-Capítulo XIII-

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Hoy es mi último examen, biología, estuve estudiando mucho para español y para sociales, entonces para biología casi no tuve tiempo, pero aún así, me da mucho miedo sacar una mala nota. Ingreso al examen completamente nerviosa, miro la primera página y me doy cuenta que es más que todo una compresión de lectura, entonces logro relajarme un poco y realizarlo. Salgo y me doy cuenta que soy la primera persona en terminar el examen, así que tomo asiento en la banca a la izquierda del salón donde realice la prueba.

Hoy es viernes, la siguiente semana será Semana Santa, entonces podría considerarlo unas "pequeñas vacaciones", por la misma razón de que hoy es el último día de clases antes de Semana Santa, los profesores están haciendo arreglos para el Acto Cívico que darán para conmemorarlo.

Pasan unos cuantos minutos y miro como poco a poco mis amigos comienzan a salir del examen, algunos tenían una expresión de miedo y otros salieron sonriendo. Miro a Matthew salir y me levanto de la banca para ir hacia donde él se encuentra.

-Holi Matty, ¿cómo estás?- le pregunto dándole un abrazo que no tarda en ser correspondido.

-Hola, Jos, bien gracias, y ¿tú?- me dice dándome una pequeña sonrisa, aún no lo había soltado del abrazo y él a mí tampoco.

-Aquí vamos, la verdad tengo miedo de que haya pasado en el examen, pero espero no me vaya tan mal, no me dio tiempo de estudiar- digo con un pequeño puchero, y él ensancha más su sonrisa.

-Pues, la verdad yo tampoco estudié, y sabes que para lo que es letras, no sirvo mucho- me dice poniendo también un puchero, lo que me parece aún más tierno. Estas muestras de afecto entre nosotros se habían vuelto más comunes de lo normal, a veces lo abrazaba solo porque sí y él a mí también, hablamos mucho cuando estamos aquí en el colegio y también por mensaje.

- Igual eres muy inteligente, ya verás que te irá bien-le digo antes de separarme de él para ir a sentarme nuevamente a la banca, y él se sienta junto a mí, tenemos que quedarnos aquí para presenciar el Acto Cívico.

(..)

Hoy me encontraba muy apurada, eran la 1:30 p.m y yo no me había bañado todavía, hoy tuve que limpiar la casa y ayudar a mi familia en diferentes cosas. Mamá quiere hacer un cuarto nuevo, tomará la mitad del patio y ahí construirá, en este momento se encuentran poniendo el techo en esa parte.

Hoy van a venir tres de los cuatro chiflados, son Alan, Matthew y Dereck, yo les dije que vinieran a las 2 p.m, pero los conozco y sé que son muy puntuales cuando quieren, para todo menos para clases. Estaba terminando de arreglar unas cosas en mi cuarto y de pronto habían pasado otros 15 minutos, así que salgo corriendo al baño, cuando ya estaba apunto de salir de la ducha, escucho que llaman a mi nombre afuera de casa...ya habían llegado.

-¡Voy!- escucho a mi hermano mayor gritar desde el patio, salgo apresurada de la ducha empezando a secarme, para poder vestirme aquí mismo.

-Hola, Joselyne se encuentra en la ducha, pero si gustan pueden pasar a su habitación- escucho decir a Charly, mi hermano.

-Hola, buenas tardes, está bien, gracias- escucho que responden los tres al unísono seguido de unos cuantos pasos y la puerta, que seguramente sea de mi habitación, ser abierta. Termino de ponerme la ropa, para seguido sentarme en la taza del sanitario y colocarme las medias, me levanto y me seco un poco el cabello, me iban a ver sin una gota de maquillaje y mis ojeras parecen de mapache, así que me trago la vergüenza y salgo del baño.

-Hola, chicos- digo abriendo la puerta de mi habitación, los tres me vuelven a ver de manera inmediata, volteo a ver sus manos y entre ellas tienen a un ratoncito blanco de peluche que siempre estaba en mi cama.

-Hola, Jos, mira, ahora se va a llamar Pedro- dice Dereck, Matthew toma de la mano derecha de "Pedro" y Alan la izquierda, y empiezan a simular que el pobre ratón, baila.

-No creo que a "Pedro" le haga mucha gracia ver como ustedes juegan con su dignidad, digo pasando a su lado y colocando las cosas que he usado en la ducha, en mi cómoda.

-¿Qué dices? Pedro es nuestro amigo, a él le gusta mucho esto- dice Alan, volteo a verlos nuevamente y miro como se están tomando fotos con "Pedro". Hace unos minutos mi cama estaba perfectamente acomodada, ahora el colchón está medio salido, las cobijas desordenadas y mis peluches se encuentran en cualquier lado del cuarto, menos en la cama.

-De verdad que ustedes son un desastre- les digo volviendo a ver nuevamente hacia mi cómoda, estaba cepillandome el cabello al mismo tiempo que iba recogiendo lo que ya no estaba necesitando.

-¡¡¡Oh, tienes juguetes aquí!!!- escucho que dicen los chicos, yo solo me río al escucharlos. Justo sobre la cama, en la pared tengo colocada una especie de repisa, sobre ella se encuentra mi lámpara de noche, que la uso generalmente todo el tiempo menos en la noche, la luz directa de la bombilla del cuarto me parece muy fuerte y logra alterar mi migraña, entonces la luz de la lámpara es más reconfortan, y a la par de ella, se encuentran distintos juguetes, como autos pequeños, una que otra figura de acción de mis animes favoritos, hay un muñeco de Spiderman, el cual pude notar que llamó la atención de Matthew, etc.

-Mira, también tienes una cantidad impresionante de póster, eh, eres una otaku- dice Alan, yo coloco mi cepillo sobre la cómoda y me giro a verlo, con cara de "es mejor que corras antes de que quedes sin manzana en tu garganta".

-Que me guste el anime, no significa tengas que usar esos apodos despectivos en mi contra- le digo de manera seria, él se me queda viendo vergüenza en su rostro, y yo suelto una carcajada porqué al parecer se ha creído realmente que me ha enojado su comentario. Sé que la palabra otaku es utilizada para hablar despectivamente de las personas amantes del anime, pero en lo personal, a mí no me molesta, soy fan del anime, pero no me tomo muy en serio ese tipo de comentarios, y yo sé que Alan no lo ha hecho con mala intención.

Él escucha mi carcajada y cambia su expresión, seguido de ello, los cuatro nos empezamos a reír; Dereck, Matthew y yo de la cara de Alan, y Alan, de los nervios que le han dado cuando me gire a verlo de esa manera. En lo que me estoy riendo, vuelvo a mirar a la repisa de mis juguetes, y me doy cuenta que ahora son un desastre, siempre he sido muy quisquillosa respecto al orden de estos, entonces mi risa se detiene y los miro a todos se manera seria, y esta vez, es completamente real.

Todos se quedan serios, mirándome, inmediatamente han entendido el porqué de mi seriedad y fingen devolver los juguetes en sus manos, a su lugar, mientras que lo acomodan de manera "disimulada" así que relajo mi expresión y nuevamente los miro con una pequeña sonrisa, creo que ya es hora de tomar pastillas para la demencia, mi humor cambia de uno a otro, en menos de un segundo.

Rumores de un Corazón Desgarrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora