40: Sentimientos cercanos

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-¡Querida! – La abrazó Vadir al verla - ¡Por fin, ya era hora, el vuelo se tardó!

-Gracias Vadir, te agradezco infinitamente tus atenciones, he terminado el libro, te lo dejaré para que lo revises

-Muy bien ¿Te quedas en mi casa entonces?

-Claro. Solo por unos días, mientras pienso que haré con mi vida… que hago con mis sentimientos

-¿Dejaste solo al bombón rubio?

-No quiero hablar de el…

Vadir no la interrogó más, la llevó a su departamento y la instaló en una habitación, dejándola descansar, mientras que él se disponía a revisar el libro. Esa tarde, en Londres, Ike salía del hospital y junto con el sombrío semblante de Draco y la tía abuela, lo dejaron en una de las recámaras de la mansión Malfoy

Ike se extrañó al no ver a Hermione, pero temió preguntarle a Draco, pues este no se veía nada bien, notó que le decía algo a la abuela y salía aprisa… Ike no se sentía a gusto ahí, en donde se sentía un maldito intruso

Draco fue directo a buscar a Hermione, pensando que quizás estaba más calmada y podrían hablar con calma, entró al departamentito, en silencio predominó, todo en penumbras, tal vez pensó, ella salio un momento.

Pero las horas pasaron y nada, entonces Draco reviso todo, no había un solo rastro de Hermione, el armario estaba casi vacío, el tocador limpio, la cama intacta, pero aún así, en todo estaba impregnado el perfume que ella usaba, Draco por un momento se puso furioso, ella se había ido

Cuando regresó a la mansión, su abuela salía de la habitación de Ike quien supuestamente estaba dormitando, pero escucho todo lo que se suscitaba en el pasillo

-Se fue – masculló la abuela - ¿verdad?

-¡Si! Maldición… presentí que se iría…

-Pero no te enojes, tu tuviste la culpa por no retenerla a tiempo ¿Pues que querías? ¿Qué se quedara para soportar tu mal humor? ¿Para soportar a tu primito que es todo un Malfoy y que dañó a una pobre inocente criatura? Si ella fuese tu esposa tal vez, pero no te casaste con ella a tiempo… la dejaste ir

-Tía abuela…

-¿Por qué todo salió tan mal con ustedes? Si Ike hizo lo que hizo con esa pobre muchachita que quedó en mal con el tribunal llamándose así misma una libertina por decir que no la violaron, que todo lo contrario… ¡Su deber era quedarse con ella!

-Lo sabemos…

-¡Pero el no encontrará una muchachita más enamorada de el que Luna! Pero seguro los “grandes señores Malfoy” quieran otro tipo de mujeres, unas de las cuales sentirse orgullosos

-Por favor tía

-¡Por favor nada! ¡Debiste dejarle la suite desde el inicio a Hermione, así le hubieras ahorrado su sufrimiento, no se hubiera enamorado de ti y tu no le hubieras echo desdichada!

-¡Yo no le hice desdichada!

-¡Claro! Lo mismo dijo Ike de Luna

-¿Por qué se niegan a ser felices? Ellas solo quieren todo lo que una mujer desea para completar su vida… no piden perfección, solo que alguien las ame, un hogar tranquilo, quizás un par de hijos… o uno…

-Yo deseo lo mismo tía abuela, Hermione lo sabía

-¿Qué paso contigo Draco?

-Tengo miedo… ella no quiere saber de mi por lo que le hizo Ike a Luna de despreciarla… pero, luego, me vienen mis recuerdos, me esta pasando lo mismo que con Ginna, que era el amor de mi vida, la mujer mas bella que he conocido… luego me encuentro con ella, la cual es distinta en todos los sentidos, excepto porque ella si quiere tener hijos… creo que fue en ese momento…

-Cuéntame Draco

-Cuando la oí hablar con tanta emoción sobre ser madre, me dieron ganas de casarme con ella y darle hijos, porque fue algo raro, mágico, porque a pesar de que amé con locura a Gina, nunca, nunca me dieron ganas de tener un hijo ¡Pero con ella si!

-Porque la comenzaste a amar mucho más que a Gina – Gruñó la abuela

-la primera vez, la noche en Saprambolu, cuando la tuve entre mis brazos, solo deseaba abrazarla y acariciarla, besarla, pero me contuve, algo me decía que esperara, que hiciera bien las cosas, pero nada salió bien… ella se ha ido

-¡Ay Draco! Mira, vete a tu habitación para que descanses, aún estas cansado por todo lo sucedido y debes recuperarte, yo me quedaré con ustedes, porque créeme, no regresaré a Alemania, sin antes haberte casado con ella

-No sabemos donde está

-¡Ya la encontraremos a mí ninguna futura sobrina nieta me deja plantada, créeme Draco, esa niñita será tu esposa o dejo de llamarme Antoinette Boccaletti Malfoy!

-No podrás con Hermione…

-Te lo aseguro Draquito…

Antoinette se llevó a Draco, mientras que Ike se incorporaba en su cama, así que por su culpa, la vida sentimental de Draco estaba echa pedazos… ¡Pero es que el ya no quería ser malo! El quería ser diferente, el no despreciaba a Luna, solo que tenía miedo de terminar en la prisión

No era el único en conflicto, Brenda lloraba en silencio en su recámara, ahora tendría que trabajar unos días más junto a Harry, seguramente, su novia le podría perdonar y el seguir con su vida perfecto… y recordaba…

***********

-¿Y como es Harry Potter en persona Fleur? – Le preguntaban a la muchacha en Beauxbatons, cuando regresaron del torneo, en donde Brenda no había podido ir por estar lesionada de un tobillo

-Es muy agradable

-¿Es guapo?

-Definitivamente… No… pero hay otros chicos mas interesantes, conocí a uno en especial con el cual pienso escribirme todos los días

-¡Me hubiera gustado conocer a Harry! – suspiraron unas chicas

-Lo se, pero las circunstancias no fueron las mejores, a ese chico le pasa de todo

-¿Cómo está tu tobillo Brenda?

-Mejor Fleur, gracias

-¡Y pensar que tenías oportunidad de ir!

-¡Y ver al guapísimo de Harry Potter!

-A mi no me gusta para nada – dijo en esa ocasión – yo voy por el concurso en sí, no por quien compite, además, el no tenía porque haber competido, solo tiene 14

-Pero como ya dije – murmuró Fleur – a el le paso de todo, no tenía porque participar y casi muere, claro, finalmente hubo una muerte

**********

Brenda en esa ocasión, podía ir no como competidora, si no como apoyo porque tenía quince años, pero lastimada por un hechizo fallido, guardando secretamente su admiración por Harry, anhelando verlo por instantes…

Sufriendo terriblemente cuando su tía Umbridge hacía alarde que lo ponía en su lugar, ella fingía, pero en el fondo le dolía… tuvo un par de noviazgos fallidos, buscando hombres que se parecieran al pelinegro, pero su ideal era llegar al ministerio de magia en Londres cuando salió en el diario que le habían dado un puesto.

Por lo menos… había tenido a Harry entre sus brazos, había sentido su pasión arrebatadora y su modo de hacer el amor, tenía que conformarse con eso… vestigios de un amor fallido.

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora