Sex Headcanons - BNHA

-Suichi Iguchi-

Dijiste en voz baja, abriendo las piernas en una ofrenda silenciosa que él aceptó de inmediato. Shuichi se arranca el uniforme que llevaba puesto y se quitó la ropa interior, ignorando tus palabras de decepción murmuradas ya que te había gustado mucho, se lanzó aterrizando encima de ti y enjaulando tu cuerpo debajo del suyo. Su polla está dura como un palo y gotea grandes cantidades de líquido preseminal, suficiente para lubricarte, lo que hace antes de presionarla sin ceremonias profundamente dentro y descansar allí por un momento, disfrutando de la sensación de llenar a alguien tan completamente.

Y/N: Ahg carajo, shuichi, eso es grande~

Gruñiste debajo de él, Suichi quería preguntarle si estás bien, pero no puede encontrar las palabras para expresar lo bien que se siente. Para él la sensación era lo suficientemente buena para distraerlo del terrible peso que había estado cargando en su estómago durante los últimos meses.

Suichi: ¿P-puedo?

Él exhaló, gimiendo con cada sílaba, y el asentimiento que le diste fue suficiente para él. Retiró suavemente y lentamente su erección para luego comenzar a empujar agresivamente, sus instintos le decían que te folle hasta que estés lleno y su semen chapoteando alrededor de tu entrada.

Suichi: Ohhh bien!~

Y/N: ¿Es bueno?~

Preguntaste en voz baja y un poco tensa, tus pechos temblaban y chocaban con cada embestida de su gruesa polla, gemiste un poco al sentirla contra tus paredes. Pudiste sentirlo correrse cuando tu se le pedias, y que él se liberara tan rápido la habría molestado si hubiera dejado de follarla, pero no lo hizo, así que no dijiste nada.

Suichi: Es tan apretado y caliente!~

Lo escuchaste gemir, sus caderas golpeando húmedas contra las tuyas con cada embestida feroz. Un giro particular de sus caderas hace que prácticamente veas las estrellas, pero te mantuviste bastante callada como de costumbre mientras Shuichi gemia.

Viste como se formaba una hendidura formandose una segunda polla, sentiste una estocada más fuerte cuya punta babeante empuja tu estómago con cada embestida.

Y/N: Ah, ¿qué es esto?~

Preguntaste en voz baja al hombre que está encima de ti, y él se quejo mientras sus movimientos se hacían casi brutos.

Suichi: Son mis huevos- ¡joder!~

Él sollozó, perdiendo completamente la cabeza por el placer; entendiste la esencia y toma la longitud secundaria en tu mano, bombeando un par de veces antes de presionarla hacia tu entrada empapada antes de dejar que Suichi la fuerce dentro de una vez. El metió sus dos longitudes en un solo empujón, he hizo que tus ojos se abrieran como platos.

Y/N: ¡Ah papi!~

Para Suichi era la mayor emoción que habías mostrado en mucho tiempo, el repentino escozor por el estiramiento forzado era algo que no esperabas pero que no odiabas.

Pero la forma en que el segundo trozo de polla se estiró hacia adentro antes de plantar algo ovular y pesado en tu vientre fue lo que la tomó por sorpresa.

Tu boca se abrió en estado de shock al sentir lo que tenía que ser el óvulo abriéndose paso hacia tu cuello uterino (Que tenía que estar adormecido por el dolor o estaría gritando; debe haber sido algo en su líquido preseminal) ante tus ojos. Suichi retrocedió ante la sensación de que rompía la entrada por completo y se convertía en un espacio en el interior. Tu cabeza cayó hacia atrás y los dedos de sus pies se curvaron, gemidos silenciosos caían de tus labios entre suaves maldiciones.

Y/N: Oh mierda, ha~ eso se siente raro pero está bien

Suichi: Hhng~

Shûichi gruñó débilmente, sus caderas tartamudean hacia las tuyas mientras su segundo miembro lentamente comienza a impulsar otro huevo hacia tu entrada. La sensación de estiramiento al acostarse es algo que nunca habías podido experimentar antes ya que nunca había tenido un compañero antes de ti y por lo tanto nadie en quien confiara para llevar sus bebes. Los óvulos/huevos generalmente simplemente eran reabsorbidos en su cuerpo, todo el proceso dejaba lento a Suichi durante una semana o dos mientras su cuerpo retomaba lo que ya había sido tan agotador de crear; básicamente, durante toda una temporada estuvo tan completamente agotado que apenas podía moverse.