Heridas y brechas

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Estaba tirada en mi cama, dándole vueltas y vueltas al hecho de que mis amigas me dejaran tirada anoche, a mi suerte. Odio admitirlo, pero si no hubiera sido por Liam, no sé como habría llegado sana y salva a casa. Me obligo a mi misma a dejar de pensar en ello. Por suerte, tenía todo el fin de semana para relajarme y no tener que ver a las que se hacían llamar "mis amigas" durante dos días. La pantalla de mi teléfono se iluminó, avisándome de haber recibido una nueva notificación. Era Yasmin.


ʏᴀꜱᴍɪɴ ¿Llegaste bien a casa? Estoy preocupada por ti.


¿Preocupada por mi? Si se hubiera preocupado por mi no me habría dejado tirada, en primer lugar. No iba a contestar el mensaje ni de coña. Acto seguido, en la pantalla apareció otra notificación que hizo que el estómago se me pusiera del revés.


ʟɪᴀᴍ ¿Cómo has despertado hoy? Espero que no hayas cogido un resfriado. Ayer hacía mucho frío.


Muy bien. Tampoco iba a responder a este mensaje. Lo de ayer fue un error. Era muy tarde y, a pesar de no haber bebido una gota de alcohol, estaba cansada y no pensaba en lo que hacía. No podía dejar entrar a nadie en mi vida, mucho menos ahora. Pero él se impacientaba.

ʟɪᴀᴍ ¿Estás despierta? Si quieres podemos salir a dar una vuelta por el parque.



No podía ser cierto. Todos mis sentidos gritaban que fuera con él, que debería dejar que me conozca, sobre todo porque yo quería conocerle también. Pero mi coraza me impedía abrirme ante él, por mucho que me doliera.


ᴍᴀʀɢᴏᴛ    Sí, estoy despierta. Estoy un poco acatarrada,                                                                          quedamos otro día.

ʟɪᴀᴍ Ya es tarde. Asómate a la ventana.


No era posible. ¡Qué hacía parado como un parásito frente a la puerta de casa! El pánico invadió mi cuerpo y me quedé bloqueada durante unos segundos. Menos mal que mamá y papá estarían ausentes hasta tarde. Me apresuré a ir hacia la puerta, pero el corazón se me encogió al recordar que iba en pijama. De todas formas, solo iba a abrir para decirle que se largara cuanto antes. O al menos ese era el plan, hasta que lo vi, plantado frente a mí, sosteniendo un ramo de rosas blancas. Mierda. M-I-E-R-D-A. ¿Qué debería de hacer ahora?

- ¡Sorpresa! Espero que no te hayas enfadado por haber aparecido en tu casa sin avisar. Si lo hubiera hecho no habría sido una sorpresa, ¿verdad?

No dejaba de parlotear cosas sin sentido y yo no podía entender como tenía tanta confianza en sí mismo, como para aparecer en la casa de una desconocida y empezar a hablar por los codos.

- Para. - solté sin pensar. Su cara desconcertante me hizo arrepentirme al segundo por haber sido tan brusca y borde. Yo no solía ser así. - Lo siento, Liam. Pero no puedo. No puedes entrar en mi vida y hacer estas cosas como si nos conociéramos desde siempre. Porque no es cierto. Apenas te conozco, y te agradezco mucho toda la paciencia que tuviste anoche, pero... esto va demasiado rápido. No me gustas. Siento mucho haber jugado con tus sentimientos, te prometo que no lo hice aposta. - Iba a cerrarle la puerta en sus narices, pero el fue más ágil y me impidió hacerlo.

- Dame una oportunidad, por favor. Te prometo que no te voy a decepcionar. Pero déjame entrar. Déjame conocerte. - sonaba como una súplica. Por mucho dolor que me causara, no podía hacer lo que me pedía. No podía dejar que me conociera. Era una chica llena de heridas, que en el pasado no pudieron cicatrizar lo suficientemente bien. No sanaron del todo, y a veces, se abren brechas. Y yo no podía dejar que ni él ni nadie las viera. Por mucho que me odiara a mi misma por hacerlo. Sin embargo, su mirada era diferente a la que por primera vez vi, cuando me hizo acabar con él en el despacho del director, o cuando le pillé husmeando entre mis cosas. Parecía otra persona diferente. Quizá por eso decidí finalmente no cerrarle la puerta en sus narices, aunque nunca conseguiría entrar en mi corazón tan fácilmente como lo hizo en mi casa. Aunque una parte de él ya estaba dentro, desde hace demasiado tiempo.

Una Nueva Vida En Las AfuerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora