Jin Bubaigawara - I

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Una puerta se abre y cae una toalla del baño. Nunca dejas de realizar tus rituales nocturnos exactamente al mismo horario y periodo todos los días. No podías pasar desapercibido ante los ojos de aquel hombre.

Twice se pregunta si sabes que estabas expuesta solo una parte del tiempo o si lo hacías a propósito.

Terminas el trabajo. Dedujo que es un trabajo de oficina de ocho de la mañana a cinco de la tarde. Le resulta difícil descifrar si es un trabajo que tu amas o detestas a muerte. El resorte nunca parece disolverse en tu paso; simplemente piensa que una mujer como tú podría tener más potencial. Una mujer que va temprano a trabajar y se queda hasta tarde. Treinta minutos tarde, para ser exactos.

Está seguro de que te quedarías más tiempo en el trabajo si no fuera porque tienes que volver a casa y cuidar a la niña con la que vives y darle la propina a la niñera. La pequeña infante no es tu bebé, de eso está seguro, no tiene ninguno de tus rasgos y no pareces que seas de las chicas que se embarazan a temprana edad, el dedujo. Tal vez era de una hermana, una prima o algún familiar tuyo con el cual acabaste siendo madre sustituta de esa pequeña.

Twice no puede recordar desde hace cuánto tiempo empezó a observarte. Ser un voyeur perverso nunca había sido el trabajo de sus sueños. Pero a diferencia de ti, Jin Bubaigawara no posee una ética de trabajo.

Tiene un compañero de cuarto que conoce desde hace un tiempo y deja que el siga haciendo su pequeño y depravado hobby. Dabi se burlará todo el tiempo y diria a Twice que está "jodido y enfermo", pero no hará nada al respecto después de todo.

Un hombre decente o en sus casillas le diría a Twice que parara. O mejor aún, el mismo podría decírtelo. De esa manera, podrá cerrar las cortinas en lugar de girar ligeramente las persianas. Incluso si lo hicieras, ambos dudan que sea suficiente para detener a Twice en este punto.

Es adicto. Tendría que encontrar una manera de ser creativo. ¿Cómo podría dejar de observar tu horario nocturno?, ama hacerlo de todos modos.

Twice esperará junto a la ventana de su habitación para ver tu Ford Fiesta plateado estacionarse afuera de tu casa a las 5:45 p.m. La niñera de piel morena y rulos negros sale a recibirte, ella siempre te dice que el bebé está en su cuna y que ya ha comido. Luego le pagarás y la morena irá a su propia casa al otro lado de la calle. Entras en la sala de estar para segundos después verte caminar directo hacia la guardería que instalaste en la sala y saludar a tu pequeña quieren deduce tal vez es tu hija adoptiva.

Si la infante está dormida la dejarás allí y la arroparas. Si ella esta despierta, la levantarás y sonreirás para luego arreglarla y jugar por unos minutos. El está seguro de que has hecho perlas blancas relucientes en algún país extranjero por dinero. Estos brillan en los ojos de la niña y le cantarás mientras ella te mira como si fueras el universo. Y para un bebé, lo eres totalmente.

Después de quince minutos irás al baño. Nunca podrá entender por qué no cierras inmediatamente la puerta detrás de ti. Siempre supuso que era por el vapor, tal vez. Te quedas de pie un rato mientras esperas que salga la temperatura perfecta del cabezal de la ducha. Y ahí es cuando cierras totalmente la puerta.

Twice fantasea con las actividades lascivas que realizas detrás de la puerta. La conversación que tuvo con Dabi hace unas semanas todavía está firmemente plantada y ronda en su mente.

Dabi: "Yo tenía una ex que solía usar la ducha en su punto dulce como un juguete sexual. Lo hacía mucho cuando teníamos sexo allí. Hace bastante calor, amigo."

La conversación surgió cuando Dabi se unió a Twice mientras miraba la hora de la ducha. El se pregunta si haces eso detrás de la puerta de madera cerrada con llave. El simple pensamiento lo llenaba de excitación, deseo y hambre, de tí.

Sex Headcanons - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora