BOXEA COMO PUEDAS (Completa)

Capítulo 40 - EH!.

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CAPÍTULO 40

RYAN'S POV:

Despierto por el maldito zumbido de algo en el suelo y decido dejar que pase porque el cuerpo de mi rubia preferida está cubriendo el mío, completamente desnudo. Es una tentación mucho más grande que lo que sea que he oído por ahí abajo.

Acaricio su espalda de arriba abajo y noto como aún estando dormida, se le eriza el vello de la piel. Me encanta ver que causo esa sensación en ella. La observo descansar durante unos minutos y descubro que tiene unas pecas muy curiosas al final de su espalda, bajo la mano hasta ellas y las acaricio dejando caer la mano algo más allá. Mia se remueve y dejo de tocarla al instante intentando evitar que despierte. Quiero seguir admirando su figura un rato más.

Su boca entreabierta deja escapar leves suspiros a medida que mi mano toca su espalda, su cabello e incluso cuando la mano que tengo descansando en el colchón, la acerco a su pierna. La tiene encogida sobre mi cuerpo, tapándome por completo, sin necesidad de una sábana. Esta escena vista desde fuera podría catalogarse como de anuncio o película. Ni queriendo podríamos haber terminado de esta manera al acostarnos anoche.

Decido que ya es hora de despertarla porque con tanto tocar y tanto ver, mi cuerpo comienza a extrañarla pero cuando levanto la mano para apartar de su rostro unos mechones rebeldes, el maldito zumbido vuelve a molestarme, esta vez, provocando que ella también despierte.

Se remueve estirando la pierna y alejándola de mi cuerpo algo desorientada, pero cuando consigue abrir los ojos aún algo adormilados, me mira, sonríe y los vuelve a cerrar -escondiendo la cara en mi cuello. Deja un beso en mi piel y no puedo evitar sentir cosquillas. Sé que es su punto débil, pero comienza a ver que puede que también sea el mío.

-Buenos días tomatito.

-¿Tomatito? - se ríe por mi ocurrencia y niega con la cabeza. No le gusta.

-¿Demasiado ñoño?

-Aja.

-Entendido - me coloco encima de ella y atrapa sus manos por encima de la cabeza provocando que su pecho se estire y llame aún más mi atención - entonces buenos días Diosa pervertida.

-Esa me gusta más. - se muerde el labio y noto que coloca mejor su cuerpo para tenerme entre sus piernas. Así me gustaría despertarme todos los días. Me inclino con la intención de robarle hasta el último aliento, pero cuando consigo saborear el comienzo de sus labios... el odioso aparato que ya reconozco como mi teléfono interrumpe mi camino.

-Maldita sea ¿Quién diablo llama tan temprano?

-Tal vez sea Donny. ¿Le dijiste que te quedabas a dormir?

-...

Mi expresión lo dice todo y se muerde el labio para no reírse de mí. Lo noto, se contiene para no dejarme mal.

¡Listilla!

Resoplo y me levanto como Dios me trajo al mundo sin ningún pudor y me enorgullezco al ver su expresión de asombro. Como si no me hubiera visto desnudo antes. Busco los pantalones que están tirados por el suelo y saco el móvil del bolsillo, pero se corta.

Miro extrañado el identificador de llamadas.

- No era Don.

- ¿Entonces? - se coloca boca abajo pero apoyándose en los codos.

La miro en silencio por unos segundos. Bueno no, mejor dicho la admiro. Esa postura...

-¿Qué?