Bridget, la princesa de corazones,siempre dispuesta a ayudar a los demás sin recibir nada a cambio, intentando ser amiga de todo el mundo fracasando en el proceso pero jamás se rinde y demasiado inocente para este mundo tan cruel. ¿Y si esa inocenci...
Uliana le había dicho que empezara el plan lo antes posible, por lo que al ver a la princesa de corazones sola en la cocina, decidió empezar el plan lo antes posible. Había que aprovechar las oportunidades.
Que comience el show...
-no he podido evitar oler los brownies que estabas preparando-señala con el garfio la bandeja recién sacada del horno que había encima de la mesa-y también me parecía extraño-empieza a hablar entrando a la cocina-que alguien como tú esté a estas horas de la noche despierta, ¿algo le arrebata el sueño a la princesa?
-nada importante-responde emplatando los brownies-suelo cocinar cuando no quiero pensar.
¿Tengo que preguntar por qué? -se cuestiona Garfio internamente-a ver, para ganarme su corazón tengo que parecer interesado en lo que ella haga.
-¿por qué? -intenta sonar lo más interesado posible. La pregunta desconcierta a Bridget.
-¿te interesa ? -lo mira confundida. Eso no se lo esperaba del temido capitán. Más bien pensaba que se iba q burlar e iba a tirarle los brownies al suelo.
-claro, sino para qué estaría preguntando-intenta sonar lo más amable posible, cosa que le cuesta pues la chica no paraba de cuestionar lo que él decía. Ligar con otras chicas de la Academia se le hacía más fácil, la mayoría de ellas saltaban alguna risita tonta o apenas hablaban. Pero al parecer a Bridget le gustaba hablar.
-mientras que cocino me mantengo entretenida por lo que no pienso en otra cosa que no sea la receta y que la esté siguiendo bien-responde al final.
No pensaba que la princesa del País de las Maravillas tuviera que evitar sus propios pensamientos. Y eso, quisiera o no, le despertaba una extraña curiosidad por la chica que intentó enterrar enseguida. No tenía tiempo para eso y más que eso ,no debía sentir nada aparte de odio y ganas de humillarla.
-yo suelo trazar mapas cuando no quiero pensar-para ganar su confianza debía decir algo. Incluso si ese algo no lo sabía nadie más que él mismo.
-¿te gusta dibujar? -pregunta interesada.
-es relajante-se limita a decir mirando hacia el postres que había cocinado ella-¿puedo? -pide permiso para cojer uno. No le daría buena impresión si no lo hacía. Ser bueno era más difícil de lo que parecía.
-claro-le acerca el plato-si quieres te los puedes quedar-dice buscando una bolsita de plástico para meterlos- me gustan los dulces pero me gusta más prepararlos.
No lo admitiría en voz alta pero estos brownies estaban muy buenos, demasiado,por lo que no puedo negarse. Aunque la razón que se dio fue que no le haría gracia a la pelirosa que le rechazara los dulces, podría peligrar el plan.
