Bully

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Situación:T/n intenta quitarse la vida después de que Draco la intimida, pero no sabe que el motivo de su intimidación es que él quiere ocultar sus verdaderos sentimientos por ella.

Advertencias:un poco de angustia

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Los pasillos de Hogwarts resonaban con el clamor habitual de los estudiantes corriendo de una clase a otra. Draco Malfoy, con los ojos entrecerrados y la expresión fija en un ceño distante, caminaba por el pasillo. Su mirada se dirigía con frecuencia hacia las puertas de las aulas, con un dejo de inquietud subyacente a su comportamiento indiferente. Notó, no sin un rastro de irritación, que T/n no estaba en la clase de Pociones ese día.

Ella era una Slytherin, como él, con una inteligencia feroz y una confianza tranquila que lo atraía hacia ella de maneras que no podía admitir, ni siquiera para sí mismo. Pero en lugar de enfrentar sus sentimientos, había tomado un camino diferente: uno de hostilidad velada. Los golpes y comentarios sarcásticos de Draco se habían convertido en rutina, una máscara para la agitación que se estaba gestando en su interior.

Cuando terminó la clase de Pociones, Draco dudó fuera de la puerta, mirando los pasillos vacíos. Debería haberse sentido triunfante de que otra de sus púas hubiera acertado, pero hoy era diferente. Hoy, la ausencia de T/n lo atraía de una manera que no podía ignorar.

Necesitaba averiguar dónde estaba. Sin dudarlo, se dirigió furioso a la oficina del profesor Snape. Los pasillos parecían inusualmente vacíos, un silencio fantasmal que amplificaba su ansiedad.

-Profesor Snape -dijo Draco abruptamente mientras entraba a la oficina. Snape levantó la vista de su escritorio, con las cejas arqueadas.

-¿Sí, señor Malfoy? -La voz de Snape era un murmullo bajo.

-T/n no estuvo en clase hoy -dijo Draco, su voz delataba un dejo de urgencia que no había pretendido-. ¿Sabe dónde está?

Snape entrecerró los ojos y un destello de preocupación cruzó su rostro. -Creo que está en la enfermería. La encontraron en un estado angustioso esta mañana.

El corazón de Draco se aceleró. -¿Qué pasó?

La expresión de Snape se suavizó, solo una fracción. -No me corresponde discutir los detalles. Tal vez quieras hablar con Madame Pomfrey.

Sin decir una palabra más, Draco corrió hacia la enfermería. Cada paso se sentía más pesado que el anterior, su mente era un torbellino de miedo y culpa. Atravesó las puertas y encontró a Madame Pomfrey atendiendo a un paciente. Su rostro se volvió sombrío cuando lo vio.

-Ha estado inconsciente desde esta mañana -dijo Madame Pomfrey suavemente, con las manos firmes pero la voz cargada de preocupación-. Trató de...

-No -interrumpió Draco, con la voz quebrada-. No lo digas.

Los ojos de Madame Pomfrey estaban llenos de una compasión tácita. -Ella estaba en un lugar muy oscuro. Ahora está recibiendo tratamiento, pero las heridas emocionales son profundas.

Las piernas de Draco se sentían como plomo mientras se acercaba a la cama donde T/n yacía, pálida e inmóvil. Observó sus delicados rasgos, retorcidos en una expresión de dolor incluso en la inconsciencia. La vista era insoportable, y la comprensión de su papel en su sufrimiento lo golpeó como un golpe físico.

Su corazón latía con fuerza mientras se hundía en una silla junto a su cama, sintiendo el peso aplastante de la culpa. Si tan solo no hubiera sido tan cruel, tan cegado por sus propias inseguridades. La ira que había dirigido hacia ella había enmascarado sus verdaderos sentimientos, pero ahora lo veía con claridad: sus acciones la habían llevado al límite. Las horas transcurrían mientras Draco permanecía sentado a su lado, el olor estéril del hospital se mezclaba con la amargura del arrepentimiento. Madame Pomfrey y otros miembros del personal se movían en silencio, dándole espacio para procesar la enormidad de lo que había sucedido.

Cuando T/n finalmente se movió, sus ojos parpadeando abiertos, Draco estaba allí, su rostro marcado por la angustia y algo parecido a la esperanza. Su mirada se encontró con la de él, y ella pareció reconocerlo, aunque su expresión era una mezcla de confusión y dolor.

"Lo siento mucho", susurró Draco, con la voz quebrada. "Nunca quise lastimarte".

Los ojos de T/n tenían una suavidad fugaz, pero las palabras le fallaron mientras volvía a quedarse dormida. Draco permaneció allí, jurando en silencio ser mejor, enmendar los errores de maneras que nunca podría expresar por completo. Sabía que el camino a la redención era largo, pero por primera vez, comprendió la profundidad de sus propias faltas y el verdadero significado del arrepentimiento.

En la tenue luz de la enfermería, Draco Malfoy estaba sentado en la silenciosa compañía de su propio remordimiento, un niño que aprendía la dura lección del amor y las consecuencias.

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¡NO ES MIO!

Autor/a: isaacarellanesismyhusband

Plataforma: Tumblr

Draco Malfoy | One Shots 🐍🍏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora