43: Corazones en conflicto

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“¿Zaire, abuela?” – Recordaba Draco y sonrió como nunca, ya tenía la corazonada que Hermione alguna vez iría a ese lugar, intrépida y escurridiza como siempre, desparpajada como nunca. Recordó Saprambolu en Turquía, no estaba nada glamorosa, pero así le gustaba

Incluso la tuvo en sus brazos, oliendo su cabello, sintiendo su piel tibia y el palpitar acelerado de sus corazones, esa primera noche, supo que no podía vivir sin ella y que comenzaba algo enorme en su corazón.

“¿Cómo sabes que se fue a Sudáfrica?”

“Vadir Marx, me lo contó”

“¡Ah! ¿Hablaste con él? Yo no pude localizarlo”

“¡Pues yo si, lento! Resulta que Hermione estaba en su departamento, viviendo ahí unos días”

“¡Oh!”

“¡Y no vayas a pensar mal! Vadir es un muchacho de esos coquetones, es tranquilo, se nota decente, un poco alocado y confianzudo. Me ha repetido sin vacilación que Hermione te ama, pero teme que sus diferencias lo separen”

“Lo se abuela, entonces partiré de inmediato, la buscaré en Senegal, podría ser que se encuentre en la Isla de Goree o en los mercados de Dakar, o bien, por Beni, Kasesse o Mussi, visitando a los pigmeos”

“Te acompañaría, pero ya estoy vieja para estos trotes, pero eso si, la quiero de regreso Draco”

“Te lo prometo abuela”

Al tiempo que él se disponía a viajar, Ike había platicado con Xeno, al parecer éste no se había enterado de todos los pormenores del juicio, ya que por respeto y petición de Harry, no se había dado a los periodistas el acceso y solo les habían dado un resumen de los delitos

Éste se mostró un poco reticente cuando supo que era un Malfoy, le consoló el hecho de que nunca había estado en contacto con ellos hasta ahora, no le contó su historia de sufrimiento ni delincuencia… y como veía el amor en los ojos de Luna para con el muchacho…

El le sostenía con firmeza las manos, los dos se miraban como si fuesen el sol de cada uno, el amor se sentía en el ambiente, simplemente, Xeno dio su bendición y esperaba que su hija, tuviera un poco de felicidad… claro que no perderían el tiempo, porque Ike la llevó a la mansión

Antoinette estuvo satisfecha de ver a la muchacha en cuestión, si bien no era la gran belleza, en ella se notaba sinceridad, amor, ternura y un brillito apasionado en los ojos, suspiró pensando que por lo menos Ike había recapacitado, ya solo le faltaba que Draco se pusiera las pilas

Con Brenda ya había tenido una conversación seria, le había dicho que al toro por los cuernos, que confesara sus sentimientos, que se arriesgara o de lo contrario, su vida sería un desastre.

¡Al menos ese día! La abuela se hizo ojo de hormiga y dejo que Luna se quedara a dormir en la habitación de Ike, incluso ella le dio un tour por las mazmorras de la mansión en donde había estado secuestrada durante la guerra… eso Ike no lo sabía y se horrorizó

Pero la tranquilidad de Luna, su aceptación a su vida y sus tragedias, era sin duda digno de una mujer valerosa… En ese sitio, oscuro y frío, no lo dudó, la atrapó en sus brazos, besándola con mucha pasión, en medio de los ecos que aquellas paredes proporcionaba…

Solo los ruidosos jadeos de la dulce voz de Luna y de la rasposa sintonía de Ike se escuchaban… le hizo el amor ahí mismo, en esas paredes frías, pero claro que eso era lo de menos, el cuerpecito caliente del muchacho era suficiente para ella, porque el era suyo… solo suyo…

Un par de días después (Luna no salía de la habitación de Ike… ¡cuidándolo!) Brenda recibía la notificación de su cambio de departamento, así que comenzó a guardar sus documentos, el apoyo ya había terminado, así que ahora se iba a otro departamento para no regresar de inmediato a Francia

Ella suspiró y miró de reojo a Harry que llegaba en ese momento… ella no se volvió, podía sentir sus pasos, sentía su aroma esparcido en el aire, procuró no pensarlo, pero la conversación con Antoinette la estaba matando… ¿Qué le confesara sus sentimientos?

Harry no se quedó alejado, se acercó a ella, no había nadie más que ellos en la oficina, Brenda se tensó y se negaba a verlo, pero tuvo que hacerlo y se estremeció al contactar sus ojos verdes

-Me voy – le dijo – Así al menos estarás más tranquilo

-¿Por qué te quieres ir?

-Ya te había dicho que solo estaba como apoyo, ya me dieron mi cambio a otro departamento, el ministro no quiere que me regrese a Francia… ya le expliqué que tú estás bien, que solo fue una mala racha

-Tú deberías quedarte al frente

Ella lo negó ¿Es que Harry insistía en torturarla de ese modo? ¡Aléjate! Pero no lo hacía, estaba ahí, ella explotaría y él simplemente le diría ¡Lo siento, pero tengo que regresar con mi novia!

-¿Por qué tenías sexo conmigo? – Preguntó Harry de pronto ¡Oh, Dios!

-No tiene caso hablar de eso…

-Yo quiero saber…

-Por lo menos espero que hayas quedado complacido, yo creo que tú eres un excelente amante Potter…

-No quiero pensar que eres así con los hombres que te gustan – Susurró con delicadeza – No puedes ser así

Fue rápido, fue en un sollozo, las lágrimas saltaron y ella se cubrió su rostro con las manos, maldita sea, eso era lo que ella no quería, quebrarse delante del moreno, pero era demasiado tarde

-¿Brenda?

-¡YA! – Gritó - ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué te quiero? ¡Pues si, estoy malditamente enamorada de ti! ¡Pero no puedo rogarte, suplicarte que me quieras porque se que eso no pasará! ¡Para mi no solo fue sexo! Para mi fue cumplir un sueño imposible, aunque fuera por unos cuantos días…

-Bren…

-No… me digas… nada… Se que no me amas, que me dijiste que volverás con tu novia… Harry yo solo te deseo la mejor de las suertes, espero que te reconcilies con ella y por favor, se que tu eres muy noble, así que no me hieras más… quiero, quiero terminar de empacar mis cosas e irme…

-No creo que…

-¡Harry por favor! Se que odias a mi tía, pero ten piedad de mí… vete solo un momento, ya termino, ya me voy… te dejo en paz… solo quiero que seas feliz y si tu novia es la ideal, pues búscala, reconcíliate y es todo… ahora, déjame sola, quiero terminar…

Harry dio unos pasos hacia atrás y miró a Brenda que hacía todo lo posible por calmarse, quizás esperaba escuchar el “¡No te vayas!” pero salió afuera, mientras que Brenda corría al baño para terminar de desahogarse

El pelinegro se quedó en la puerta principal, pensando en lo sucedido… reaccionando… ella le había dicho que lo amaba, pero que no suplicaría porque no era correspondida, cierto que el pensaba que amaba a Ginny pero, últimamente solo pensaba en Brenda

Iba a regresar al interior, pero en ese momento, los otros aurores comenzaron a llegar y el solo les medio sonrió, pero nada más, se fue de ahí y no vio cuando Brenda salió de la oficina con sus pertenencias, ahora su nueva oficina estaba en otro piso, Harry no la vería

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora