In Your Arms

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Situación: T/n es la novia de Draco Malfoy y una noche Draco aparece en su casa y termina pasando la noche allí, acurrucado en sus brazos llorando después de decirle que lo obligaron a unirse a los mortífagos.

Advertencias:Un poco triste

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La noche de verano era tranquila, la luz de la luna se filtraba suavemente a través de la ventana abierta de tu dormitorio. Estabas acurrucada en la cama, con un libro olvidado en tu regazo mientras luchabas contra el tirón del sueño. Los últimos días habían sido inquietos, una sensación inquietante carcomía tu mente, una que no podías quitarte del todo.

Justo cuando tus párpados comenzaban a cerrarse, un leve ruido captó tu atención. Un suave tap tap tap en la ventana. Sobresaltada, te sentaste, mirando hacia la fuente del sonido. Tu respiración se entrecortó cuando viste una figura familiar de pie al otro lado del cristal. Draco.

Rápidamente te moviste para abrir la ventana, con el corazón acelerado. Él subió, su gracia habitual reemplazada por una urgencia temblorosa. Pudiste verlo de inmediato: algo estaba terriblemente mal. Su apariencia normalmente inmaculada estaba despeinada; su cabello, normalmente perfectamente peinado, estaba despeinado y sus ojos estaban enrojecidos, opacos por el cansancio.

"¿Draco?" Susurraste, con preocupación en tu voz mientras extendías la mano para tocar su brazo.

Él se estremeció levemente ante tu toque, todo su cuerpo se tensó, pero luego se desplomó contra ti, enterrando su rostro en tu hombro. Podías sentirlo temblar, su respiración era entrecortada y desigual. Se aferró a ti como si fueras su salvavidas, lo único que le impedía desmoronarse por completo.

"Yo..." comenzó, con la voz quebrada. "No sabía a dónde más ir. No quería... Oh, T/n, lo siento mucho".

Lo envolviste con tus brazos con fuerza, sosteniéndolo cerca mientras temblaba en tu abrazo. "Está bien", murmuraste, presionando un suave beso en su sien. "Estás a salvo aquí, Draco. Siempre estás a salvo conmigo".

Por un momento, el único sonido en la habitación fue su silencioso sollozo, amortiguado contra tu hombro. Lo llevaste a la cama, persuadiéndolo suavemente para que se acostara a tu lado. No se resistió, su agarre sobre ti nunca se aflojó. Mientras yacían juntos, él finalmente logró pronunciar las palabras que lo habían estado destrozando.

-Ellos... ellos me obligaron a unirme a ellos -dijo, su voz apenas por encima de un susurro, desgarrada por el dolor-. Los mortífagos. Mi padre... él... no tuve elección, T/n. No quería esto. Nunca quise esto.

Tu corazón dolía por él, por el chico que había sido empujado a una vida de oscuridad y peligro, una vida que nunca pidió. Lo agarraste con más fuerza, tus dedos recorriendo suavemente su cabello, tratando de ofrecerle algo parecido a consuelo.

-Lo siento mucho, Draco -susurraste, tu voz se quebró al sentir su dolor tan agudamente como si fuera el tuyo-. Pero no estás solo. Superaremos esto, juntos. Te lo prometo.

Él te miró entonces, sus ojos plateados brillando con lágrimas no derramadas, llenos de una vulnerabilidad que nunca antes te había dejado ver. -¿Cómo puedes decir eso? -preguntó, con voz temblorosa-. ¿Cómo puedes querer seguir estando conmigo después de todo?

Le tomaste la cara entre las manos y con el pulgar limpiaste las lágrimas que habían empezado a caer. -Porque te amo, Draco. Y nada, ni siquiera esto, cambiará eso.

Él dejó escapar un suspiro tembloroso y cerró los ojos mientras se inclinaba hacia tu tacto. -No te merezco -susurró, pero había un dejo de alivio en su voz, como si tus palabras hubieran logrado llegar a una parte de él que se había estado ahogando en la desesperación.

Lo acercaste más, apoyando su cabeza contra tu pecho mientras lo sostenías en tus brazos. La noche se alargó, pero no te importó. Todo lo que importaba era el chico que yacía a tu lado, el que se había visto obligado a llevar una carga demasiado pesada para alguien tan joven.

A medida que los minutos se convertían en horas, sus sollozos se calmaron lentamente y su respiración se estabilizó cuando finalmente sucumbió al agotamiento que lo había estado carcomiendo. Sentiste que su cuerpo se relajaba contra el tuyo y la tensión disminuía mientras él se quedaba dormido, todavía envuelto de forma segura en tus brazos.

Te quedaste despierta un rato más, con el corazón pesado por la preocupación, pero también con una determinación feroz. No importaba lo que deparara el futuro, no importaba lo oscuros que pudieran ser los días que se avecinaban, sabías que estarías al lado de Draco. Serías su luz, su refugio de la tormenta que rugía afuera.

Y cuando la primera luz del amanecer comenzó a filtrarse a través de las cortinas, le diste un suave beso en la frente, susurrándote una promesa silenciosa. Lo protegerías, lo amarías y harías lo que fuera necesario para ayudarlo a encontrar el camino de regreso al niño que sabías que realmente era, el que merecía mucho más que el destino al que se había visto obligado.

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¡NO ES MIO!

Autor/a: isaacarellanesismyhusband

Plataforma: Tumblr

Draco Malfoy | One Shots 🐍🍏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora