Draco Malfoy | One Shots 🐍🍏

Hormones

Situación: donde la lectora habla por primera vez con Draco para que él intente aprender más sobre el tema y conseguirle toallas sanitarias, chocolate y cosas así para guardarlas en su dormitorio para ella.

Advertencias: ninguna

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"¡Joder, joder, JODER!"

La cabeza de Ginny y Hermione se giró rápidamente. Ginny inclinó la cabeza mientras Hermione agarraba su varita en defensa inmediata. Habías llamado la atención de algunos otros estudiantes alrededor, pero no te importó en ese momento.

Sentada en la biblioteca, te estabas poniendo al día con los estudios con tus amigos cuando te sentiste incómoda por un tiempo.

Tu estómago comenzó a retorcerse y a hacerse un nudo en un dolor que te confinó. Te has desestimado varias veces pensando que se trataba simplemente de movimientos intestinales horribles, o simplemente de no comer lo suficiente en el desayuno, pero fue en vano, ese no fue el caso.

De vez en cuando necesitabas tomar un respiro debido a que sentías que casi te quedabas sin aire. Ginny incluso te había dado un codazo accidental en el pecho, lo que provocó que gritaras y la empujaras lejos.

No fue hasta que estabas buscando uno de tus papeles para estudiar cuando te diste cuenta de que estabas sentada sobre él. Moviéndote hacia un lado para recogerlo, observaste una mancha carmesí en él, lo que resultó en la respuesta a todas tus inquietudes.

"Maldita sea, T/N, ¿qué pasa?" jadeó Hermione.

"Podrías decir eso otra vez", murmuraste, recogiendo tu bata y envolviéndola firmemente alrededor de tu cintura.

Se miraron confundidas. Tu rostro se sonrojó de vergüenza mientras cerrabas los ojos por un breve momento antes de hablar.

"...Acabo de tener mi período."

"¿Necesitas un tampón?", comenzó Ginny, sentándose más derecha.

"¿Una compresa?", preguntó Hermione, levantando una ceja.

"¿Analgésicos?".

"¿Una manta?".

"¿Un abrazo?".

Levantaste las manos para indicarles que pararan. "Estoy bien, creo que me quedan algunos tampones... compraré algunos en la tienda más tarde", les respondiste con un gesto de despedida, "supongo que esta es mi señal para irme hoy. Los alcanzaré más tarde".

Ellas asintieron en señal de acuerdo y te dijeron que si necesitabas algo, les avisaras.

Dejándolo así, te despediste con la mano y recorriste los pasillos en dirección al baño más cercano. Afortunadamente, los pasillos estaban bastante vacíos, pero no pudiste evitar sentirte avergonzada por haber manchado tu falda. Todo lo que querías hacer era quitarte la ropa, darte un baño y relajarte en tu dormitorio.

Al doblar una esquina, casi te tropezaste con tu Slytherin favorito. Te agarraste de sus brazos para apoyarte mientras un calambre te golpeaba, obligándote a cerrar los ojos por un breve segundo para recomponerte. Sus duros ojos plateados se encontraron con los tuyos y de inmediato se suavizaron.

"¿A dónde te diriges con tanta prisa? ¿Estás bien?", preguntó Draco, envolviendo sus brazos alrededor de tus hombros y te abrazó rápidamente. Al alejarte, dejaste algo de espacio entre los dos.

Por mucho que te encantaría dejar todo y quedarte allí con él, la agonía paralizante de tu período goteando por tu pierna en cualquier momento no era algo a lo que te arriesgaras. Una vez que comenzó tu flujo, fue abundante.