-Capítulo IX-

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Escucho sonar mi alarma a lo largo, me levanto adormilada a apagarla, cuando miro la hora en mi celular me doy cuenta que son las 6:00 a.m, abro los ojos asombrada, ya es muy tarde, corro hacia el baño y me baño lo más rápido posible, salgo a mudarme y a medio alistarme, me lavo los dientes y cuando estoy a punto de salir de casa, escucho pasos detrás mío.

-¡Joselyne!- es mi madre y suena molesta- no te puedes ir sin desayunar.

-Mamá, ya es tarde, si me quedo a desayunar se irá el bus- digo de manera desesperada.

-Espera- dice mi madre mientras se da vuelta hacia la cocina, yo la sigo y miro como llena de café una botella y toma una cápsula de repostería, y todo lo echa en una bolsa-Ten, esto es para que desayunes apenas puedas, guárdalo en la lonchera.

-Gracias, mamá, te amo- digo antes de tomar la bolsa y finalmente salir de casa, si me deja el bus de las 6:30 a.m, estoy jodida.

(..)

Estoy afuera del salón de química, esperando a la profesora Nelly, llegué a las 7:05 a.m, pero me topé con la puerta cerrada, ya eran las 7:25 y no ha llegado. Miró hacia mi derecha, Erika se acerca con el celular en mano y una expresión de fastidio en la cara.

-Adivina- dice llegando a mi lado.

-¿Ahora qué sucedió? ¿Por qué traes esa cara?- le digo mirándola con curiosidad.

-Resulta que la profesora Nelly no va a venir, está muy enferma, estábamos preguntando en dirección si iba a venir y nos dijeron que está incapacitada durante una semana- dice y logro entender el porqué su expresión.

-Ni siquiera pude desayunar pensando que llegaría muy tarde, y la que no vino al final, fue ella- digo poniendo un mohín.

-Siempre pasa, ella siempre está enferma- dice Erika- Iré arriba con los chicos, lo más seguro es que ahorita bajemos para la lección de Biología, ¿vienes?- miro como toma su bulto que anteriormente había puesto sobre el suelo y se lo coloca solo sobre el hombro derecho.

-No, primero iré a la fotocopiadora a imprimir algo que necesito y ya luego bajo, adelantense ustedes- le digo también tomando mi bulto, para levantarme del suelo.

-Está bien, te guardaré campo- dice Erika finalmente yendo hacia las gradas, yo voy a la fotocopiadora a imprimir unas hojas de biología que me hacían falta para la lección de hoy y cuando salgo de la fotocopiadora, miro a Ethan, el cuál me sonríe y se acerca a mí.

-Hola, Jos- dice tranquilamente- ya sé que no quieres verme cerca, ya pasó un mes desde que nos enojamos, ahorita estoy en libre, y me di cuenta que tu grupo también, quédate conmigo mientras termino de hacer mi tarea- dice juntando sus manos y poniendo cara de perro abandonado, aunque bueno, creo que esa ya la tenía antes.

-Okey, lo haré, pero hasta que yo terminé de desayunar, tengo clases en Pabellones y tengo que irme pronto- le digo empezando a caminar hacia la salida, el Central tiene tres entradas, la principal, que es la de las gradas gigantes, a la derecha de ellas hay una pequeña puerta que va a dar directamente al sótano, y al lado izquierdo del colegio, hay una entrada igual de grande que la de las gradas, solo que hay una rampa para personas con discapacidad, y muy pocas gradas, así que para más facilidad, salimos por la pequeña puerta del sótano. Al colegio lo rodea una zona verde en la cual hay mesitas para sentarse y arboles, y lo que separa la zona verde de la cera y la calle, son unas verjas, las cuales tienen tres portones, el de la entrada de la izquierda, el de la entrada principal, y hay uno en el lado derecho.

Nos dirigimos hacia una de las banquitas, a las cuales les decimos poyos, son unas bancas de piedra y cemento y en el medio de ellas, hay una pequeña mesa, igual, de piedra y cemento. Cuando llegamos al poyo, tomo asiento, pongo mi bulto en suelo y me agacho para sacar la bolsa con el café y la repostería.

-Joselyne- dice Ethan, pero lo dice de manera muy seria, así que me enderezo y lo volteó a ver.

-Dime, ¿sucede algo?- le digo mientras abro la cápsula.

-He ido al doctor, tú sabes que siempre paso enfermando- Ethan me ha contado que padece de una enfermedad y por ello siempre tiene que ir al doctor, nunca lo he visto enfermo, así que eso solo lo sabe él- me han dicho que es posible que desarrolle un cáncer, por la misma enfermedad que padezco- dice y mira hacia la calle, yo lo volteó a ver un poco asombrada y con mucha atención, no sabía realmente qué decir.

-Esperemos que no sea así, y que te encuentres bien, eres un patán, pero nunca te he deseado el mal, así que espero que eso no sea como dices y te encuentres bien- digo poniendo mi mano en su hombro y poniendo una mueca.

-Pero no quiero que nos pongamos tristes por ello, mejor cuéntame, que ha sido de tu vida- dice mientras saca su cuaderno para hacer la "tarea", solo se puso a garabatear.

- Nada nuevo, ya sabes, estudiar porque ya se acercan los exámenes y hacer tareas.

- ¿Y no hay alguien nuevo por ahí?- ya sabía yo que a eso era a lo que él pretendía llegar, Ethan siendo Ethan.

-Mmm puede ser- digo con son de molestarlo, soy consciente de que él me ha visto en muchas ocasiones con Matthew.

-¿De casualidad es aquel chico de allá?- dice mirando al frente mientras me señala la cera, iban caminando el cuarteto de chiflados.

-¿A cuál de ellos te refieres?- pregunto haciéndome la tonta.

-Ya sabes, al chico rubio, al de suéter celeste- dice, y me vuelve a ver con una ceja levantada.

-Aaah puede ser que sí sea él- le digo con una pequeña sonrisa- ese chico será mío- le digo imitando a Jessel, es divertido ver la expresión de Ethan.

-Ni siquiera es tu tipo, míralo, es rubio, de ojos azules, nunca te han gustado así- dice con expresión indignada, Ethan tiene el cabello negro y sus ojos son marrones, tirando a negro.

-De niña siempre me gustó Ken, y también me gustaba Peter Pan en la película del LiveAction, ¿Por qué razón no me gustaría Matthew?, perfectamente podría empezar a ser mi tipo- le digo mirándolo mientras recojo mis cosas, ya se acerca la hora de la siguiente lección.

-Pues, porque no es tu tipo- vuelve a repetir lo que había dicho anteriormente.

-Y según tú, ¿Cuál es mi tipo?- le digo mientras me levanto el poyo y me agacho para recoger mi bulto.

-Pues yo, yo soy tu tipo- dice levantándose él también.

-Ethan, tú ya pasaste de moda, dejaste de gustarme hace tiempo, así que no empieces con eso, como te dije antes, ese chico rubio y de ojos azules, será mío- le digo con una sonrisa arrogante dándome vuelta para irme.

Rumores de un Corazón Desgarrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora