Capítulo 11

706 66 6
                                    

Miserable

Silje aún estaba tan ensimismada en su sorpresa que no escuchó cuando el hombre ordenó a Ragna que la llevara de vuelta a su habitación, y dijo que por ahora seguiría permaneciendo ahí.

—Vamos —la llamó la mujer presionando su brazo para tirar un poco de ella y hacer que la siguiera.

Ambas salieron de la oficina, y regresaron a la habitación. Ninguna decía absolutamente nada mientras avanzaban. Silje aún estaba cuestionándose si es que eso realmente había pasado; si es que él había dicho eso. ¿Sería su esposa? ¿Cómo se supone que pasaría eso? ¿Era posible eso?

Ragna estaba también muy descolocada por lo que había pasado hace unos momentos, esperaba cualquier cosa menos algo así. ¿Realmente Clemens había decidido casarse con ella? Una esclava; una vagstiana, ¿pensaba hacerla pasar como pelsvaria? Jamás había escuchado algo así, pelsvarios contrayendo matrimonio con vagstianos, si alguna vez hubiese ocurrido, quien lo hubiera hecho, claramente, tendría que ocultar el verdadero origen de su pareja vagstiana.

Pensándolo bien, si había nobles teniendo hijos con mujeres vagstianas, esto era muy posible.

Cuando entraron a la habitación de la joven, Aina y Kaira inmediatamente se acercaron a ellas, ambas chicas estaban preocupadas y ansiosas por saber qué había ocurrido con el Señor Clemens. Ambas querían preguntarles directamente sobre lo que había decidido hacer con ella, pero sabían que sería una indiscreción demasiado grande, así que ninguna se atrevió a preguntarlo, sólo intercambiaban entre sí preocupadas y dudosas miradas, mientras Silje se apartaba de ellas para dirigirse a la cama y sentarse en el borde de ésta.

Observaron con suma preocupación a la chica, su mirada parecía estar pérdida, su expresión estaba atónita, parecía en shock, completamente perdida en sus pensamientos. Ambas volvieron a intercambiar miradas preocupadas al ver esto, por la expresión en el rostro de ambas, no podía ser nada ni en lo más mínimo positivo. Observaron a Ragna, ella también tenía una expresión atónita, pero se notaba más confundida y preocupada. Finalmente, Kaira no lo soportó más y lo preguntó:

—¡¿Qué ocurrió?!, ¡¿Qué les dijo?! —gritó.

—¡¿Qué es lo que harán con Anty?! —agregó Aina.

Ragna observó a ambas jóvenes que la miraban inquisitivamente. Entendía que se preocuparan por la joven, pero soltar una noticia así a ellas como si nada, no era una buena idea, por las órdenes de Clemens, todo se realizaría de manera silenciosa. El hombre había ordenado que la joven permaneciera en su habitación como hasta ahora, mientras que él podía preparar lo necesario para poder realizar un matrimonio de la manera más discreta posible. Después del mes de luto que debía esperar, contraerían matrimonio.

La mujer estaba por decir que no podían hablar de ello por ahora, cuando Silje la interrumpió:

—Me casaré con el Señor Clemens —expresó la joven, con una voz casi inaudible.

Ambas jóvenes dirigieron la mirada hacia la chica, la expresión de Silje no había cambiado nada. La miraron confundidas, creyendo que habían escuchado mal, así que regresaron su atención a Ragna en busca de una negación, la mujer sólo las miró con esa acongojada expresión, dando entender que las palabras de la joven eran correctas. Los ojos de las dos sirvientas se abrieron a más poder.

—Dijo que seré su esposa... —murmuró Silje.

—¿Eso... es... en serio? —inquirió Aina—. Anty es... ¿Él puede hacer eso?

—No puedo creerlo —añadió Kaira—. Además, la Señora Moa acaba de...

—Se supone que será después del luto —habló Ragna—. Mientras tanto, Anty se mantendrá en las condiciones en las que ha estado hasta ahora. Y este es un asunto sumamente delicado, así que esto no debe salir de aquí. Todo asunto respecto a ella se ha llevado con suma discreción y secreto, esto no será la excepción, al menos por ahora.

SiljeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora