Hija
Fue sólo el quinto día después del nacimiento de Pris cuando Clemens volvió a acercarse a ésta. Él no había tenido ningún contacto con su hija desde el día en que la conoció.
Este día Silje estaba cuidando a su hija en la cuna como de costumbre, cuando él llegó. Ella sólo se encontraba en compañía de Kaira y Aina.
Las chicas al otro lado de la cuna se pusieron rápidamente de pie al verlo entrar. La joven madre estaba a espaldas de la puerta, así que sólo se percató al voltear extrañada por la acción de las chicas. Le sorprendió su presencia ahí, nunca venía aquí, sin embargo, le extrañó aún más el objeto que traía en una de sus manos. Clemens no dijo nada, simplemente fue hacia la cuna y depositó en esta, junto a la cabeza de su hija, la muñeca de tela que traía.
El hombre no parecía muy interesado en su hija en estos días, así que les sorprendió demasiado a las tres chicas que él le había traído un regalo.
Desde arriba Clemens observó a Pris varios segundos, mientras la bebé miraba hacia arriba muy atenta, al parecer, hacia él.
Silje mantuvo la mirada en su hija, no quiso elevar la mirada hacia su esposo. Se sentía muy incómoda con su presencia, esta habitación era un lugar tranquilo y seguro para ella. Aunque esta ni siquiera era su propiedad, de alguna manera, se sentía invadida.
La chica sólo centró su atención en el Señor cuando este se acercó a sujetar a la bebé. Al parecer intentaba ser cuidadoso, y parecía costarle un poco levantarla, finalmente, al cabo de unos segundos de lucha, Aina se acercó ayudar a sujetar la cabeza de Pris, para que él pudiera sostenerla.
La niña comenzó a llorar, a lo que Clemens comenzó a mecerla con cuidado, consiguiendo calmarla rápidamente.
El ver al Señor cargar a la bebé hizo que Silje sintiera un extraño temor; un residuo de lo que sintió el día que Pris llegó y que éste se la había quitado de los brazos para presuntamente llevársela. Respiró profundamente y apretó las manos sobre la falda de su vestido, claramente la situación ya no era esa.
Él la sostuvo un largo rato junto a la cuna, sin decir nada, ni siquiera sonreír, sólo la miraba atentamente. Pris estaba bastante calmada. Cuando la bebé hizo un curioso sonido, una sonrisa se formó en sus labios. Cosa que hizo que tanto Silje como las otras dos jóvenes en intercambiaran extrañadas miradas.
La chica no sabía cómo interpretar esa sonrisa y esa mirada, pero Kaira y Aina no podían más que sentirse sorprendidas por la manera en la que Clemens miraba a su hija con tanta ternura y amor.
Kaira pensó que simplemente el Señor no había podido resistirse a la ternura de la bebé, mientras que Aina pensaba más bien que este hombre que había esperado por diez años a tener un hijo, verdaderamente se sentía feliz por finalmente ser padre, aunque no lo fuese todavía del hijo que tanto anhelaba.
En eso Aina no estaba tan equivocada. En verdad Clemens se sentía complacido por tener la certeza de que podría tener hijos, y esta bebé definitivamente no era lo que él esperaba, y aunque tal vez al principio no se lo había tomado muy bien, ya no estaba tan molesto con que este fuera el resultado. No podía negar lo hermosa que era su hija.
Sin embargo, aún tenía muy claro su objetivo, en esta ocasión podía permitirle a Silje conservar a una niña, pero no podía haber más. En su mente estaba seguro de que, si ya tenía una hija, lo justo era que los Dioses ahora le entregaran a un hijo.
Después de un largo rato sólo cargando a Pris, cuando sus brazos comenzaron a cansarse, decidió dejarla en su cuna. No dijo nada a nadie, ni siquiera volteó hacia su esposa, simplemente salió de la habitación.

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Silje
General FictionSilje es una esclava vagstiana que ha sido comprada por un noble con un solo propósito: Darle un hijo. Obra registrada ©. No está permitida la copia y/o adaptación total o parcial de esta historia.