BOXEA COMO PUEDAS (Completa)

CAPÍTULO 39 - Sayonara Baby

CAPITULO 39

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DONNY'S POV:

Consigo llegar al instituto justo a tiempo para ver salir a los primeros chicos.

Le he dejado una nota a Ryan diciéndole que no me espere, supongo que pensará que me quedaré en la universidad pero... no tiene nada que ver con eso.

No tener coche y depender de Ryan en todo momento me mata, creo que debo tomarme más en serio la idea de Holly. Comenzar a trabajar en algo que pueda facilitarme un coche o incluso una moto. Sí, una moto me gusta más. Así podré subir a mi chica detrás y sentir sus muslos asfixiarme cuando acelero o sus brazos rodearme el cuerpo entero. Esa idea me atrae mucho más que tener un coche. Aunque a decir verdad un coche es más intimo y tiene espacio de sobra para hacer...muchas cosas. Tengo que sopesar los pros y los contras de cada vehículo y después, tal vez haga una llamada a mis padres. Llevo sin saber nada de ellos desde hace casi un año, cuando mi tía Doris murió por un ataque al corazón.

Lástima.

Era una gran mujer, pero le daba demasiado al tabaco incluso cuando el médico le recomendó no hacerlo. Era una señora mayor, ya había visto mundo pero la echaré de menos. Sobre todo el dinero que solía darme a escondidas de mis padres porque, como decía ella, yo era su nieto. Y ya sabéis la manía que tienen las abuelas de hacer que el darte la paga se convierta en un trapicheo de drogas o algo peor.

Entonces, como he dicho, llego justo a tiempo de ver salir a varios chicos cargando con algo parecido a unas tubas o trompetas mientras ríen de algo que ha dicho la chica que tienen detrás.

Me apoyo contra una farola que queda justo frente a la puerta principal de donde sigue saliendo gente, a varios metros. Desde aquí puedo verlo todo y a todos con claridad. Pero a mi chica no la veo por ningún lado. Claro que... también es una sorpresa que yo esté allí esperando por ella. Espero no tener que esperar mucho porque la paciencia no es una de mis virtudes.

Un grupo de cuatro chicas caminan pegadas las unas a las otras, como si fueran una barrera, caminan a la par y por un momento me recuerdan a la película de "Chicas malas". Eso me hace reír y cuando levanto la vista para verlas mejor, me están mirando.

No, me están comiendo con los ojos, sobre todo la del medio. Una exuberante rubia de piernas largas y esbeltas, con unos morros recauchutados y un brillo tan brilloso que deslumbra. Su mirada me asusta, parece un lobo acechando a su presa y en este momento creo que yo soy esa presa.

Pues lo llevas clarinete chica.

Hace unas horas, mejor dicho medio día. Antes de que me diera cuenta de la mierda de vida que estaba llevando y me lanzara a por Holly, ni siquiera me hubiera pensado el quedarme donde estoy y apartar la mirada. Simplemente hubiera esperado a que ella viniera y la habría atraído hacia mí para comerle los morros, pero ya no. Ni siquiera tengo la necesidad de hacerlo. Porque mis necesidades han cambiado tanto que me asustan.

Ahora solo necesito una cosa. Y es a Holly.

La veo salir por las puertas colocándose un mechón rebelde detrás de la oreja y sonreírle nerviosa a alguien.

Mi pecho se hincha domo si fuera un erizo a punto de lanzar mis púas cuando veo que a quien le regala esa sonrisa es a un imbécil muerto que camina junto a ella. Muy junto a ella.

Estoy a punto de acercarme a marcar mi territorio como un jodido perro, pero tras fijarme bien en su comportamiento, lo que veo me molesta más para bien que para mal. No sé si se me entiende.

Lo que quiero decir es que Holly intenta librarse de él de la manera más educada posible, pero el parece no captar la indirecta pues sigue caminando junto a ella. No parece estar dispuesto a alejarse así que para cortar el rollo como buen chico que soy, camino hacia ellos y cuando estoy a tan solo un par de metros Holly me ve y en sus ojos un brillo que me corta la respiración se hace presente. Su sonrisa se ensancha, pero esta vez de verdad y no puedo más que seguir caminando con otra sonrisa de idiota en la cara.