31: ¡Cierra la boca!

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Una larga semana había pasado, Draco sin querer estaba haciendo lo mismo que Ike, en relación a que llegaban por la noche al edificio y se iban por la mañana, claro que Ike no todos los días, sobre todo por cuando tenia que apoyar a Nott en algún golpe…

En el ultimo no les había ido muy bien, puesto que Brenda había logrado cercarlos y darles una buena pelea, pero para eso, los otros tenían a Ike, muchos se preguntaba que para no haber acudido a un colegio de magia, sabía mucho…

Gracias a él, ni Brenda ni Harry lograron ponerles las manos encima… porque Ike era muy hábil, logrando sacarlos a todos del área, así que no lograron atrapara a ninguno y sobre, todo, se llevaron lo que habían sustraído… Nott estaba furioso por un lado, porque al parecer ya los estaban cercando, pero por otro lado, mucho menos soltaría a Ike.

Brenda no estaba contenta por no haberlos capturado, pero si el Ministro, puesto que a su semana de llegada ya estaba teniendo buenos resultados, la logística que ella usaba, sus investigaciones, eran excelentes y las de Harry dejaban mucho que desear…

Esa tarde, le llegó un paquetito a Brenda, pero el mensajero tuvo un tropiezo y el paquete se le fue de las manos y cayó al piso, Brenda pegó un grito, y corrió hacia el paquete que había llegado a los pies de Harry…

-¡Ay no, ay no! – Lo levantó y de inmediato lo abrió delante de Harry, era un anillo con un precioso diamante, que brilló incesante, estaba engarzado en corazones de oro blanco, era muy vistoso - ¡Uf!

-¡Lindo! – Gimió una auror que estaba por ahí y alcanzó a verlo

-¡Ojala fuera mío! – Sonrió Brenda y Harry no pudo dejar de notar que su sonrisa era tan preciosa como su rostro, sobre todo porque acostumbraba a pintarse los labios con un color rojo cereza y encima un lipgloss que lo hacían lucir más brillante – Pero es para un conocido mío, Draco Malfoy…

-¿Draco? – Chilló Harry y Brenda giró a verlo, sus ojitos brillaron, se mordió los labios coquetamente y se acercó con ese caminar sinuoso, sobre todo por las faldas pegadas que acostumbraba a ponerse

-Es un anillo de compromiso – Le dijo recargándose en su escritorio, mostrando su perfecta curvatura de columna – Para su prometida… obviamente… se llama Hermione Granger, tú la has de conocer

-Si…

-Una mujer muy guapa e inteligente ¡La mejor de su clase! Ella y yo tenemos buenas conversaciones, somos cultas, leemos bastante y nos basamos en la racionalidad, en lo que dicen los textos

-Si, ella es muy inteligente, pero el que este con Draco deja mucho que desear – chistó y Brenda sonrió ampliamente pasando su lengua por sus labios de modo muy coqueto

-¡Claro! Es que era tu amiga ¿no? Bueno, a ti no se te pegó su inteligencia ¡pero entonces la contaminaste con tu estupidez! Porque muy brillante, querido, definitivamente no lo eres…

Harry apretó los dientes y puso de pie en forma violenta, pero Brenda seguía mirando el hermoso anillo

-¡Creo que este anillo se verá divino en la mano de Granger, este fin de semana, Draco pedirá su mano! ¡Ah, el amor!

-¿Y como es que estas de acuerdo siendo tu una Umbridge? ¡Tu tía nos odiaba y era cruel, déspota y mala!

-Yo… no soy mi tía… - Le dijo burlona posando sexy con las manos en la cadera (Como una de esas poses de Victoria Beckham) – Porque yo soy sexy, ardiente, pero muy inteligente ¡ah, rimó! Pero no puedo negar, que si heredé el carácter, por eso no me muerdo la lengua al decirte que perdiste a una gran amiga… la cual te fue de mucha ayuda, porque según Draco, ella era la que leía e investigaba ¡que pena me da tu caso!

-No me vas a venir a dar clases de moral – chilló

-¿Qué te pasa? No perdería mi tiempo contigo…

Y se alejó moviendo sinuosamente sus caderas, Harry maldijo porque parecía que no podía despegar sus ojos de ella, parpadeó y se dijo imbécil así mismo, luego pensó en Hermione… así que… la cosa iba en serio, pero el se negaba a aceptarlo, ella no podía estar con ese idiota.

Draco acudió con Hermione a casa de sus padres, para su visita oficial como su novio, debo decirlo, que Hermione evitaba decirle algunas cosas a sus padres con respecto al mundo mágico, así que al menos ellos no sabían mucho sobre Draco y sus maldades en el colegio.

Para la madre de Hermione, Draco le pareció realmente encantador, era guapo, distinguido, con su porte, educado… nada que ver con Ronald que la verdad, si era un poco… distinto, aparte que el rubio llevo una buena conversación, claro que no hubo ningún problema, dado que el muchacho era educado.

Cuando salieron de la casa de los padres de Hermione, ella ya veía las cosas de otro modo, se sentía más en paz, porque sus padres aceptaban totalmente a Draco como su novio, pero aún no se enfrentaba al resto de la sociedad mágica, porque a Diagon, no se había ido a pasear…

En tanto, de regreso al Ministerio, Harry estaba que echaba chispas, pues ahora Brenda se paseaba con un catálogo para cenas de gala, puesto que pronto harían la cena en donde pedirían su mano, su brazo, su cuerpecito y todo lo demás que le pertenecía a Draco, por ser su esposo en la práctica

-¡Pero como eres hipócrita y zalamera con Malfoy! – Chillaba - ¡Ahora le organizas la cena! ¡Si tú debes ser igual que tu tía, ella odiaba a Hermione!

-Que Dolores sea mi tía, no quiere decir que yo menosprecie a los hijos de muggle, mi educación en Francia fue distinta, en muchas cosas no estaba de acuerdo.

-¡No te creo, eres detestable igual que ella!

-Potter, tu no conoces mi corazón, así que no me juzgues mi calidad moral, mejor mi trabajo, aquí es lo que vale, no busques excusas porque no lo has podido hacer

-¡He tenido muchos problemas y no he estado concentrado, pero te aseguro que puedo hacer las cosas mejor que tu, no quiero a una odiosa tipa como tu cuestionando mis investigaciones!

-Yo también tengo problemas y no por eso ando llorando por las esquinas

-¡Detesté tanto a tu tía, que creo que te odiaré a ti también!

-Por Dios Potter, yo te tenía por otra persona, pero me estas decepcionando ¿Qué es lo que te pasa? ¿Solo estas así porque Hermione eligió a Draco? Tranquilo, la hará feliz…

-CLARO QUE NO, NO LA HARA FELIZ, ELLA MERECE A ALGUIEN DISTINTO, NI TU NI EL ESTAN CAPACITADOS PARA AMAR…

Brenda detuvo su lectura… aquello si era para darle una bofetada ¿Quién era ese cretino para cuestionar su corazón? Dejo el libro y se acercó al muchacho, este se paró y le dio la cara ¡No se amedrentaría por Umbridge!

-Pobrecito Potter, estás muy tenso… no sabes lo que dices…

-¡Claro que lo se!

-No piensas con claridad… ¿Qué te hizo tu novia que estás tan molesto?

Harry enrojeció, Brenda curvó sus labios rojo cereza y de pronto, lo rodeó con sus  brazos al cuello y lo besó… un besito… intenso, cachondón, bueno en pocas palabras, que dejaron a Harry espástico, porque aquella sobrina de Umbridge, simplemente le estaba besando de un modo tan sugestivo, provocativo y non santo que… bueno… cooperó sin querer queriendo…

Ella se apartó de Harry, quien para su suerte, el labial era indeleble, solo le quedaba vestigios del brillo, la chica se limpió las comisuras de los labios, fue a su escritorio, se retocó los labios y miró de reojo a Harry que seguía absorto y como un estúpido… suerte que estaban solos en la oficina

-¡Espero que con esto calle tu boca, la verdad es que eres bastante molesto cuando empiezas a gritar! – menciono mientras seguía viendo su catálogo…

¡Rétame... y después... ámame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora