-Jess, ¿crees que he sido muy maldita con lo último que le dije? - Jessel y yo estábamos en unas bancas en el pasillo principal, me puse a pensar y no se si he sido muy dura con ella, al final es una niña de doce años.
-Nah, se lo merece, ella sabia de lo que ¨había¨ entre ustedes dos y fue a pedir su número.
-Bueno, ya no importa, para mí es mejor, fue una excusa para quitármelos de encima a los dos, no suman ni restan en mi vida, ahora voy a conocer a alguien mejor- digo tomando mi bulto, ya es hora de subir al Central, tengo clases de Gestión Empresarial.
-Uy, eso suena como si tuvieras a alguien en mente- dice dándome una mirada picara e inevitablemente la imagen de Matthew pasó por mi mente, poniéndome un poco nerviosa y no entiendo el porqué.
-No, no tengo a nadie en mente, solo digo que tal vez una persona pueda aparecer por ahí, uno nunca sabe- digo y comienzo a alejarme, solo puedo escuchar su risa de fondo.
(..)
-La verdad, me estoy muriendo del calor- dice Matthew para luego quitarse su suéter celeste, el cual pone sobre mi pupitre, que estaba justo a la par, los pupitres en Gestión son dobles y él se ha sentado a la par mía. El olor de su colonia inunda mis fosas nasales y no puedo evitar cerras mis ojos, y respirar con más fuerza.
-Pues, yo tengo un poco de frío, ¿te molesta si la uso? – pregunto con un poco de vergüenza, la verdad no tenía frio, solo era una excusa.
-No hay problema, úsala- dice sonriéndome y nuevamente puedo mirar sus dientes perfectos junto a su camanance, me pone un poco nerviosa, pero aun así tomo el suéter y me lo coloco, luego miro hacia la puerta, logro divisar a Celia y Valentina, las cuales me hacen una señal de que salga y yo les indico con la mano que me esperaran.
-Ya vuelvo- le susurro a Matthew y a Nicolette, la cual estaba detrás de nosotros y me levanto de mi asiento para dirigirme al profesor Edgar para pedirle que por favor me deje salir al baño.
-Claro, vaya- me dice el profe Edgar, era completamente pelón, pero tenía mucha barba, le decíamos "Don Cheeto" porque solo pasaba comiendo.
Salgo del salón encaminandome al baño, ahí estaban Valentina y Celia esperándome. Cuando llego las abrazo a las dos y nos reímos por la pequeña mentira a Don Cheeto.
-Rainer me contó que te escucho mandar directito a la verga a Ethan, dice que estuvo muy divertido- Celia dice eso poniendo una sonrisa traviesa.
-La verdad es que sí, ya se lo merecía- le digo mientras camino hacia el espejo que se encontraba en el baño, justo encima de los lavamanos.
-Jos, ese suéter...¿de casualidad es el de Matthew?- pregunta Valentina con un tono juguetón en la voz.
-Ammm sí, se la ha quitado porque tiene calor y yo tengo "frío"- digo haciendo comillas con mis manos- así que se la he pedido prestada y me ha dicho que sí- digo mirando hacia el suéter, dándome cuenta que me queda por las rodillas, Matthew realmente es alto en comparación conmigo.
-Ahora me dirás que te gusta Matthew, el chico tranquilo y que todavía tiene carita de bebé- dice Celia mientras las tres salimos del baño encaminandonos al aula de Gestión, pero en eso, los chicos salieron a tomar el receso de veinte minutos, entonces pude ver como Matthew venía para acá.
-Mmm, ahora me termino enamorando de él- digo moviendo mi mano hacia un lado en señal de "nah"- eso es imposible.
-Nunca digas nunca, amiga- dicen para ingresar al salón de Turismo, hay dos grupos de Turismo, ellas estan en el salón que se encuentra justo al lado del de Gestión, el receso de ellas ya acabó.
-¿De qué hablaban?- pregunta Matthew con curiosidad cuando llega a mi lado y se recuesta en la pared- Se veían muy animadas, y tú parecías divertirte en el "baño"- dice haciendo comillas con las manos.
-Mmmm, de nada importante- le digo poniendo mis dos manos en su pecho y mirando hacia arriba, él me mira y sonríe.
-Realmente te queda enorme ese suéter- dice mirándome fijamente.
-Pues, ¿qué te puedo decir? Mírate al lado mío, si te pones completamente recto y alzas la mirada, no logro verte a la cara- digo intentando medir la diferencia de altura con las manos, mientras caminamos al sótano, ahí se encontraba el otro salón de Turismo, donde están los otros chicos.
-Pues en eso tienes razón, eres un Minion- dice soltando una risa, nunca le había escuchado reír con tanta atención, él tiene una voz suave, pero al mismo tiempo sigue siendo masculina, sonrió inevitablemente yo también.
-Hey, chicos, vengan, tomemos una foto- escucho a Lisa, la cuál estaba justo al final de las gradas.
-Hey, faltamos nosotros- dice Matthew y nos acercamos hacia ellos, yo estaba haciendo señas con las manos y así salí en la foto.
-Este será un recuerdo para siempre, chicos- dice Lisa mirando la foto.
-Haré un grupo, para que nos pases la foto-dice Erika tomando su celular para crear el grupo.
-Ponle "Reino Zanahoria"- dice Daniel, parece que Daniel y Erika tienen un poco de química, a veces los veo conversando o tomándose de la mano.
-Ahora somos el Reino Zanahoria- dice Erika mostrando que ya había creado el grupo.
(..)
Hoy ha sido un día bastante largo, he decidido bajar a mi casa caminando, junto con Alan y Dereck, los cuales venían delante de mí hablando de cosas "filosóficas", según ellos.
-Si te pongo un mensaje que dice "ayuda", fue porque me raptaron unos árabes por robar chococrispis- escucho que dice Alan, así que lo vuelvo a ver con cara de poker y me doy cuenta que está haciendo señales extrañas con las manos.
-Y si yo te pongo "ayuda" fue porque a mí me raptaron unos enanos albinos para consumir droga- le responde Dereck.
-Pero, a ver, si es así, que también me rapten a mí, por favor- dice Alan y yo solo me río. Ya habíamos llegado a la esquina que divide nuestros caminos.
-Bueno, los veré mañana, chicos- digo mientras me acerco para darle un beso en la mejilla a cada uno y encaminarme hacia mi casa, a veces esos chistes sin sentido entre ellos, me logran dar un poco de felicidad, cuando se juntan los cuatro, no hay quien los pare, porque no son tres chiflados, son cuatro.
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Rumores de un Corazón Desgarrado
RomanceJoselyne, una estudiante de secundaria, que tiene una vida aburrida hasta que él empieza a ser parte de su vida, Matthew, el cuál pondrá su mundo de cabeza en unos cuántos meses, algo muy cliché, pero con ello logran vivir muchas aventuras, experien...