo- Alan me mira completamente serio, dándome a entender que decía la verdad.

-Lo será, no te preocupes- le dirijo una pequeña sonrisa a los dos, cuando miro que la profesora Nelly, una de las mejores profesoras que tiene este colegio, se para justo a la par de nosotros.

-Hola, pequeños, lamento el retraso, estaba haciendo fila para ir al baño, pero estaba muy lleno de gente- nos mira con una sonrisa y nos extiende su mano en un puño para que lo choquemos.

- No se preocupe, profe Nelly- le dije devolviendole la sonrisa y chocando su puño, para  luego ingresar al aula, directo a mi asiento preferido, el último asiento de la última fila.

Rumores de un Corazón Desgarrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora