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Kirishima se encontraba trabajando en su Tablet mientras Katsuki conducía hacia su destino, uno que no tuvo intenciones de mencionar después de preguntar a dónde irían.

Sabía de sobre que lo ayudaría a elegir el obsequio de Izuku, razón por la cual imagino cualquier tipo de sorpresa, ya sea ropa de diseñador o joyería, pero al ver el lugar donde se estacionó, nuevamente quedó boquiabierto. Katsuki si que no dejaba de sorprenderlo, o mejor dicho, no dejaba de sorprenderse en el tipo de Alfa que se volvía cuando se trataba de Izuku.

—Es broma, ¿cierto? — preguntó con sus manos en el bolsillo y su vista fija en el interior del establecimiento.

Katsuki, miró a su amigo, sonriendo e ignorando su pregunta para entrar en el lugar, siendo recibido por uno de los empleados que para mayor sorpresa del pelirrojo este ya conocía a su amigo.

—Un gusto volverlo a ver, señor Bakugo— hizo una reverencia. Guiando al par de Alfas por la zona de exposición.

—¿Se conocen? —susurró Eijiro.

—Trabajó un tiempo con mis padres, solo eso.

—Bien, ¿me explicarás ahora que hacemos aquí?

—Ya te lo había dicho, ¿no? Estamos buscando el obsequio de Izuku— respondió, recibiendo una sonora carcajada de parte del Alfa pelirrojo.

—No estoy para bromas, hermano.

—Y yo no estoy bromeando— gruñó, apretando el tabique de su nariz con la yema de sus dedos.

—¿Un auto? ¿Ese será tu obsequio? — el rubio cenizo levantó sus hombros —. Esto es demasiado, en serio, primero una exposición, ¿ahora un auto? ¿Después que sigue? ¿Una casa?

Katsuki detuvo su andar, levantando su cabeza para mirar el techado del establecimiento: —Bueno... si nos casamos necesitaremos una.

—Ay por Dios, perdiste la cabeza.

Katsuki, lo miro con molestia, realmente no le agradaba ese comportamiento desaprobatorio por cada detalle que decidía darle a Izuku. Le irritaba ser criticado en ese momento.

—Se supone que esto es solo para tu propio beneficio— volvió a hablar Kirishima—. ¿Por qué desgastarse con estas cosas? ¿Por qué gastar tu dinero por alguien que se supone saldrá algún día de tu vida? Joder, Katsuki, deja de jugar con ese pobre chico de esta manera.

—Escucha, me importa un carajo lo que pienses de mi relación, al diablo el propósito de ese maldito matrimonio, sí yo quiero obsequiarle un ridículo auto a Izuku se lo daré y no necesito tu jodido permiso— miro a un costado, viendo cómo el empleado los observaba a ambos desde una distancia prudente—. Así que, ¿me ayudarás o me seguirás criticando?

Kirishima no respondió más, solo suspiro cansado y caminó hacia el beta que los esperaba; una vez frente a todos los modelos recientes, comenzó a cuestionarse cuál sería el adecuado para el lindo Omega de grandes ojos esmeralda.

—¿Qué tal ese? — señaló uno entre tantos.

Katsuki, frunció sus labios y elevó su ceja ante lo que miraba,

—Muy pequeño.

—¿Y ese de allí? — señaló a su lado derecho.

—No me gusta el color.

Y así estuvieron un largo tiempo, proponiendo modelos tras modelos, todos siendo rechazados por mínimas cosas: la cajuela, los asientos, la forma de las ventanas y demás. Ninguno era del agrado del Alfa rubio.

El empleado del lugar, los terminó llevando a la parte trasera dónde tenían algunos autos que estaban siendo preparados para exponerlos al público, al mirar entre tantos, los ojos de Katsuki se clavaron en una camioneta AUDI Q3 color verde agua. Un hermoso color que sin duda combinaría con la persona de Izuku.

Mi mayor codicia [BakuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora