Hawksley

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AHHHHHHH SE VIENEEEEEE

Este capítulo es de mis favoritos, ya veréis por qué.

Bueno os dejo con las mil páginas de discusiones llenas de tensión entre los protagonistas:

***

El Blueberrys' era la monada más mona que había visto en mi vida. Vale, estaba allí en contra de mi voluntad, pero el restaurante era lo más bonito que había visto en mi vida. Era enano, cálido, cerrado... Era el típico restaurante poco conocido, pero con una comida excelente y cuyo dueño es un hombre mayor majísimo. Ese era el Blueberrys'. 

Ya pensaba que el enfado del día se me había pasado al ver el restaurante, pero volví a fruncir el ceño cuando vi a un par de chicos idénticos justo en la entrada del restaurante. Allí estaban los dos. Asher y... Blackwood. Podía reconocerlos a pesar de ser gemelos. Antes de llegar, crucé una mirada con él. Con el hermano gemelo malvado. Frunció el ceño y yo le fruncí el ceño a él. Le puse una mueca y él me levantó la cabeza en señal de superioridad y asco.

¿Cómo era posible que ese mismo chico me hubiera pedido una cita? Era un truco de su hermano, estaba segura. Blackwood no me pediría una cita en la vida.

—Llegáis tarde —fue la primera cosa que dijo cuando nos plantamos delante de ellos. Su tono era de repulsión y asco total—. Llegáis cuarenta putos minutos tarde.

Me miraba a mí. A cada palabra, solo me miraba a mí, como si me culpara de todo.

—¿Y qué querías que hiciera? —pregunté como si fuera tonto—. Me habéis avisado supertarde, joder.

—¿De verdad necesitas cuarenta minutos para prepararte? —continuó él, sin sacar sus marrones ojos detestables de los míos. Luego me miró de arriba abajo y puso otra mueca—. ¿Has tardado cuarenta minutos para esto? Si vas igual de fea como cada día. 

Será puto.

Apreté la mandíbula. Estaba a punto de sacarle el dedo del medio.

—¿Así es como ligas tú, gilipollas?

—¿Quién dice que esté a ligando con una rata como tú?

—Ehm, no lo sé, ¿quizás me esperaba que lo hicieras dado que me has pedido una puta cita? —dije.

Él dibujó una sonrisa de asco y superioridad.

—Ah, ¿así que querías que ligara contigo, Hawksley? —ladeó la cabeza—. Sigue soñando. No pienso hacer eso ni que me apunten con una pistola.

—¿Y entonces para qué coño me pides una cita? —reproché.

—¿Te crees que yo quería estar aquí? —dijo poniendo sus manos en los bolsillos con tranquilidad—. Mi hermano me ha obligado.

—Qué bien. A mí también me han obligado. Pero recuerda que preferiría estar en un volcán antes que soportarte un minuto más.

—Dios, esto es increíble —soltó él, rodando los ojos y suspirando. Luego se giró hacia Asher, quien, junto a Naomi, se nos habían quedado mirando. Parecía que le fuera a decir algo a su hermano. Pero se abstuvo. Al cabo de un rato, dibujó una forzada sonrisa—. ¿Entramos ya? Tengo hambre.

Asher nos miró a ambos. Varias veces. Alternó la mirada un rato hasta que al final dijo:

—Claro. Entremos.

Cuando quise darme cuenta, nos estábamos dirigiendo a una mesa los cuatro, mientras que Blackwood y yo nos seguíamos echando miradas de odio. Ninguno de los dos quería estar allí, esto estaba claro.

La Noche Que Nunca Existió (Enemies-To-Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora