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Situación: Draco es el hermanastro de la lectora, algo que a él no parece importarle mientras le pide que ponga su boca a trabajar.

Advertencias: oral (m), degradante, hermanastro, leve bofetada

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-¿Draco? -Su voz goteaba sueño, sus ojos ardían de cansancio mientras miraba el marco oscuro. Se había despertado por el sonido de sus pies pisando el único punto del viejo piso de madera que crujía demasiado fuerte-. ¿Qué estás haciendo?

-¡Silencio! -Su respiración se atascó instantáneamente en su pecho, sus ojos se centraron en su hermanastro que se acercó a su cama. No se atrevió a decir una palabra más, demasiado concentrada en el hombre que siempre la había tratado con rencor y enojo, al menos durante la mayor parte del día. Por la noche se comportaba de manera diferente, como si sus demonios finalmente lograran obtener la ventaja, guiando su lujuria y anhelo por su hermanastra.

-Estoy cansada, Draco -suspiró T/n antes de dejarse caer de nuevo en el colchón. Estaba a punto de cubrir su cuerpo apenas vestido con su manta, pero Draco fue más rápido. Él le arrancó la tela de los dedos, dejando al descubierto la camisa que llevaba puesta, logrando cubrir el par de bragas de encaje que sabía que Draco amaba.

Tal vez había esperado otra visita, tal vez había rezado para que la encontrara de nuevo. Anhelos que no se atrevía a poner en palabras, al menos no en voz alta.

-No me mientas, ambos sabemos que eres una puta codiciosa por tu hermanastro, ¿no? -Se arrodilló sobre el colchón, obligándola a abrir las piernas para acomodarse entre ellas. Sus dedos fríos bailaron sobre sus brazos, subiendo hasta sus hombros antes de que una mano bajara hasta su garganta, dejando que sus dedos la agarraran-. Contéstame.

-Sí. -Ella solo logró presionar un susurro a través de sus dientes apretados, tratando de no ceder tan fácilmente. Draco siempre había logrado tomar la delantera, guiarla mientras se perdía en las olas de placer como una balsa que pierde su camino en el río helado en el que navegaba.

-Bien. Necesito esos hermosos labios envueltos a mi alrededor. -No había podido encontrar ningún descanso, incapaz de ceder a la silenciosa llamada del sueño. La mente de Draco había estado demasiado activa, pensando en la mujer que dormía a solo unas pocas habitaciones de la suya, preguntándose con qué estaba soñando. T/n rondaba sus pensamientos, lo había hecho desde que sus padres se habían casado años atrás. Había intentado mantenerse alejado, hasta que ella cumplió veintiún años y lo habían celebrado juntos, una noche en la que él la había reclamado por primera vez de muchas.

T/n se levantó y se sentó antes de apoyar su peso sobre sus rodillas. La mano de Draco en su garganta la atrajo hacia sí para besarla, distrayéndola momentáneamente mientras sus manos descansaban sobre su pecho. Su cuerpo estaba cubierto de piel de gallina como si él fuera el mismo invierno, abrazando el frío cortante que dejaba marcas en su cuerpo, quemándola directamente a través de su sistema.

Él era la oscuridad, el desolado invierno en el que ella finalmente había encontrado placer.

Draco se recostó contra el reposacabezas de su cama después de quitarse la camisa, exponiendo sus abdominales a sus ojos errantes. La observó liberar su polla, la observó escupir sobre la punta roja tal como le había enseñado a hacer meses atrás. A estas alturas, ella era una natural, sabía lo que él ansiaba, cómo necesitaba sentirla para obtener ese empujón que despejara su mente acelerada.

Sus dedos anillados encontraron su cabeza casi al instante, obligándola a agacharse sobre su polla con un gemido de satisfacción que lo atravesó. Con los ojos cerrados, Draco se hundió en su toque, permitiendo que T/n moviera la cabeza lo suficientemente rápido para dejarlo gimiendo. Sus sonidos eran casi tan fuertes como los de él, atravesándola mientras ella trabajaba su boca sobre él, una mezcla pecaminosa y prohibida de la que ambos se habían enamorado.

"Basta chica, tu boca es tan perfecta para mí". El calor la recorrió, decidida a ganar tantos elogios como fuera posible. Draco no era de los que la elogiaba ni de los que la colmaba de atenciones, solo en esos momentos secretos en los que ella lo tocaba así él cedía y le decía lo mucho que la adoraba; al menos su cuerpo.

Con los ojos fijos en sus rasgos, en sus ojos cerrados, en los dientes que mordisqueaban su labio inferior, siguió chupándolo. Las comisuras de su boca todavía le dolían por la noche anterior, un extraño déjà vu que no podía quitarse de encima mientras tomaba todo lo que podía de él. No le importaba mucho su propio placer, no le preocupaba mucho los propios placeres que él le daría de todas formas. En lo único que T/n estaba concentrada era en Draco, en su placer, en sus sonidos, en los elogios que su cuerpo compartiría sin palabras con ella.

Él se retorció en su boca, descansando pesadamente sobre su lengua. T/n sabía que se correría pronto, pintando su lengua de blanco con su liberación, un sabor satisfactorio que ya ansiaba. Ver a un hombre como Draco correrse era una experiencia en sí misma, un momento tan crudo, tan íntimo, que a veces se preguntaba si solo lo estaba soñando.

"Dime qué harás, dime la regla". Draco la apartó de su polla, observando cómo la saliva le goteaba de la barbilla mientras su mano seguía bombeándolo. T/n necesitó un segundo para recomponerse, reflexionando sobre su orden mientras su garganta rogaba por un descanso. Tragó saliva con fuerza cuando su mano bajó sobre su mejilla, no lo suficientemente fuerte como para lastimarla, solo con la suficiente presión para volver a concentrarse. "Qué puta tan tonta, todo porque tienes el privilegio de chupármela".

"Me lo tragaré todo" Parecía ser lo suficientemente bueno para Draco. Asintió con la cabeza con una sonrisa burlona tirando de sus labios, la cabeza inclinada hacia su polla para guiarla sin palabras. Casi al instante, T/n volvió al trabajo, los labios encontraron el camino de regreso a su punta para chupar la cabeza. Otro gemido atravesó a Draco, un gemido que tembló ligeramente cuando su orgasmo comenzó a acumularse.

Con la excitación reflejada en su mirada, (t/n) lo vio desatarse. El sudor le perlaba la frente, haciendo que algunos mechones brillantes de su cabello se pegaran a su piel, los labios entreabiertos, las mejillas sonrosadas. Un gemido lo dejó mientras se corría, llenando sus mejillas con su semen mientras ella seguía bombeando su polla con sus dedos doloridos.

Draco la apartó de su polla una vez más, mirándola fijamente mientras ella le exponía su lengua vacía. Su pulgar limpió su labio inferior, recogiendo un poco de saliva antes de llevarse el dedo a la boca. Mantuvieron contacto visual mientras él se chupaba el dedo para limpiarlo, las miradas vagaban por los rasgos del otro.

"Quiero que estés de rodillas cuando regrese. No te atrevas a moverte".

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¡NO ES MIO!

Autor/a: little-diable

Plataforma: Tumblr

Draco Malfoy | One Shots 🐍🍏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora