Antes que todo, gracias por seguir leyendo, tengo 16 capitulos completos terminado, apartir de esta semana solo actualzare posinlemente 2 capitulos por semanas por las vacaciones se van :(
bueno sin más.Emma no sabía por dónde empezar. Tomó varias respiraciones, intentando normalizar su corazón. En parte, no quería esta charla, no quería lastimar ni salir lastimada, pero tanto Elsa como Regina tenían razón: ellas debían hablar. Sentía que su corazón saldría por la boca, latiendo fuerte. Tragó saliva y empezó.
—Siento haberte lastimado, sé que todo lo que te dije fue injusto y te herí, no quería hacerlo. Yo... sabes que jamás diría eso —las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas mientras miraba a la mujer sentada en silencio frente a ella—. Te lastimé a ti y ahora lastimé a Elsa porque no puedo resolver mi vida y me está matando. Siento que no puedo respirar cada vez que yo... —Regina tomó su mano, ofreciendo un consuelo silencioso.
Regina apretó suavemente la mano de Emma, sus ojos reflejando una mezcla de tristeza y determinación.
—Emma, creo que... deberías soltar. Deberías soltarme a mí y a nuestro pasado para que puedas avanzar. Sabes que no puedo expresar mis emociones o mis sentimientos como tú —sonrió con tristeza—, pero sé que te quiero. Te quise y siempre te querré, Emma Swan. Siempre te tendré en mi corazón porque eres mi persona favorita en todo este maldito pueblo, pero... Emma —la morena llamó su atención y ambas se miraron a los ojos—, necesitas dejarme ir para poder avanzar con Elsa. Necesitas dejar de sentir culpa. Me lastimaste, mucho. Siempre sentí que te arrastraba conmigo hacia mi cueva, siempre me sentí culpable de que dejaras a tus amigos a un lado prefiriendo estar en casa conmigo, incluso antes de mi diagnóstico. Siento que esto es mi culpa —levantó la mano al ver que Emma quería interrumpir—. Todo se vino abajo después de esto. Sé que las cosas no funcionan así, pero mientras no sabía qué rayos sucedía conmigo, intentaba ser normal desde pequeña, y lo sabes. Siempre me defendías cuando me trataban mal —apretó su agarre—. Siempre te has preocupado por mí, Emma, y ya es momento que pares. Siempre enfrentaré obstáculos o tendré una sobrecarga sensorial y no estarás toda mi vida aquí a mi lado porque tú tienes que hacer tu vida.
Emma bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de Regina. Los recuerdos de las veces que defendió a Regina y se quedó a su lado la llenaron de una mezcla de calidez y dolor.
—Regina, no, eso no es... siempre estaré aquí para ti.
—Pero yo no quiero que lo hagas. Quiero que vivas lo que siempre quisiste, que hagas lo que siempre deseabas.
—Puedo hacerlo aún contigo a mi lado —Emma lloraba.
Regina negó con la cabeza, también con lágrimas en los ojos.
—No puedes porque todo lo que me dijiste es verdad —Regina también lloraba—. Todo lo que dijiste, aunque me lastimó escucharlo, es verdad. Quiero que entiendas que no debes preocuparte por mí. Si quieres a Elsa y tener una relación sana con ella, debes dejarme ir. No es necesario que te preocupes por todo. Tengo a mi madre, a mi hermana, y también a tus padres. No quiero separarme totalmente de ti, pero debes tener tu espacio. Te quiero y siempre te querré, pero no dejes que te apagues por mí, por preocuparte por mí. Sé tú misma, sé libre.
—También te quiero, Regina Mills. Siempre te querré —Emma se levantó y se acercó a la morena. Abrió sus brazos y Emma la abrazó. Se abrazaron fuerte, como una despedida definitiva, pero Regina le aseguró que no lo era, que aún serían amigas pero debían distanciarse un rato. Al escucharla, Emma apretó su abrazo, no estaba lista para dejarla ir y Regina lo respetó.
—Creo que tengo nuevos amigos —dijo Regina separándose. Emma la miró extrañada.
—¿Quiénes son?
—Anna y Kristoff —ambas mujeres se rieron—. Aunque parece imposible de creer, yo... he tenido algunas charlas con ambos y me siento cómoda con ellos. Anna suele hablar mucho, pero es tranquila... no literalmente, pero es agradable.
—Me da gusto que sea así —le sonrió Emma—. En serio.
—Lo sé. ¿Me prometes que estarás bien? —la miró preocupada—. Deberías pasar este fin de semana con tus padres.
—Estoy bien, no debes preocuparte, Gina.
—Lo sé, pero deberías ir. No quiero que estés sola hasta el lunes y... —miró alrededor— necesitas comida de verdad y no procesada —se rieron y se sentaron.
Emma respiró hondo, sintiendo una calma que hacía mucho no experimentaba.
—Está bien —respiró hondo Emma—. Lo haré... iré a empacar.
—Te espero —Emma salió a su habitación y Regina la esperó en la sala, mirando a su alrededor y pensando en el pasado que tuvo ahí con la rubia. La luz del sol de la tarde iluminaba suavemente la habitación, creando una atmósfera melancólica pero esperanzadora.
Recuerden dejar su estrellita.

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A veces sólo debemos seguir
FanfictionRegina es una mujer que recibió un diagnóstico tardío de autismo a los 30 años. A medida que comienza a descubrirse y aceptarse a sí misma, enfrenta desafíos constantes en su vida personal y profesional. Como maestra, enfrenta la discriminación y la...