BOXEA COMO PUEDAS (Completa)

Capítulo 25- ¿Te estás divirtiendo ya?

CAPÍTULO 25

DONNY

No tengo ni la menor idea de lo que estoy haciendo con mi vida.

No tengo futuro en la carrera que estoy haciendo, no tengo futuro en la relación con mis padres, no tengo futuro en encontrar trabajo... No tengo futuro para nada.

Estoy completamente perdido.

Lo único que tengo claro es que esa chica me vuelve loco, idiota, bobo y cientos de cosas más que no debería decir en horario infantil. Pero no entiendo por qué razón no puedo sacármela de la cabeza, la conozco desde casi siempre, cuando era una cría que solo la oía quejarse porque le robaba las muñecas...

Madre mía, desde que jugaba a las muñecas ya me volvía loco y creo que acabo de darme cuenta de ello.

¡Soy idiota!

Por Dios Ryan me va a matar. Yo, encaprichado con la hermana de mi mejor amigo, después de que me diera la charla años atrás con que no quería que pasara esto exactamente.

Pues fíjate amigo mío que sí, exactamente. Si tengo que admitirlo lo admitiré, me gusta Holly.

Ale, ya lo he dicho.

Antes del accidente de Ryan que lo llevó al hospital, me prometí a mí mismo que me alejaría de ella, que trataría de ser lo más grosero e insensible con ella, más de lo que lo he sido siempre. Es más, al principio lo llevé a cabo, mientras Ryan estaba hablando con Mia en la habitación y Holly me hablaba, yo simplemente le contestaba con asentimientos de cabeza o respuestas cortas.

Pero después de la pelea y de ver a Holly sollozando sin parar con su hermano inconsciente entre sus brazos... no pude hacerlo. Ella se encontraba completamente descompuesta y desanimada. No comía ni dormía, se pasaba las horas pegada a Ryan con el gesto serio e inexpresivo y yo no podía soportar eso... así que, decidí intervenir.

Un día cualquiera de la primera semana con Ryan en coma:

La empujo desde la parte baja de la espalda para que camine a la par que yo pues no deja de insistir para que demos media vuelta.

-Donny de verdad, no estoy de humor para hacer nada. Solo quiero volver al hospital. - Holly camina sin ganas a mi lado sin saber a dónde vamos exactamente.

He decidido llevarla a un lugar especial, un lugar donde me gusta estar a mí cuando me siento mal, perdido y no sé a dónde ir.

-Tú confía en mí Holly, llevas unos días horrorosos y tienes que despejarte. - La guio por las calles desde atrás apoyando las manos en sus hombros.

-No quiero despejarme, quiero estar con Ryan cuando despierte. ¿Y si despierta ahora y no estoy allí? A él le gustaría que estuviera, lo sé, le conozco. - Sus hombros decaídos me indican que como no lleguemos pronto, no conseguiré que deje de pensar en su hermano ni un minuto.

-Escúchame - la giro hacia mí y agacho la cabeza para estar a su altura, pero aún así tiene que levantar los ojos. - Tu hermano va a seguir en el hospital, despierte o no y si lo hace, nos avisarán enseguida y te prometo que volveremos de inmediato, pero mientras tanto sabes que a Ryan no le gustaría verte así de deprimida y ausente, mucho menos por su culpa. Así que ahora mismo vas a sonreír con una de esas sonrisas preciosa que tienes y vas a divertirte, porque te he traído a mi lugar favorito en el mundo y me niego a que lo deseches sin darle la oportunidad de que te guste. Date la vuelta.

Uno de mis comentarios la hacen sonreír de manera tímida y mentalmente me apunto un tanto al marcador, al menos he conseguido algo.

Cuando por fin se gira, la observo cambiar de reacción. Su boca se entreabre y sus ojos se agrandan. Le gusta.