LA BRUJA II "LA MARCA DE LA MUERTE"

Capítulo 9 - 1968: B) Una imprudencia

Pasaron pocos días desde la llegada del joven padre Darío a Cainita y ya tiene un plan de trabajo para encontrar la manera de acercar a los pobladores con la iglesia, está intentando crear una comunidad más participativa y social, ya que observó que los residentes no solo eran distantes con la iglesia, sino que también eran poco amistosos entre ellos mismos.

El joven padre Darío piensa realizar una serie de actividades que involucren el compartir entre los pobladores: primero intentara unirlos como una comunidad solidaria, luego hará ese mismo acercamiento con la iglesia, está decidido a lograr en muy poco tiempo aproximarse más a los residentes de Cainita que el padre Ignacio en sus 39 años de permanecer en el pueblo, por ahora se está dedicando únicamente a esa labor.

El joven padre Darío a pesar de haber escuchado lo que es la bruja de Cainita está comenzando a tener dudas acerca del poder y la maldad tan extrema que le han descrito, quizás por venir de la capital y nunca haber sabido de este tipo de historias cree que tal vez la realidad sea un poco distinta, es decir no es tan terrible como le trataron de argumentar. Hasta el clima ahora ha mejorado y hace dos días que no llueve.

Mientras el joven padre Darío trabaja en acercar a los residentes de Cainita a la iglesia, el padre Ignacio está haciendo algo muy distinto, se está preparando para intentar detener al ánima maldita, se ha aislado en el pequeño despacho de la iglesia y pasa la mayor parte del día allí solo, tiene una libreta con muchos apuntes.

El padre Ignacio lleva mucho tiempo investigando sobre la bruja de Cainita, piensa que la clave para detenerla tiene que ver con la marca de color purpura que deja en sus víctimas, sin embargo desconoce el significado de esa marca. Durante varios años el padre Ignacio ha intercambiado cartas con un cardenal en la ciudad del Vaticano en Roma, fue por eso que supo del ritual pero no tienen más respuestas que lo puedan ayudar, investigar la procedencia de este espectro maligno los atemoriza.

Es viernes por la tarde y el clima se mantiene cálido y sin lluvia, el joven padre Darío organizo una especie de bazar comunitario en la calle de la iglesia, pidió que cada familia del pueblo asistiera con comida, bebidas o dulces hechos en sus hogares, luego se colocarían en distintas mesas y se venderían a los mismos residentes de Cainita.

El propósito de este compartir es obviamente unir más a las personas del pueblo, aunque la mayor parte de las familias no están participando, algunas si lo están haciendo lo que alegra al nuevo padre ya que entiende que el acercamiento no será tan pronto, son demasiados años de separación entre los pobladores y la iglesia.

Por supuesto que las autoridades del pueblo están presentes, se aseguran que no haya problemas ya que en el evento también hay bebidas con alcohol y de vez en cuando alguien guarda un conflicto con un vecino y pueden aprovechar la ocasión para entrar en una disputa, por lo tanto el comisario Robert se mantiene en guardia.

El bazar está llegando a su fin cuando son poco más de las 6 de la tarde y la noche se aproxima desde el horizonte, la lluvia reaparece luego de un par de días ausente, es una llovizna ligera, no muy fuerte pero lo suficiente para hacer culminar con el evento. Mientras recogen las mesas del bazar en la entrada de la calle de la iglesia donde están construyendo la plaza de Cainita, se encuentran un grupo de adolescentes y niños reunidos, la mayoría están con sus bicicletas.

Brandon es el líder de ese grupo, es muy atrevido y suele hacer juegos con desafíos y retos muy arriesgados, esta vez quiere retar a Joaquín, el hijo del dueño de la posada que se encuentra en las cercanías del río Acuario en Cainita. Joaquín vive enfrente de la posada, además es novio de Olga, una vecina, ambos tienen la misma edad de Brandon, los tres son buenos amigos y van a la escuela juntos.

El reto que Brandon le está exigiendo hacer a Joaquín es ir solo en su bicicleta hasta la entrada del pueblo en la carretera principal, después ingresar en el cementerio y traer la lápida que tiene escrito la inscripción con los datos de identificación de la bruja.