Hawksley

28 6 2
                                    

Empezamos con una mini maratón porque básicamente los tres próximos capítulos eran el mismo, pero como era tan largo, lo he dividido en tres.

Mini maratón 1/3

***

Toqueteé, nerviosa, mi nuevo colgante mientras observaba cómo mis amigas elegían mi vestuario para las colonias. Todos los modelintos buenos se iban con Roñoso y los modelitos malos con Mugroso. Creo que hasta mis pobres sofás estaban hartos de esos motes.

—Asher me ha ofrecido un trato —dijo Naomi de la nada, doblando un vestido que había sobre Roñoso. Las tres estaban mirando ropa mientras yo me bebía un batido en el sofá grande, aun así, todas fijamos nuestra atención en Naomi cuando dijo—: Y he aceptado.

—¿Qué trato has aceptado, Naomi? —dijo Azahara cautelosamente—. ¿No habrás aceptado unirte a una secta o algo así, no?

—¡Claro que no! —protestó—. El trato era sobre las habitaciones de las colonias.

—Ah.

—¿Qué trato es? —preguntó Micah, igual de receloso.

Naomi dejó todo lo que estaba haciendo y se giró hacia nosotras, toda altiva y orgullosa.

—Mi compañera de habitación, o sea, Evelyn, se cambiará de habitación con Asher. Así yo podré estar con él, y Evelyn... con quien quiera que vaya Asher.

—¿Qué? —solté. Y me puse de pie—. Naomi, ¡¿por qué has aceptado eso?!

—¿Qué hay de malo? ¡Solo quiero ir con mi novio!

—¡¿Pero, y yo?! ¡¿No se te ha ocurrido pensar que esto me involucra a mí o que podría decir que no?! ¡¡Naomi!! —lloriqueé—. ¡Que a lo mejor voy con un pedófilo!

—¡Pero si todas las personas serán de nuestra edad!

—¡Pues un pervertido! —me levanté del sofá—. ¡Yo no quiero ir con un pervertido!

—¡¿Te crees que Asher tiene amigos pervertidos?!

—¡Yo veo a Asher capaz de cualquier cosa! ¿¡vale!?

Se hizo el silencio. Le aguanté la mirada a mi amiga hasta que ella puso una mueca triste y dijo:

—Evelyn, por favor. Te lo pido como amiga. No nos dejan ir con nuestros novios en las habitaciones... Y sabes que si esto fuera al revés yo haría lo mismo por ti. Por favor...

Apreté los labios. No me podía creer que fuera a hacer eso.

—Está bien —gruñí entre dientes—. Pero me debes una. Y bien gorda.

Naomi, toda feliz, me dio mil gracias y luego volvió a ponerse con la ropa. Las otras hicieron lo mismo. Yo me volví a tirar en el sofá y a beber de la pajita de mi batido. Hice un sonoro ruido bebiendo mientras pensaba en lo que estaba por venir.

Colonias.

Yupi.

La verdad es que no me apetecían en absoluto, pero con todo el estrés de los últimos días, la verdad es que quizás no estaban tan mal. No habría ni notas, ni exámenes, ni estrés, ni Blackwood.

Cuando me di cuenta de eso, una sonrisa se formó en mis labios inconscientemente.

No habría Blackwood.

Tendría una semana de respiro de Blackwoods.

Qué alegría. Y no lo pensé con sarcasmo. No tendría que verle el estúpido careto en una semana. ¡Una semana! ENTERA. Era un capullo integral y como más alejada estuviera de él, mejor. Seguro que ya estaba planeando su siguiente ataque tras lo que le hice con el examen. No me asustaba. Sabía que no podría llegar a mi nivel. Lo dejé atónito y destrozado.

La Noche Que Nunca Existió (Enemies-To-Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora