𝑨𝒗𝒆𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔 𝒂 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆

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Acaba de marcar el reloj las doce menos cinco y cada minuto que pasaba le restaba la esperanza de que Garfio viniera

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Acaba de marcar el reloj las doce menos cinco y cada minuto que pasaba le restaba la esperanza de que Garfio viniera. Le había dicho que se verían entrada la noche pero aún no había aparecido. A lo mejor se arrepintió de la idea y no se molestó en decírselo.

Un golpe en la ventana hizo que se levantara corriendo de la cama. ¿Se habría estrellado un pajarito en la ventana? ¿Alguno le intentaba gastar una broma? Todas sus teorías se esfumaron al ver a Garfio al otro lado de la ventana. Se apresuró a abrirla para que pudiera pasar.

-¿qué haces entrando por la ventana? -no pudo evitar sonreír al ver que no la había dejado plantada-tengo una puerta.

-te lo he repetido mil veces, me encanta el factor sorpresa.

-¿me tendré que acostumbrar?

-así es-se sienta en la cama mirando a su alrededor-bonita habitación, es muy... Tú.

-gracias, me recuerda a mi habitación en el País de las Maravillas-suspira con nostalgia.

-¿cómo es aquello?

-en un principio te puede parecer el paisaje un poco subrrealista y la lógica no es posible usarla en ese lugar. Es difícil de explicar, tendrías que verlo con tus propios ojos para comprobarlo.  Si quieres algún día te lo puedo mostrar.

-puede ser-acepta sabiendo que ese día nunca llegaría-ahora es el momento de la sorpresa-vuelve a la ventana por la que ha salido-¿vienes?

- Hay una puerta. -le recuerda.

-lo sé-dice tomando su mano-pero es más divertido de esta forma-la agarra de la cintura para que no se caiga.

Lo bueno de que su habitación esté en el primer piso es que no debía hacer mucho por no caerse. De la habitación al suelo había una distancia corta por lo que no tuvo que hacer muchos esfuerzos para tocar tierra.

-vas a tener que cerrar los ojos una vez más-le advierte una vez que ya están en el suelo-te prometo que no te voy a dejar caer-y esas palabras son las que acabaron convenciendo a la princesa de cerrar los ojos.

El camino no se le hizo muy largo gracias a los comentarios que soltaba de vez en cuando Garfio. A veces iban en un silencio bastante cómodo para ambos, como si sus almas fueran las que estuvieran hablando. Claro está que esa sensación lo sentía cada uno por separado y la afrontaban de maneras diferentes. En el caso de la princesa de corazones le emocionaba ese sentimiento pero a la vez le causaba inseguridad, mientras que por otra parte, al capitán de los mares se le hacía mucho más difícil concentrarse en el plan con la compañía de la chica.

-abre los ojos princesa-le susurra muy cerca del oído.

Nunca se acostumbraría a su cercanía-pensó mientras que hacía caso a su petición .

-esto es... Increíble.

Se encontraban parados en medio de un bosque, el río brillaba a causa de la potente luz de la luna, las brisa chocaba contra las hojas de los árboles como si de una caricia se tratase, pero lo que más impactó a Bridget fueron los miles de insectos que iluminaban inténsamente los alrededores .

𝑰𝒏 𝑴𝒚 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora