Cena catastrófica

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No debería de haber aprendido italiano durante mi pre-adolescencia. ¿Por qué me había comparado con una luciérnaga? ¿Y por qué sabe hablar italiano? ¿Era algún tipo de broma? ¿Estaba jugando conmigo y pensaba que no me enteraría?

Los días iban pasando, y el comportamiento de Liam era cada vez más extraño.

Una llamada me sacó de mi burbuja. Era Yasmin.

- Hola, te llamo para decirte que Kayla, Olivia y yo vamos a ir a cenar esta noche en el restaurante que hay en el centro de la ciudad. Creo que se llamaba Saddle o algo así. El caso es que nos lleva el hermano de Kayla y en el coche nos sobra una plaza ¿Te vienes?

- Mhm, sí, claro.

- ¡Genial! A las 9 en mi casa, Lucas nos recogerá a las dos desde allí. ¡Nos vemos!

Llevaba unos 20 minutos pensando en qué ponerme. Finalmente, me decidí por un vestido corto y rojo como el vino. Se ceñía a mi cuerpo a la perfección, y dejaba poco a la imaginación por su atrevido escote en forma de corazón. Sin darme cuenta, ya estaba oscureciendo y había llegado la hora de salir.

Una vez en el restaurante, cenamos tranquilamente. De vez en cuando, yo aportaba alguna palabra a la conversación, o simplemente, asentía o negaba con el cabeza cada vez que ellas me preguntaban algo. Llegó el momento de pagar la cuenta, y yo me excusé para ir al baño unos minutos. Cuando salí, me topé con una gran sorpresa. ¡Se habían ido sin mi!

Alarmada, me apresuré a salir del establecimiento a toda prisa, con la esperanza de encontrarlas fuera del local. Para mi sorpresa, había otra persona, mirándome como si se tratara de la octava maravilla. El corazón me dio un vuelco y sentí que mi estómago daba vueltas dentro de mí. No podía estar pasando.

Una Nueva Vida En Las AfuerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora