Catarsis

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- Hermano, necesito que me cuentes todo lo que pasó con aquella chica. Nunca te he pedido nada, pero necesito que vuelvas a la ciudad y que me expliques que fue lo que pasó. Por favor. - le pedí. Aunque no podía ver su expresión, supuse que sus facciones expresaban confusión.

- Está bien, pero me pagarás el viaje de ida y vuelta. Estoy a 200 k/m de casa.

- No me importa pagarte lo que sea. Pero te quiero aquí cuanto antes - dije, acto seguido, se escuchó un pitido, que daba fin a la llamada.





- ¿Y bien? ¿Qué necesitas saber? - preguntó.

- Todo. Quiero que me lo expliques todo desde el principio.

- ¿Cuánto tiempo nos llevará esto? Tengo cosas que hacer.

- Arthur. Responde.

- Está bien. - Dijo, emitiendo un suspiro molesto, mientras se llevaba la taza de café a los labios y le daba un sorbo. - La chica se llamaba Margot. No recuerdo sus apellidos. Tenía el pelo rizado y largo, de un color castaño que combinaba con sus ojos. Estaba buenísima. - De pronto, tenía ganas de vomitar. - Un día me la encontré por Madrid y según me dijo estaba de intercambio por aquí, por lo tanto, se quedaría un tiempo en la ciudad. No lo recuerdo muy bien, estaba ocupado mirándole las tetas mientras me lo contaba. - Liam, contrólate. Es tu hermano. - Intercambiamos nuestros números de teléfono y empezamos a quedar frecuentemente. Tenía solo 16 años cuando le quité la virginidad. Ella parecía muy segura de nuestra relación, aunque yo solo la quería para echar algún que otro polvo. - Respiro. Inhalo y exhalo. Cuento hasta 10 mentalmente. Iba a acabar matándole. - Un día, mientras hablábamos por teléfono, le confesé que solo la utilizaba porque era guapa y estaba como el queso. Pero entonces me enamoré de una chica de por aquí y decidí dejarla. No le hizo mucha gracia y empezó a insultarme a través de la línea telefónica. Así que decidí vengarme publicando algunas de sus fotos desnuda por todo internet, lo cual le hizo menos gracia aún. Intentó emprender acciones legales contra mí, pero a pesar de que su familia tiene un poder social alto, el nuestro es mayor. Más tarde, papá se enteró de que venían a la ciudad y decidió darle una plaza en su instituto para enmudecer su cargo de conciencia. Yo decidí mudarme a las afueras para estar más tranquilo, aunque eso ya lo sabes. No he vuelto a saber más de ella. - Después de unos segundos de silencio, añadió - No quiero que le cuentes esto a nadie, Liam. Y no sé porque te interesa tanto esa chica, pero no me metas en líos.

No podía creer que mi hermano hubiera hecho todo aquello y contarlo como si nada. Ahora Margot era insegura por culpa de mi hermano. Margot era un rayo de sol antes de que Arthur llegara con su nube y la apagara. Un impulso violento salió de mis interiores y de alguna forma - la cual no recuerdo - terminé sobre el suelo, empapado en sangre.

Una Nueva Vida En Las AfuerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora