Salomon escuchaba las palabras que Pedro Pablo le estaba diciendo sin poder hacer nada para ocultar su asombro. Su hermano siempre había sido el más inteligente de la familia, el más sensato, el que les daba sermones para que se dieran cuenta cuando estaban haciendo algo completamente estupido.
Y ahí estaba Pedro Pablo, hablando sobre ofrecerse voluntariamente como carnada para intentar atrapar a Ginebra. No tenía ningún sentido, ni siquiera Salomon que siempre había sido impulsivo y no pensaba mucho en las consecuencias de sus acciones podía llegar a pensar que semejante plan funcionaría.
Don Esteban ya había intentado hacer lo mismo meses atrás y no había funcionado; lo único que había provocado había sido exponerse al peligro todos durante el funeral falso, y de hecho él mismo había terminado con un balazo en el brazo gracias a ese plan mal elaborado que a todos les había parecido muy brillante en su momento.
¿Es que Pepa se había vuelto loco? Al menos por fin entendía porque Bosco estaba tan furioso con su hermano últimamente. De haber tenido que ver a su hermano y a Bosco succionarse los labios mutuamente por toda la casa, ahora Bosco veía a Pepa con una mirada tan fría que parecía capaz de congelar el mismísimo infierno. Aunque a Salomon esa furia ahora le parecía más bien un terror mal disimulado bajo esa máscara de enojo que Bosco intentaba poner.
-Pepa, yo te amo mucho, y siempre he sabido que, de los dos, eres el más cuerda, pero esta vez te estás equivocando y gacho- dijo Salomon con completa honestidad cuando Pepa terminó de contarle el plan que tenía con su suegro.
-No puedo creer que tú tampoco me apoyes- le respondió el rizado en tono traicionado; seguramente pensó que la impulsividad de Salomon lo llevaría a aplaudirle el plan sin titubear, pero es que era malísimo.
-Recapitulemos; quieres contactar a Ginebra a través del profesor de matemáticas de Bosco para que él les dé la pista sobre dónde va a estar tú solo; después, vas a irte tú solo ahí y entregarte a Ginebra para que después salga la policía de la nada y la capturen- Salomon había dicho todo eso en el tono más burlón que le había sido posible; esperaba que eso le hiciera notar a Pepa lo tonto de su idea.
-Exacto- respondió el rizado con obviedad: al parecer Pepa estaba demasiado confiado en su plan, cosa que Salomon no podía entender.
-Pepa, ¿de verdad esto no te suena familiar? No sé, tal vez a algo que ya intentamos hacer hace unos meses y por lo que estuve en el hospital con un balazo en el brazo- Salomon estaba dispuesto a hacer todo para convencer a su hermano de que esto era mala idea; con Pepa uno tenía que recurrir a la lógica, aunque en esta ocasión, Salomon sentía que su hermano no estaba usando la cabeza como debía, ¿serían secuelas del golpe que se dio en la cabeza hacía tiempo?
-Es muy diferente a eso- dijo Pepa acaloradamente- Esta vez Ginebra está muy debilitada; ya no tiene los mismos recursos que antes- explicó Pedro Pablo.
-¿De donde sacas eso?- preguntó Salomon intentando alzar una ceja, tal y como la hacía Bosco.
-Le pagó a un maestro para molestar a Bosco; la Ginebra de antes lo habría contratado para matarlo en la escuela, no para torturarlo con exámenes y tarea- comenzó a explicar Pepa con paciencia, como si ya hubiera tenido que hacer esto varias veces- Si actuó así, es porque sabe que ya no tiene la influencia de antes para atacar; Salo, hemos salido de la mansión muchísimas veces y nadie nos ha hecho nada; Mauro y Ginebra están en las últimas, es el momento para actuar- le dijo el rizado con determinación.
Salomon tenía que aceptar que el razonamiento de su hermano sonaba bastante lógico, pero había algo que no le terminaba de entrar en la cabeza.
-Suponiendo que tengas razón... ¿por qué tienes que ser tú el que vaya?- esa era la parte que a Salomon le parecía más arriesgada; ver a su hermano pequeño ir hacia el ojo del huracán exponiéndose a qué lo dañen.
ESTÁS LEYENDO
Eres para mí|Bospa
FanficPedro Pablo Roble y Bosco Villa de Cortes están enamorados. Todos lo saben, incluso ellos mismos, pero no saben cómo confesarlo.