Bridget, la princesa de corazones,siempre dispuesta a ayudar a los demás sin recibir nada a cambio, intentando ser amiga de todo el mundo fracasando en el proceso pero jamás se rinde y demasiado inocente para este mundo tan cruel. ¿Y si esa inocenci...
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-Regina-saluda a una chica rubia bastante alta y unos ojos azules que parecían diamantes afilados-cuanto tiempo-saluda con una sonrisa que no le llega a los ojos.
-¿y quién es este chico que traes contigo? -ignora sus palabras mientras que pestañea varias veces en su dirección.
-Regina ya me conoces-se burla el Sombrerero.
-tú no, el del garfio-se acerca meneandose hasta ellos.
-James Hook-se presenta el pirata-¿y usted es...?
-Regina de Diamantes, princesa de la Corte de Diamantes-extiende la mano para que Hook la bese pero él solo se le queda mirando.
-de casualidad no serás hermana de Reggie.
-es mi gemelo-dice apartando la mano un poco ofendida.
-Reggie y Regina, que original debieron de ser los padres para nombrarlos así-murmura.
-es el novio de Bridget-explica Maddox al ver que ninguno decía nada.
-¿tu novio? -repite mirando de forma despectiva a Bridget-no parece ser el tipo de chico que saldría contigo, sin ofender.
-no me ofendes-dice con una sonrisa pero Hook se dio cuenta que el brillo que adornaba sus ojos se iba apagando lentamente.
-vamos a dar una vuelta Bridget.
-¿os importa que os acompañe? -pregunta la princesa de Diamantes revoloteando las pestañas.
-sí, me importa, me gustaría estar un tiempo a solas con Bridget-suelta sin filtro-y deberías ir a un médico, creo que te pasa algo en el ojo.
-no deberías haberle hablado así-le reprende cuando llegan al jardín principal.
-¿por qué no? Ella te ha estado menospreciando desde el minuto uno-se sienta en el borde de la fuente-no sé quién es más insufrible Reggie o su hermana, lo dejaría en un empate.
-son buenas personas, solo hay que conocerlos mejor, es todo.-intenta justificarles-además, no te conviene tener a La Corte de Diamantes en tu contra.
-para eso tengo a La Corte de Corazones y La Escalera de Picas a mi favor ¿no? -bromea.
-porfavor no me hagas recordar eso.
-pues a mi me encanta recordarlo, nunca pensé que podría amenazar a alguien.
-no le he amenazado, solo... Le he recordado algunas cosas.
-si así es como tú llamas amenazar, no soy quién para contradecirte-le besa el dorso de la mano-detesto el pensamiento de que ese tal principito haya besado tu mano, hay que desinfectarla.
-no exageres-se ríe ante su estupidez.
-me ofendes, princesita, me ofendes-se lleva la mano al pecho con dramatismo.
