LA BRUJA II "LA MARCA DE LA MUERTE"

Capítulo 8 - Algo que nunca habían visto

En el pueblo de Cainita la llegada del nuevo padre Tomas no ha tenido el recibimiento que deseaba recibir por parte de los pobladores, cometió el error de intentar comunicarse con los lugareños por cuenta propia, al mismo tiempo que mostro mucho interés en saber lo que pensaban los residentes de la zona con respecto a la bruja.

Ahora mismo el padre Tomas está sintiendo el distanciamiento que los pobladores le tienen y cuando camina por las calles las personas se alejan de su presencia, las madres y padres del pueblo llaman a sus hijos a permanecer en sus casas, lo ignoran por completo y no intercambian palabras con él, se produjo el mismo efecto que causaron "los extraños visitantes" hace pocas semanas.

El padre Darío le advirtió a el padre Tomas lo delicado de la situación, es muy reciente su llegada para tratar un tema tan peligroso con personas tan reservadas que solo ven su salvación a través del silencio y la distancia que puedan poner entre ellos, la bruja y quienes se involucren con su existencia, aunque tengan buenas intenciones en hacerlo, en especial si sus deseos los lleva a enfrentarla o tratar de detenerla. La gente de Cainita nunca le darán su apoyo, eso es un tema prohibido.

El padre Tomas se encuentra en la iglesia con el padre Darío, quien le pide mucha paciencia y sobre todo prudencia, ya conoce muy bien que el nuevo sacerdote tiene mucho ímpetu, lo que lo hace ser una persona muy temeraria, sus deseos de mejorar la situación de Cainita lo están alejando de los pobladores.

El padre Tomas: Muy confundido. —No puedo creer lo que ven mis ojos cada vez que camino por las calles de este pueblo, la gente se aparta de mi como si tuviera una enfermedad muy contagiosa, acaso no ven que quiero ayudarlos no puedo creer que les guste vivir así, de eso modo y con tanto miedo, simplemente no puedo creerlo.

El padre Darío: Intenta calmarlo y persuadirlo. —Tienes que entender que la situación no es fácil para ellos, es muy rara la familia que no haya sufrido en Cainita por culpa de ese espectro maligno, debes calmarte un poco y no te apresures en tomar decisiones, créeme, deja que transcurra el tiempo y las cosas se pondrán mejor para ti y para todos los demás.

El padre Tomas: Se calma un poco. —Supongo que eso debo hacer, usted conoce muy bien a las personas de Cainita, tendré que esperar para ganarme su afecto y su confianza.

El padre Darío: —Así es hijo, igual la bruja no suele atacar tan seguido, mantener a las personas alejadas del sendero prohibido es lo importante, esa es nuestra labor más prioritaria y es todo lo que podemos hacer para mantenerlos a salvo, y evitar que se sigan perdiendo vidas.

Esos últimos comentarios del padre Darío no cayeron bien en el padre Tomas y de inmediato lo noto resignado, lo percibe sumiso y totalmente sometido a la crueldad del ánima maligna, considera que debe ser él, la persona que se oponga a su poder, también piensa que tal vez por ser tan anciano el padre Darío no cuenta con la suficiente fuerza física y emocional para detener a la bruja.

Son horas de la mañana y un poco de lluvia está cayendo en las calles de Cainita, la conversación entre los sacerdotes culmina con la salida del padre Tomas de la iglesia, quien ahora se dirige muy deprisa a la casa de Don Luis.

En la casa de Don Luis tampoco es muy bien recibido el padre Tomas, su esposa y su hijo (Luis Junior) están igual de temerosos que los pobladores de Cainita con la presencia del nuevo cura, quien ahora se encuentra enfrente de las puertas de su hogar, no es un secreto para nadie en el pueblo el interés que él ha mostrado desde su llegada con el espectro del mal.

Luis Junior y su madre no invitan al padre Tomas a pasar a su hogar, no les importa que se esté mojando con la lluvia y lo dejan esperando en la puerta, es muy evidente que su visita no es apreciada, al contrario, se les nota su incomodidad al recibirlo en su casa. De inmediato Don Luis sale de su vivienda con un paraguas y luego de cubrir al padre de seguir mojándose le pide irse juntos a la delegación.