4: ¡Vade retro!

147 16 0
                                    

Gina miró como con un poco de compasión a Hermione, pero era mejor ser sincera y evitar que algo pasara con ella

-Lo que no deseo es que tú te enamores sin se correspondida… Draco tiene “eso” que altera a todas las mujeres a su alrededor, las enloquece sin necesidad de decirle palabras de amor, podrá ser todo lo grosero, impertinente, frío, pero… el día que le logres arrancar una sonrisa verdadera y natural, es porque ya has caído bajo sus influjos. Y llorarás, sufrirás por el. No deseo eso para ti Hermy, vete de su lado, convivir con el, será un infierno.

-Supongo que eres feliz ahora…

-Mucho, ambos formaremos una verdadera familia

-Entonces… Draco no tiene la capacidad de hacer feliz a una mujer

-Yo no fui feliz, pero eso no significa nada, puede ser que yo no fui la adecuada en su vida… Hermy, cuídate de el, no caigas en el influjo de sus ojos, porque va a destrozarte el alma

-Creo, creo que exageras

-Quisiera que el fuera feliz, pero dudo mucho, está incapacitado para dar amor... Bueno, debe ser porque se ha quedado solo… de no ser porque le queda esa vieja pariente lejana…

-Pensé que ya no le quedaban más familiares

-Pues una tía abuela…

-Oye Gina, no te preocupes por mi, el estará pocos días, así que a mi no me preocupa nada de quedarme con él

-Por una parte tienes razón Hermy, creo que exagero un poco…. Draco estará de cama en cama… disfrutando su libertad

Hermy se despidió de Gina y regresó al hotel, de repente, le entraron unas ganas de seguir con su libro y fue directo a los pergaminos, por largas horas estuvo redactando sus lecciones, pero dando las nueve, comenzó a sentir hambre, eso comenzó a desesperarla

¡Tenía tantas cosas en la mente! Pero el apetito la estaba matando, pensó que entre mas pronto, mejor, se arregló y bajó al restaurante, sin percatarse que en ese momento, Draco subía con unos amigos y amigas.

A pesar de la prisa por cenar, dilató un poco más y las ideas se le acumulaban, subió a la suite y al acercarse, no pudo evitar oír las risas y la música, maldijo entre dientes y al abrir, en la estancia, Draco abrazaba a una mujer pelirroja, guapa y sofisticada, sonreían mientras otra más se le pegaba sinuosamente

Hermione saludó y subió de inmediato a su recámara, de repente, las ideas se comenzaron a esfumar, a medida que quería escribir el ruido ensordecedor de la música, ya no la dejaban concentrarse, cada vez que escribía una cuartilla, las risas estrepitosas, el choque de las copas, los comentarios en voz alta no la dejaban concentrarse

Hasta que, perdió todas las ganas, sintiendo como dentro de ella estallaban mil demonios que acababan con su paciencia ¡Maldita sea! ¿Qué se creía ese hombre, que vivía solo? Pero ella era la única culpable por aceptar compartir la suite con el, por puro capricho

Ni siquiera cerró su recámara, salió echa una furia con su bolso en la mano y casi en la puerta se encontró con Draco, que parecía mirarla con burla, cosa que la enfureció mas

-¡Granger! – Le llamó – Tengo una reunión con mis amistades ¿No te quedas?

Hubo un silencio por unos segundos

-¡Vete al diablo! – Le gritó y salió dando un portazo, el quiso sonreír por la reacción, pero solo hizo una mueca mientras sus ojos se oscurecían, vio que su habitación estaba abierta y subió para cerrarla…

Le llamó la atención los pergaminos sobre la mesa y curioso, se acercó para leer, pero le llamaron las amiguitas.

-¡Draco, amor! – Gritaban - ¡Te están tardando!

-¡Ya voy!

-¿Y tu amiguita?

-Se fue

-¿Se molestó, eh?

-Creo que si

Estando ahí, no pudo evitar ver el montón de anotaciones en una libreta, rayones, mapas, uno de la india estaba abierto, otro de Japón, un libro de historia y un libro en particular, lo tomó y leyó la portada, el había visto ese libro en Diagon, sabía que los estudiantes lo compraban como un libro de culto.

-¡Claro, este es su tesis de cuando la cerebrito terminó la academia y los chicos lo adquieren! Supongo que esta escribiendo otro y yo rompí su concentración

Hermione llegó a casa de Aurora, con una cara de pocos amigos, ella se sorprendió mucho

-¿Qué pasa chica? ¿Qué haces aquí a estas horas?

-Al señor Malfoy se le ocurrió hacer una fiesta y no pude concentrarme más ¿Puedo quedarme en tu sillón esta noche?

-Sabes que si…

-¡Uf! – Suspiró – Parece que Draco está decidido a darme guerra…

-¿Están permitidas las fiestas en las habitaciones?

-No lo sé, no quise discutir.

A la mañana siguiente, después de desayunar, Hermy regresó al hotel, en la sala de la suite, Draco estaba sentado ¡Oh! Ella al verlo tuvo un vértigo, es que desde que amanecía, parecía vestido para matar, elegante de pies a cabeza, con un aroma masculino que le inundó sus sentidos al instante

Maldijo eso, ella estaba echa una facha, lo vio tomar su te con elegancia, pero con la indiscutible mirada fría, ella solo dio los buenos días y paso de largo, rumbo a su habitación, pero el dejo el te y la detuvo

-Granger – le llamó - ¿Por qué no regresaste a dormir?

-JA – Rió con sarcasmo - ¡No eres nadie para darte explicaciones!

-¿Fue por la fiesta que tuve? Se fueron a las once, el hotel no permite que los invitados se queden más tarde…

-Tampoco te he pedido explicación alguna, Malfoy – gruñó de brazos cruzados

-Bueno, es que tú tampoco me dijiste que estabas escribiendo un libro. Así no hubiera perturbado tu paz…

-¿Cómo lo supiste? – espetó

-Anoche saliste tan rapido que tu puerta quedó abierta… no pude evitar leer algo de lo que ya tenías escrito… tomé prestado el libro que tienes impreso ya, no es lo que acostumbro a leer pero…

-¡Eres un atrevido! – Protestó - ¡Si alguien plagia mi libro, te demandaré!

-¿Así? – Sonrió de repente… esa sonrisa era como un sol, deslumbraba, perturbaba, los dientes del rubio eran tan perfectos, la curvatura de sus labios tan deliciosa que por un momento se perdió en ellos

Hermy recordó lo que Gina le advirtiera, tener cuidado con esa infernal y encantadora sonrisa, seria el comienzo de una pesadilla, pero ella sacudió su cabeza ¡No era una cabeza hueca para caer como idiota solo porque se veía muy encantador!

-Puedes quedarte con el libro – espetó – ¡Y que te aproveche! Espero que tu “cultísima” educación, te permita entender lo que está escrito ahí

-Gracias Granger, eres amable y amorosa

-¡No seas cínico Malfoy!

-Claro – le volvió a mirar con esos ojos grises que le parecían de pronto más grandes y más grises - ¿No me dirás con quien te quedaste a dormir?

-¡NO! ¡Que te importa! ¡Deja de molestarme!

-¡Ah! Bien, luego lo sabré… que pases buenos días, Granger

Ella rabió ¿Cuál era su juego de Malfoy? ¿De cuando acá le hablaba siquiera? ¿Por qué era un cínico desgraciado? ¡No porque fuera guapo caería como idiota!

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora