Viraag

26 6 0
                                    




Cuando desperté, aturdida, lo primero que vi fue a Liam, y su mano, enlazada con la mía.

- ¿Dónde estamos? - pregunté, intentando alzar un poco la voz.

- Estamos en el hospital. Te ha dado un bajón de azúcar y te has desmayado. ¿Qué te ha pasado?

- ¿Tú vives en esa casa, Liam? - volví a preguntar, deseando que todo lo que había pasado hace unas horas, hubiera sido una pesadilla.

- ¿Me puedes decir por qué te interesa tanto saberlo? Sí, vivo allí.

Me solté de su agarre de un tirón, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas poco a poco.

- Esa era la casa de mi ex. - Dije, intentando encontrar mi voz.



Liam

Margot se había puesto a la defensiva, y ahora parecía más bien un león a punto de atacar.

- No entiendo qué intentas decirme, Margot.

- Tu hermano. Tienes un hermano, ¿verdad? - asentí con la cabeza. - Se llama Arthur. - volví a asentir, ¿cómo sabía todo aquello?

- ¿Me vas a decir que no sabes lo que pasó, Liam? Tú y tu familia me dais asco. ¿Me admitisteis en el instituto por pena y queríais sentiros mejor con vosotros mismos después de aquello? - dijo, gritando.

- Margot, no entiendo...

- ¡Claro que lo entiendes! Lo entiendes todo perfectamente Liam. No quiero verte nunca más. ¡Fuera de aquí! Y puedes ir diciéndole a tu padre que no acepto vuestro acto de caridad. No pienso volver a ese instituto jamás.

Esa no era Margot. Juro que no lo era. La verdadera Margot no me habría empujado hasta hacerme salir de aquella habitación de hospital. Y tampoco me habría gritado como lo hizo. Pero decidí darle su espacio y descubrir yo mismo que había detrás del dolor con el que pronunciaba el nombre de mi hermano.

Una Nueva Vida En Las AfuerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora