Capítulo 19

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Amar

Pris mantenía los ojos muy abiertos y atentos a los listones que su madre sacudía frente a sus ojos, sobre su cuna.

—Pris —enunció suavemente Silje, bajando más los listones para que estos acariciaran rostro de su hija.

Una dulce sonrisa se formaba en el rostro de la bebé, hasta que los listones alcanzaron su nariz, y de pronto soltó un estornudo que hizo que el corazón de su madre se enterneciera, le pareció un sonido hermoso. Lamentablemente, a éste le siguió el llanto de la bebé.

La chica tomó a su hija de la cuna, y la acunó entre sus brazos, ésta se calmó rápidamente.

Había pasado un largo rato sólo con sus sirvientas en su habitación, Ragna había estado un tiempo con ellas después del desayuno. Estaban sentadas las tres cerca de la chimenea, mientras Kaira leía en voz alta para todas, Silje mantenía en sus brazos a Pris, estaba muy relajada sentada en su silla de siempre, y sin dejar de escuchar lo que la joven leía, mantenía la mirada siempre en el rostro de su hija, la bebé permanecía despierta, moviendo la mirada constantemente como si observara a su alrededor.

Después de un largo rato sin levantar la mirada la dirigió a Kaira, pero inmediatamente fue Aina quien llamó su atención. Estaba sentada casi a su lado, podía jurar que cuando Kaira había comenzado a leer, la chica estaba sentada junto a ésta. La sirvienta tenía la mirada fija en Pris, la miraba con una sonrisa la cuál repentinamente se ensanchó y sus ojos parecieron irradiar un repentino brillo. Al bajar la mirada a su bebé, notó que los ojos de esta estaban centrados en la joven que sonreía a su lado.

—Aina —la llamó Silje, regresando su mirada hacia ella, y haciendo que la chica regresara a la realidad.

Dando un pequeño respingo al oírla, Aina elevó la mirada hacia ella, la había tomado por sorpresa. Estaba muy ensimismada observando a la hermosa bebé en sus brazos. Kaira, al oír a Silje, dejó de leer y dirigió la mirada hacia ambas mujeres, un poco extrañada.

—¿Te gustaría cargar a Pris? —ofreció la joven amablemente. Esto sorprendió un poco a Aina.

—Ah… Yo... no sé si debería —tartamudeó la chica.

—Tómala —insistió la madre, mostrándole una amable sonrisa. Aina miró hacia Pris un segundo, después volvió a elevar la mirada hacia Silje.

—¿En serio? —inquirió emocionada. Silje sólo asintió.

La joven sirvienta tiró del banco en el que estaba sentada para quedar aún más cerca de su ama, con total confianza estiró sus brazos para tomar a Pris. Silje observó como Aina tomó muy fácilmente a su hija en brazos, como si supiera perfectamente hacerlo. La bebé comenzó a quejarse un poco ante el cambio, pero pronto la chica supo tranquilizarla, haciendo suaves sonidos con su boca que parecieron agradarle. Ésta pareció estar a gusto entre sus brazos.

—Cuando me case, quiero tener una bebé tan hermosa como ésta —dijo la joven mirando con una enorme sonrisa a Pris, era el ser más adorable que había conocido.

Las palabras de Aina llamaron la atención de Silje, ¿sería que ella tenía algo como una pareja? Nunca se había imaginado algo así sobre ellas, siempre estaban trabajando aquí y no había hombres trabajando dentro de la casa, aunque debía haberlos a los alrededores de estas tierras.

Había llegado a ver varios matrimonios entre nobles, se preguntaba que tan distinto era para los demás, esas jóvenes mayormente se casaban con hombres algo mayores que ellas, ¿sería que Aina se casaría con alguien mayor? Estaba especulando mucho, pero el tema le llamó mucho.

SiljeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora