Capítulo 29- No entiendo de qué estás hablando.

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CAPITULO 29

Después de intentar tranquilizar a Holly durante unas largas dos horas, consigo que deje de llorar y vuelva a casa más relajada. Tal vez el problema se pueda arreglar de alguna manera, tal vez tenga solución, pero la verdad es que sí o sí el tema es bastante enrevesado.

Ryan se volverá contra Donny hecho una fiera y sobre él caerá todo su enfado.

Por un momento siento lastima por Donny, pero esa lastima desaparece en el mismo momento en el que pienso qué será lo que el chico está buscando realmente en Holly.

¿Qué querrá de ella? ¿Solo estará jugando con sus sentimientos o realmente siente algo como lo que siente ella? No lo sé, pero de algo estoy segura y es que hoy mismo pienso averiguarlo.

Subo a mi cuarto y sin pensarlo dos veces, me cambio de ropa por algo más bonito, un vestido de flores, un cinturón rojo y mis ya más que familiares botas militares. No soy de llevar vestido pero si Ryan va a estar en su apartamento... bueno, quiero que me vea un poco más arreglada, no es por él, es porque yo así me siento más cómoda. Además, es el tipo de ropa que a mi padre le gusta que lleve, así que son todo ventajas.

Mi padre.

¿Dónde estará?

Saco el móvil a la vez que salgo de casa en busca del coche y marco su número.

Pi...

Pi...

Pi...

Pi...

"El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura puede..." El maldito buzón de voz de nuevo. Esto comienza a desesperarme.

¿Dónde estás papá?

Voy en el coche con la radio puesta y de repente suena la canción de "Ho Hey" de The Lumineers y me embarga un sentimiento de añoranza, de ese día en el que conocí a Ryan. Sé que no hace mucho de eso, pero han pasado tantas cosas desde entonces...

Cuando llego al apartamento de los dos chicos, bajo y por un momento dudo pero negando con la cabeza, me recompongo y sigo caminando. Lo hago por mi amiga, por Holly.

Toco la puerta con una timidez repentina y doy un paso hacia atrás, esperando. La puerta se abre segundos después, por un Donny sin camiseta y el pelo revuelto. Sus ojos me confirman que seguía dormido.

-Mia... - se restriega los ojos.

-¡Donny, qué sorpresa! - me golpeo mentalmente por ese comentario. Está claro que no tengo el don de la improvisación.

-Vivo aquí.

-Sí, lo sé perdona. Quería decir que... bueno nada. ¡Hola! - saludo de nuevo y miro hacia el interior de la casa, con un gesto de indirecta para que me deje entrar, pero no lo capta.

-Ryan no está, creo que tenía una reunión de... algo. No sé. - vuelve a restregarse los ojos y esta vez se le une un bostezo.

-Son las dos de la tarde Donny ¿qué hacías dormido? - enarco una ceja.

-He pasado una larga noche.

-¿Haciendo qué? - me cruzo de brazos. Él parece ponerse nervioso y creo estar consiguiendo lo que me propongo. Sonsacarle algo de información.

-Cosas... Mia, Ryan no está en casa.

-Lo sé, he venido a verte a ti. - como veo que no me invita a entrar, lo hago yo misma dando un pequeño empujón para que me deje sitio.

-¿A mí? - se sorprende abriendo los ojos. Creo que le que quitado el sueño de sopetón. Bien, más le vale desembuchar o me veré obligada a usar mis conocimientos de boxeadora para que lo haga.

BOXEA COMO PUEDAS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora