-Capítulo XIX-

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Me levanto con una pesadez abrumadora. Anoche me quedé estudiando hasta tarde, ya que la próxima semana son los segundos exámenes, así que no tuve más opción que trasnochar. Me dirijo a la ducha, con la esperanza de que el agua fría logre despejarme, aunque solo lo consigue a medias.

Empiezo a alistarme. Apenas son las 5:45 a.m., por lo que aún tengo tiempo para arreglarme y desayunar. Sin embargo, el momento del desayuno puede ser complicado. Hay días en que el hambre es tan intensa que podría comerme una vaca, y otros en que el simple olor de la comida me provoca náuseas. Por ello, me ha resultado difícil aumentar de peso y mantener una figura que ya considero demasiado delgada.

Salgo de casa y me dirijo a la parada del autobús, vestida con una sudadera gris. Las mañanas son frías, y no tengo ganas de congelarme, para ser sincera. Cuando finalmente subo al autobús, me doy cuenta de que mi prima Tatiana está a bordo.

-Hola, Jos, ¿cómo estás? -me saluda con un beso en la mejilla después de que me siento junto a ella.

- ¡Hola, guapa! Estoy bien, ¿y tú? -le respondo. A pesar de sus 13 años, Tatiana muestra una madurez que parece adelantarse a su edad, así como una figura que ella siempre se queja de tener. Ella lamenta sus muslos gruesos, pero la verdad es que muchos envidiarían su cuerpo.

-Estoy bien, aunque no entiendo un tema de matemáticas y no sé qué haré en el examen de la próxima semana -me dice, frunciendo el ceño- Y para colmo, hoy tengo una exposición -añade, mostrando el cartel que lleva en las manos.

-Sé que lo harás bien; eres muy inteligente, no hay duda de eso -le digo con una sonrisa. Ella me mira, levanta ambos pulgares y me guiña un ojo.

- ¿Sigues en contacto con Ethan? -pregunta, pronunciando su nombre con desdén.

-No, hace mucho que no hablo con él. La última vez, Jessel me confió que estaba saliendo con una chica llamada Sofía- le respondo.

-Valery comentó que Ethan sigue enviándole mensajes- dice, poniendo los ojos en blanco.

-La verdad, no sería nada nuevo- le contesto. Finalmente llegamos a la parada. Ambas nos bajamos y nos dirigimos a la entrada del Central.

-¿Te quedarás un rato o vas a bajar de una vez? -le pregunto, ya que ella tiene clases en el colegio de abajo. Apenas son las 6:30 a.m. y el autobús ha llegado sorprendentemente rápido.

-Sí, todavía no quiero bajar -me dice, acompañándome hacia la pequeña entrada junto a las gradas.

-Vamos a saludar a Jessel- le sugiero.

-¿Ella ya tiene novio? -me pregunta curiosa.

-La verdad, no sé, estos días no he hablado mucho con ella -le digo, encogiéndome de hombros.

-Me ha parecido verla con un chico de último año -dice, mirándome fijamente.

Todo se remonta a finales del año pasado. Ellas dos se conocieron el día de mi cumpleaños. Tatiana llevaba un corte de cabello que evocaba a un personaje de anime que a Jessel y a mí nos encantaba. Al día siguiente de mi cumpleaños, fue el de Jessel. Tatiana y yo fuimos a su casa para celebrarlo.

A Jessel no le gustaban las chicas, o eso pensaba, hasta que Tatiana empezó a molestarla, logrando ponerla nerviosa con caricias en los muslos o la cintura. Las cosas llegaron al punto en que ellas dos se daban pequeños besos. Tatiana seguía con ese juego, pero al parecer Jessel se ha enamorado del chico de último año.

-Mmmm, entiendo -dice en un tono bajo. Ambas llegamos al salón donde yo recibía química. Jessel estaba allí, mirando su teléfono.

-Hola, Jess -le digo, parándome justo frente a ella.

Rumores de un Corazón Desgarrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora