Ella ya no es una princesa de las que se sientan a esperar a que llegue el príncipe para vencer al dragón que aguarda en lo más bajo del castillo, ella se ha convertido en la reina de su propia vida, de las que anda con una risa de armadura para pelear con esos miedos que fingen ser los dragones hambrientos.
Ella ya no es una mujer de las que se asustan con los truenos, ella ahora es la puta tormenta en cada mente.
Ella no llora, ella libera todo aquello que ya no le sirve para nada.
Y ella no solo baila, sino que arrasa con cada melodía cuando decide que ha llegado la hora de mover su cuerpo.
Ella ya no es dulce, ella es fuego, apasionado, impetuoso... indomable.
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Corazones de Papel
RomanceAndrea ha descubierto de la peor forma posible que su novio ha estado engañándola con la capitana del equipo de porristas, al que, dicho sea, ella también pertenece, así que como venganza ha decidido enviarle un par de fotografías un tanto compromet...