Tocar fondo

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En la vida existen dos formas de actuar cuando tocas fondo: puedes hacerlo y sumergirte en un agujero negro o puedes tocar fondo en un lugar como una piscina, donde la gravedad no existe.

Cuando eso ocurre, nunca podrás bajar más. Has llegado al máximo de tus problemas, de tu dolor; es el momento en el que estás seguro de que no puedes hundirte más.

Tienes dos opciones: puedes quedarte ahí, dejando que la tristeza te consuma, dejar que el agua cale en tus huesos, o puedes usar la situación a tu favor, impulsar tus pies contra el suelo, y nadar hasta conseguir salir a flote.

Yo elegí lo segundo, aunque aún estoy a mitad del camino.

Una Nueva Vida En Las AfuerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora