LA BRUJA II "LA MARCA DE LA MUERTE"

Capítulo 17 - Ya viene el padre Rafael

En el pueblo de Cainita la situación es muy delicada en varios aspectos, el temor se expandió entre los pobladores de una forma alarmante, los asesinatos recientes y frecuentes de la bruja no parecen tener un final cercano, muchas personas culpan al padre Tomas de lo que está sucediendo, a quien el padre Darío quiere transferir de inmediato a otro lugar.

Dentro de la iglesia del pueblo el Padre Darío hizo una llamada comunicándose con las autoridades eclesiásticas, ha pedido que envíen un nuevo sacerdote para que sustituya al padre Tomas, el motivo de su transferencia es que no pudo adaptarse al estilo de vida de la región teniendo conflictos con los residentes, quienes han comentado en reiteradas oportunidades estar descontentos con su persona, por tal razón se ve obligado a la penosa necesidad de cambiarlo.

Sin embargo, la respuesta de las máximas autoridades eclesiásticas en Venezuela no es tan afirmativa como esperaba el padre Darío, debido al poco tiempo de haberse efectuado la llegada del joven padre no están en la disposición de enviar un sustituto tan rápido, además que no consideran una razón tan determinante para transferirlo de allí, en lugar de eso le han solicitado al padre Darío que lo ayude en la adaptación del lugar y de mejorar sus relaciones con los residentes locales.

El padre Darío se haya confundido ya que no quiere expresarles los verdaderos motivos que lo han llevado a tomar esa decisión, en el pasado las autoridades de la iglesia han querido ignorar el hecho de la existencia de la bruja del pueblo de Cainita, las recomendaciones siempre han sido las mismas: mantenerse al margen de la situación, no difundir el miedo entre los pobladores, contener la realidad de los crímenes y evitar que las personas ingresen en sus dominios. Por lo tanto, mencionarles que el padre Tomas se encuentra bajo amenaza por parte de la entidad maligna no servirá de mucho.

Asimismo, en la jefatura del pueblo salen de allí el comisario Montero, Don Luis y el padre Tomas, quienes para su desagradable sorpresa se encuentran con un grupo pequeño de personas cuyos semblantes expresan molestia y preocupación, es evidente las miradas de desaprobación y repudio en contra del joven sacerdote. Las personas exigen la partida del pueblo del padre Tomas, al mismo tiempo que lo culpan por los asesinatos recientes.

El comisario Montero y Don Luis tratan de calmar a ese pequeño grupo de personas y evitan que se terminen uniendo con el resto de la población de Cainita, de esa forma no podrían evitar que el padre Darío tenga que expulsar del pueblo al padre Tomas, especialmente ahora que imaginan que con la próxima llamada que haga podría hacer venir desde la ciudad del Vaticano al padre Rafael.

Tanto Montero como Don Luis les recuerdan a las personas que cuando llego el padre Tomas ya había sucedido la desgracia con "los extraños visitantes", además que las últimas tragedias no le han ocurrido a los pobladores de Cainita (lo cual son datos muy ciertos), las víctimas son de otros lugares muy lejanos y es imposible mantener a todo el mundo apartado del sendero prohibido, siempre ha habido personas de otros lugares que ingresan por allí.

Las explicaciones del Comisario y de Don Luis contuvieron mucho los reproches de los pobladores, sumado al hecho de que los pobladores confían en la palabra de ambos, quienes han asegurado que el padre Tomas solo ha trato de ayudar en todo lo posible desde el momento en que llego a Cainita. Los viejos amigos se están jugando su reputación por el joven cura, definitivamente creen que el padre Rafael puede detener a la bruja.

Una vez apaciguada la confrontación con el pequeño grupo de personas las cuales no llegaban a sumar diez residentes del pueblo, los tres hombres se dirigen a la iglesia, allí desean conversar con el padre Darío, la intención es evitar su petición de trasladar de inmediato al padre Tomas, esperan poder convencerlo de no solicitar su transferencia y de ese modo ganar tiempo suficiente para hacer venir al padre Rafael, una vez que este llegue a Cainita ya no deberían transferir al joven cura.