Ghostin • Esteban Kukuriczka • LSDLN Cast [✓]

53. Empezar De Nuevo

OLIVIA

Es como... un vacío, como si de repente se hubiera detenido el tiempo, me quedé justo en la noche en la que ocurrió todo, trato de entender todos los días que fue lo que pasó, porque fue tan repentino y tan traumático. Me quedé en esas preguntas y no quise continuar mi vida.

No sabía que a mí al rededor la vida seguía, la película que había protagonizado había sido un éxito, pero no estaba allí para verlo, Kuku continuaba con su trabajo y sus viajes a otros países, pero yo no estaba allí para apoyarlo, todos continuaban y yo sentia solamente la gran ausencia de mi niña.

Si tan solo hubiera aguantado unos meses más.

No fue planeada, de hecho aún me parecía increíble haberla concebido en un baño extraño de un bar pero era mía y del amor de mi vida, un pedacito de ese ser maravilloso. Tenía en mente que salía con sus ojos y yo me iba a enamorar todos los días al verlos juntos mirándome con amor.

En mi duelo, los días pasaban demasiado lento, sobaba mi ya inexistente pancita a diario, como si tratara de revivirla pero yo sabía que era algo que tenía que dejar ir. Diego Vegezzi se había vuelto casi como mi psicólogo y me acompañaba a diario.

—Se que es difícil Olivia —me dijo una tarde que habíamos decidido salir al sol—, es una perdida que no se supera de una noche a la mañana pero hay que aprender a soltar, Kuku está para ti, tienen más oportunidades... —me reí.

—Eso lo sé pero tengo miedo, sinceramente no estoy segura de querer volver a estar embarazada y no es porque no quiera, es miedo a que vuelva a suceder... No creo que pueda soportarlo se nuevo.

—Por supuesto, pero no necesariamente tienen que forzarlo, si es de ustedes se dará y hay que estar preparados para lo que sea.

Extrañaba lo que era yo antes de todo esto, extrañaba a mi novio en cuerpo, yo no había querido que nada sexual pasara porque el miedo era mayor pero extrañaba a Kuku, él era muy paciente pero estaba segura de que su paciencia se agotaba.

Así que un día en el que él volvería de su viaje a México, decidí dejar de estar en la cama y organizar un viaje para nosotros dos: él necesitaba descansar de su trabajo y yo necesitaba estar con él, revivirnos y estaba decidida de que después del viaje volvería a mi trabajo y a hacer lo que me gustaba.

Me puse manos a la obra y encontré una cabaña alejada de la ciudad, rodeada de naturaleza, podías hacer excursiones y hasta hacer bebidas exóticas, seguro que a Kuku le gustaría. Imprimí los boletos de avión y los puse en un bonito sobre, me arregle para él (con uno de los vestidos de flores que le gustaban) y espere a su llegada.

—¿Olí? —escuche que entraba con sus maletas.

Salí a recibirlo y su rostro se iluminó, sé lo que estaba pensando, desde que paso aquello no me había visto así de bien, sonrió de inmediato soltando las maletas al suelo.

—¡Ey! Que hermosa estás —me dijo abriendo sus brazos para recibirme.

Le sonreí y me acerque a abrazarlo, llenando mis fosas nasales con ese aroma tan delicioso y tan suyo.

—Me encantan esos moños —menciono tocando los listones con los que me había peinado.

—Te extrañe mucho, lamento no estar contigo.

—No te preocupes, lo único que importa es que estás así de bien —me tomo de la mano y me hizo girar a lo cual reí. Noto el sobre en mis manos y se lo di —¿Es para mí?

—Si, quería compensarte por todo lo que ha pasado, sé que tanto para mí como para ti esto no ha sido fácil y que mi ausencia en alma lo empeoró.

—No digas eso —me acaricio la mejilla antes de abrir el sobre—, sé que tardaríamos en superarlo —saco los boletos y me miró con sorpresa —. Amor, no tenías que hacerlo...