15: La abuela y sus deseos

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Hermione volvió a llorar de nuevo por la noche, bueno, toda esa semana lo hacía, y muy temprano se dirigió a “Castle Flower” no sin antes comprar unas rosas blancas y una caja de pañuelos de seda para la abuela, claro que se preguntaba ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Pero que hacía la abuela tan lejos de Italia? Fue recibida por la directora

-El señor Malfoy… tuvo una emergencia, vine a liquidar este mes

-Menos mal, que bueno que acude usted, no podríamos dejar a la señora Boccaletti en la calle

-Claro que no… este… traje estos presentes para la señora Antoinette, espero que se los hagan llegar

-Claro que si señorita pero ¿Qué le decimos?

-No lo se, algo que no la preocupe…

De repente, la puerta se abrió y entró una señora, maciza, pocas arrugas, de pelo rubio, bien maquillada, elegantemente vestida, sosteniendo un bastón, muy agradable a la vista

-¡Señora Boccaletti!

-Discúlpeme, Anita no está en la recepción y escuche hablar de mi nieto – Miró a Hermione, roja - ¿Quién es esta niña?

-Vino de parte de su nieto

-¿Qué le pasa a Draco? El sabía que yo iba a cambiar de casa de retiro

-Tuvo que salir de urgencia – Mintió Hermione

-Me extrañó que no respondiera a mi mensaje, le dije que quería cambiar de aires y de país…

-Fue muy urgente, de veras y… le manda unos presentes, cuando regrese vendrá a verla y le explicará

-¿Y cual es su nombre?

-Hermione Granger… para servirle

Antoinette la analizó de pies a cabeza

-¿Es su novia?

-No – negó de inmediato – No somos nada, no se preocupe, solo me pidió el favor, es más, debo retirarme…

-¡Oh, no, no querida! Ven un momento a mi habitación, tomaremos un te ¿Te parece?

-Pero yo…

-Señorita – dijo la directora – sea complaciente

-Esta bien – murmuró vencida – un rato, estará bien… claro que esperaba no decirle que su “nieto” era un patán y un imbécil

Hermy acompañó a la abuela al interior de su habitación, que era lujosa, un enorme ventanal con suaves cortinas que caían al suelo, una enorme cama estilo Tudor, así como un elegante escritorio, muchos libros y una preciosa mesilla para tomar el te. Antoinette la invitó a sentarse, le sirvió un te y se lo ofreció, después la quedó observando fijamente durante un tiempo

-¿Pasa algo señora?

-Usted no es muy bonita – Dijo con sinceridad y Hermy iba a protestar – Pero sabe arreglarse y es suficiente para mi, se nota que no es sangre limpia pero ya estamos en otros tiempos, aprobaré su matrimonio con mi nieto, espero se casen muy pronto, la verdad es que Draco vive solo y eso no me gusta, ya sabe, desde su desastroso compromiso.

-Señora usted se equivoca – interrumpió – Yo no me voy a casar con Mal… Draco

-¿Qué? ¿Le parece poca cosa?

-No es eso… - Y volvió reprimir sus impulsos de decirle que era un idiota, que solo se había acostado con ella y abandonado sin darle una explicación

-¿No te gusta?

-Es un sangre limpia señora, su familia jamás se ha mezclado con impuros

-No me has respondido ¿No te gusta mi nieto?

-Bueno si, pero - ¡Maldición! ¿Por qué había dicho que si le gustaba? Pensó Hermy de repente – El caso es… el no está interesado en mi y por consiguiente yo…

-¡Ah, querida! El esta interesado en ti…

-No, eso no señora

-Hace una semana se comunicó conmigo y me dijo que estaba interesado en una mujer y que me iba a contar detalles el día de mi mudanza, pero ya ves, el no llegó, pero si quedé preocupada

-Bueno… yo no soy esa mujer… créame, y con respecto a lo otro, tuvo algo urgentísimo, creo que de vida o muerte, el ya le contará, de veras

-¿Sabes que creo jovencita? Que usted me oculta algo sobre mi nieto ¿Es que acaso ya no quiere verme?

-Créame señora, el la ama muchísimo, más que a su propia vida, de eso puede estar segura, usted es el único pariente que le queda ¿Cómo no la iba a amar?

-¿No sabe cuando vendrá a verme entonces?

-No…

-Ese muchacho, se ha descarriado mucho desde que sus padres murieron, siendo todos hijos únicos, y con las tías maternas muertas, sin descendencia… necesita encaminarse niña… se que están jóvenes, pero tiene dinero, casarse, tener muchos hijos…

-¿Cómo las antiguas familias italianas o griegas?

-Bueno, no pido mucho… solo unos dos o tres…

¡Si claro, seguro dos o tres hijos!

-A lo mejor viajó a Italia a destiempo, sin pensar que yo ya estaba lista para irme de ahí…

Hermy salió de ahí con el corazón desconsolado ¿Qué pasaría con Draco que había olvidado a su única pariente viva? En el hotel recordó a la dulce abuela Antoinette, su ágil y entretenida charla y lo que sucedió al despedirse

-Tengo que irme señora

-Llámame abuela, creo que pronto seremos familia ¿No lo cree?

-Draco no me quiere, no se equivoque conmigo, a él le gustan como Gina, hermosas y sangre limpia

-Pero no fueron felices, supongo que ella no era la adecuada, tú eres distinta, eres la elegida

-No lo soy – pensando ¡Me abandonó el muy desgraciado, perro maldito!

-Niña, niña ¿Cómo es que te llamas? ¡Ah! Hermione Granger… tu nombre me suena, creo que escuché hablar de ti

-SI, a lo mejor…

-Bueno niña, no te entretengo más

-Hasta luego, mucho gusto en conocerla…

Hermione permaneció bastante tiempo en la cama, mirando el techo, frunciendo sus labios… la abuela de Draco estaba en Alemania ahora, la reservación de la suite estaba a punto de expirar…  cerró los ojos y lo único que tenía en mente era la manera en que él le había echo el amor, de modo tan salvaje y erótico

¡Maldición! ¿Cómo era posible que ese hombre la elevara al cielo y sin más la dejara caer al suelo? ¿Por qué era tan cruel como para hacerla gozar y dejarla exhausta abandonándola sin ninguna explicación?

De repente se levantó de golpe y lo pensó bien ¡Italia! ¡Si, claro, Italia! ¡Iría a Italia para cobrarle el oro que había pagado en la casa de retiro de la abuela y luego le diría unas dos o tres verdades!

¿Y donde lo buscaría en ese país? ¡Al carajo por eso! Debajo de las piedras si era necesario, si no era en Italia se pasaría a Venecia, incluso debajo de sus aguas, donde fuera… pero el muy desgraciado le pagaría su dinero, le daría un par de bofetadas y después se olvidaría de el para siempre

¡Ella podía vivir sin esos besos y esa manera de hacerle el amor!

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora