39: Escapando de todo

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Hermione reaccionó...

Los golpes en la puerta eran contundentes, ella estaba sumida en su tristeza, se seguía sintiendo culpable, por provocar que Luna saliera lastimada y ella misma, no decirle antes que era lo mejor, lo adecuado, que no ocultara información, ella misma no le había dicho a Draco lo que había pasado entre Ike y Luna

Cuando abrió, se sorprendió pues era Harry

-¿Que? - Masculló

-¿Puedo pasar? - Le preguntó mirando con atención sus ojos enrojecidos por el llanto

-Harry, te lo juro, si vienes a reclamar algo, no estoy de humor...

-No he venido a agredirte Hermione, solo quiero hablar

-¿Conmigo y no con Ron o con Ginny?

-A Ron ya casi no lo veo, con Gin no están bien las cosas....

Hermione dejo que Harry pasara, mientras el se acomodaba, fue a preparar te y le acercó una taza, el muchacho bebió lentamente, analizando la situación, sus palabras, buscando el modo de no iniciar una discusión, todo lo sucedido era demasiado doloroso para dejarlo pasar por alto, ninguno lo merecía.

-¿Te sientes bien? - Preguntó Harry a Hermy

-No - susurró sinceramente - Luna está pasándola mal... Pero no por lo del juicio, es por algo que pasó antes y me hace sentir culpable

-Su... su intervención, digo, ella estaba muy tranquila pero yo no le creo que... que no la haya forzado

-Tampoco es que ella brincara a sus brazos, pero el sujeto que acusó a Ike, es el que iba a abusar de Luna, Maurice McMahon no es la mejor persona del mundo, he escuchado de él cuando estuvo en Durmstrang, es un loco sádico... la hubiera matado Harry

El moreno dudó

-Se lo que piensas... Ike es un Malfoy, lo lleva en la sangre...

-Creo que Malfoy si te quiere... - Masculló Harry con un dejo de timidez

En ese momento, Draco llegaba al departamento de Hermy, escuchó voces y acercó su oído, era Hermione con un hombre, reconoció la voz de Harry...

-Yo quiero a Draco - Dijo Hermione con lágrimas surcando su rostro - Pero ahora no me siento fuerte, sufro mucho por Luna, estoy odiando a Ike y no puedo estar cerca de ellos...

-Hermy...

-¡A lo mejor todos tienen razón! - Gimió Hermione - ¡Yo no nací para estar con un Malfoy! Tengo que dejarlo...

Draco se aferró a la puerta sintiendo que el corazón se le rompía en ese momento, tragó saliva y estuvo a punto de derribar la puerta y exigirle que se lo dijera a su cara, pero se detuvo...

-Tranquilízate Hermione

-¡No puedo! ¡Ike le destrozó sus ilusiones a Luna! ¿Quien me dice que Draco no me puede hacer lo mismo? ¿Quien me asegura que tú tienes razón Harry al decirme que yo no debo estar con Draco?

-Oye...

-¡Tengo que dejarlo! - Masculló limpiando su rostro - Antes que me destroce la vida...

Draco no tuvo el valor para abrir y exigirle una explicación, no quería que ella le dijera en ese momento que todo terminaba, no deseaba quedarse sin su amor, pero temía que en ese momento, le devolviera el noviazgo, el compromiso y todo se echar a perder...

Se fue de ahí con su dolor, finalmente tenía que ver como seguía Ike, aunque el también comenzara a odiarlo, porque de la alegría de tener a su otro pariente con él, su llegada había sido un caos total

-Draco te ama - Dijo Harry finalmente

-¿Que?

-Los vi... lo vi sobre todo a él... el modo en que te tocaba, que te hablaba, como te veía... no puede ser fingido, el te quiere Hermione aunque me moleste reconocerlo

-No podría...

-¿Entonces sacrificarás tu felicidad? Luna no estaría de acuerdo

-Necesito tiempo...

-Si... todos necesitamos tiempo... Ginny y yo estamos separados, tuvimos desafortunados eventos que por el momento no nos permite estar juntos en este momento

-Lástima que no puedo darte un consejo...

-Te quiero mucho Harry - susurró Hermione

El moreno se levantó y fue hacia ella para abrazarla, ella le correspondió, finalmente los dos estaban pasando por un dolor similar, se consolaron mutuamente, como siempre debió haber sido

En el transcurso de ese día, Luna llegó a casa de su padre y se sorprendió de verla ahí, con su estrafalaria maleta, su baúl y una tristeza en sus profundos ojos celestes, ella sonrió de dientes para fuera, porque nunca demostraría su sufrimiento a su padre, el no tenía porque deprimirse por ella.

-Decidí quedarme aquí padre...

-¿Por cuanto tiempo hija?

-No lo se - sonrió - Ya no quiero estar sola

-Me da gusto tenerte en casa Luna, pero... pensé que ya hasta tenias un novio y...

-No tengo nada padre, no deje nada en la ciudad

Claro que el padre de Luna podía creer en las cosas más extraordinarias, pero no le creyó una palabra a su hija, la conocía tan bien, en sus ojos no se ocultaba la tristeza, por la noche la escucho llorar... su hija tenía un dolor en el alma, pero no podía exigirle explicaciones, ella tenía que decirle lo que pasaba

Cuando Harry se marchó, ella se preguntaba ¿Ahora que? ¿Qué pasaría con su vida? No lo pensó mucho, nada a decir verdad, necesitaba huir, tomó una maleta, la llenó y se marchó, esa noche se la paso en el aeropuerto, decidiendo a donde se iba…

Se comunicó con Vadir y el estaba en Canadá, ella dudó por un momento, pero el libro estaba terminado, solo faltaba que le revisaran para que pudiera ser editado y publicado de inmediato… llegaría a Quebec y Vadir la estaría esperando.

Por otro lado, Ike abría de nuevo los ojos después de que los sedantes dejaran de surtir efecto, por unos momentos se quedo sin habla, hasta reaccionar al ver esa dulce mirada, aunque con una actitud seria por parte de ella…

-¿Quién?

-Que bueno que ya estás mejor Ike

-¿Quién es usted?

-Antoinette Bocaletti Malfoy, querido… soy tu tía abuela

-¿Mi tía abuela?

-Primero me alegré de encontrarte, ahora ya no se que pensar de ti…

-¿Por qué?

-Por Luna… pobre muchacha, no tenía ninguna necesidad de enterarme de lo que le hiciste

-No fue por mi gusto, pero le pedí perdón, ella lo hizo

-¡Oh, si! La pobre te justificó en el juicio quedando como si fuera una cualquiera ¿Y tu que le hiciste, eh? ¡Anda, dilo!

-La corrí

-¿Cómo pudiste hacer eso con esa niña que te adora?

-Ella no me quiere… solo que le da pena mi situación y mi historia

-JA ¡Pamplinas! ¿Y todo lo que ha hecho por ti te parece poco? ¡Es ella la que ha dicho que tú no estás enamorado de ella! No se lo que le pasa a estos hombres, son un par de idiotas, se consiguen chicas excelentes y las dejan ir como si se dieran por las esquinas…

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora