Criaturas desafortunadas

Capítulo 38 : Responsabilidad

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La reanudación de la Primera Procesión del Príncipe se llevó a cabo sin problemas, aunque se agregaron algunos meses más para acomodar a Lady Laena Manderly y sus hijas, así como dos eventos a los que el Príncipe fue invitado. Primero, en el Norte, el príncipe se quedó una semana más para una boda de Manderly en White Harbour. El segundo evento fue el decimotercer cumpleaños de la Princesa Selaena en Runestone, que se celebró con una feria y un torneo.

Extracto de La era de Jaehearon I Targaryen , del maestre Domeric Tollet
Jon

Las últimas tres lunas de su procesión habían sido tranquilas. No hubo ataques a su procesión, ni nuevos desvíos hacia el sur, ni nada espectacular. Solo se sumaron Laena y Torrhen Manderly y sus dos bebés: Brianna y Rhaena. Laena se había mostrado más divertida que molesta y hacía comentarios sobre haber sido elegida como niñera del príncipe. Su padre parecía haber olvidado convenientemente que Rhaenyra había dejado Desembarco del Rey para dirigirse a Peldaños de Piedra sin nadie más que la propia Laena.

En ese momento, su tiempo con Ghost se había vuelto limitado y ahora no tenía privacidad, ya que tenía que dormir con guardias en sus habitaciones y tiendas de campaña, para evitar nuevas escapadas. Arya se rió a carcajadas cuando él se quejó de la falta de privacidad. Le tomó un tiempo calmarse, pero los cuervos que recibió de Sansa ciertamente la ayudaron a calmarse.

Después de Last Hearth, visitaron Karhold, Dreadfort (y le costó mucha fuerza de voluntad no quemarlo todo, especialmente cuando el joven Lord Bolton parecía una versión menos despreciable de Ramsay Bolton), Hornwood, Ramsgate, Widow's Watch, Oldcastle y, finalmente, White Harbour. Había algunas fortalezas menores donde se quedaban durante la noche, pero no formaban parte de los principales banderizos Stark.

—Ser Torrhen —saludó al marido de su prima, que se acercaba a él—. ¿Dónde está Laena?

"Mostrándole a Rhaena y Brianna a la nueva novia de Medrick", sonrió Torrhen.

Por casualidad, su estancia en Puerto Blanco coincidió con la boda de Medrick Manderly con Arrana Cerwyn, sobrina de Lord Cerwyn, a quien habían tenido el placer de conocer unas seis o cinco lunas antes. Esta fue la segunda boda de Medrick (y, si su memoria no le fallaba, la última), de la que también saldría sin hijos. Su primera esposa, una dama de las Tierras de los Ríos, murió tras sufrir un aborto espontáneo. Arrana moriría como su madre: dando a luz a un niño que no viviría más allá de su primer día. Después de eso, Medrick jura no casarse. La historia dice que en una discusión con su padre dijo: "¡No tengo ningún deseo de matar a otra mujer inocente por falta de un hijo cuando tengo a mi hermano como heredero!" Jon podía respetar esa decisión. Además, no era como si el nombre Manderly estuviera cerca de extinguirse para que estuvieran desesperados por un heredero.

Por supuesto, eso era entonces; las cosas podían ser diferentes ahora. Cada año que pasaba veía cuán diferente se escribía la historia de lo que ellos conocían. Cole, el aspirante a Hacedor de Reyes, ahora era un guardia de honor en la Casa Baratheon. Rhaenyra se casó con Harwin y sus hijos no estaban bajo sospecha de ser bastardos. Daemon nunca se casó con Laena y los hijos de Laena tal vez nunca tuvieran el derecho de reclamar un dragón. Laenor nunca perdió a su Caballero de los Besos y rara vez estaba bajo el escrutinio de la Corte. Daemon había sido nombrado Mano del Rey. Viserys había actuado contra la Fe, y él necesitaba saber seriamente cómo había sucedido eso. No había una creciente tensión en el reino por la incertidumbre de que una mujer fuera nombrada Reina cuando había un heredero varón.

El reino estaba mayoritariamente en paz.

O al menos eso parecía.

Había conspiraciones en juego, la de Hightower era la que tenía a los Targaryen directamente en la mira. Y estaban seguros de que alcanzaría su punto álgido en la siguiente década. Pero pronto habría otras. Unwin Peake, la Casa Rogare (y no quería pensar en la Primavera Lyseni ahora que había una gran posibilidad de que Viserys II nunca existiera), Fuegoscuro (y seguramente esperaba que eso no sucediera), Lyonel Baratheon, Tywin Lannister, Meñique... En retrospectiva, la paz parecía ser solo una pequeña ilusión cuando se trataba de los Siete Reinos, ni siquiera cuando no había batallas que librar se podía encontrar la paz de verdad.