Hate

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Situación: pwp, puro odio sexual

Advertencias: mayores de 18 años, sexo oral sin protección, sexo oral (m), degradante, odio sexual

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-Maldita perra, tenías que arruinármelo, ¿no? -Draco la tenía presionada contra la pared, con los ojos intentando quemar agujeros a través de su piel. Sus anillos dejaron marcas en su garganta, manteniéndola en su lugar, sin forma de escapar. Ella estaba jadeando pesadamente, gruñéndole al hombre.

-Te lo merecías, no eres más que un pedazo inseguro de... -el resto de su oración quedó sin pronunciar mientras Draco chocaba sus labios contra los de ella, besándola con un hambre demasiado familiar que lo estimulaba. Ambos respiraban agitadamente, aferrándose el uno al otro, dejando que su ira, su odio mutuo los guiara.

-Yo tendría cuidado si fuera tú, T/n, no tengo ningún problema en hacerte pagar aquí mismo en el pasillo. Pero sería una pena si alguien te viera con esos lindos labios envueltos alrededor de mi polla, arrodillada para mí, ¿no? No queremos arruinar tu reputación - Su voz tenía un tono peligroso, goteaba algo que la hacía apretar los muslos y hacer que sus paredes revolotearan alrededor de la nada. Draco ejercía sobre ella un tipo especial de magia, nada de lo que hubieran aprendido en los últimos años, más oscura y siniestra de lo que jamás se les había permitido. Ambos se odiaban en lo más profundo, se escupían y gruñían palabras cada vez que podían, y sin embargo, ninguno de los dos podía mantenerse alejado del otro.

-Eres pura palabrería y nada de morder, Malfoy, nada más que el niñito de papá. -Draco emitió un profundo gruñido, apartando a T/n de la pared para empujarla hacia el aula vacía más cercana, cerrándola antes de que alguien pudiera seguirlos. Sus labios lucharon por la victoria, las lenguas se enredaron mientras T/n era empujada contra el escritorio más cercano, silbando de dolor. Sus dedos cubiertos con anillos le subieron la falda hasta la cintura, obligándola a sisear mientras el aire frío acariciaba sus bragas empapadas.

-Voy a sacarte esa actitud de malcriada a base de follarte, tal como una zorra como tú merece ser tratada. -Un gemido salió de T/n cuando su mano la encontró por detrás, decidida a dejarle sus marcas-. Pero primero, follaré esa boca tuya, haré que olvides todas tus amenazas vacías.

T/n cayó de rodillas sin protestar, separando los labios como había hecho numerosas veces antes. Ella lo observó mientras liberaba su pene endurecido, empujando la punta con barba de líquido preseminal más allá de sus labios, dejándola probarlo. Su sabor se pegó a su lengua, forzando a ambos a gemir mientras ella recorría sus venas con su lengua experta, quemando palabras, confesiones en su piel.

-Joder, sería mucho más fácil si siempre me escucharas, si me entregaras tu cuerpo como si fuera mi propio juguete, mío para usarlo como me gusta. -Draco jadeó mientras la miraba fijamente, observando cómo inclinaba la cabeza, rogándole que la sujetara. Sus dedos tiraron de su cabello, guiándola durante unos segundos más antes de apartarla-. Contra el escritorio, quiero sentir ese coño apretado y perfecto tuyo.

La puso de pie, se inclinó sobre el escritorio sin otra advertencia, y se quedó sin aliento cuando el borde del escritorio chocó con sus caderas, seguro que dejaría marcas. Era un infierno lo que los guiaba, un fuego tan cruel que todos los que los rodeaban se quemarían hasta morir, pero no ellos, nunca los dos, profundamente conectados, sin importar si les gustaba o no.

-Por favor, Draco, fóllame, te necesito dentro de mí. - Su mano entró en contacto con su trasero de nuevo, obligándola a callarse, silencio para el hombre gruñón que no pudo contenerse, escupiendo en su palma para lubricarse, saliva mezclada con la de ella. Él no se contuvo mientras empujaba dentro de ella, sin darle ninguna advertencia, la mano colocada en la parte posterior de su cabeza para presionar su cara contra el escritorio. Las maldiciones abandonaron a los dos, respirando pesadamente mientras la follaba contra el escritorio, dejando su excitación goteando por sus muslos.

El sonido de su polla desapareciendo dentro de su estrechez llenó la habitación, emparejado con sus gemidos y quejidos, una mezcla tan íntima que nadie adivinaría que ambos estaban alimentados por su odio. Estaban temblando de ira, llenos de algo que podría dejar a uno ardiendo con el primer y cuidadoso toque.

-Es una pena que seas tan perra, de lo contrario no haría nada más que follarte todos los días -Sus palabras dejaron sus paredes apretadas, incapaz de morder las imágenes que ahora llenaban su mente, preguntándose cómo se sentiría estar pegada a su lado día tras noche. T/n tenía los ojos cerrados con fuerza, soltando respiraciones pesadas mientras se aferraba al borde de la mesa, tratando de clavar sus uñas en la madera.

-Déjame correrme, por favor - Draco no respondió, todo lo que hizo fue tararear mientras hundía las yemas de los dedos en sus caderas, sujetándola. Su ritmo se hizo más rápido, más brusco, decidido a hacerla correrse en su polla antes de ceder. Los gemidos de T/n se hicieron más altos, soltándose con su nombre saliendo de su lengua como un hechizo que sabía de memoria.

Su orgasmo la sacudió con una intensidad casi desconocida, dejándola temblorosa y dolorida, incapaz de sostenerse por más tiempo. Draco se apartó de ella, obligándola a volver a arrodillarse sobre sus doloridas rodillas para poder follarle la boca, decidido a llenarle las mejillas con su semen. Las lágrimas goteaban por sus mejillas, adhiriéndose a su piel como un velo.

-Serás una buena chica para mí y tragarás, ¿no?-T/n intentó asentir con la cabeza, tarareando alrededor de su polla como una simple respuesta a la pregunta que la dejó temblando. Le encantaba oír sus gemidos, aunque nunca se lo diría, le encantaba verlo desmoronarse, todo por ella. Draco le folló la boca, forzando su polla hasta el fondo de su garganta, dejándola con arcadas por él.

-Dios, joder -Sus ojos se pusieron en blanco, la cabeza echada hacia atrás mientras bajaba por su garganta, bombeando sus mejillas hasta llenarlas con su liberación. Ella tragó cada gota tal como él le había pedido, con la lengua limpia expuesta a sus ojos penetrantes mientras él se alejaba, metiendo su polla nuevamente dentro de sus pantalones.

-Mírate, eres tan patético. Te arrodillaste ante el tipo que dices odiar, pero ambos sabemos que no me odias, me amas, amas la idea de ser mi propiedad. Tanto como yo amo ser tu propiedad -

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¡NO ES MIO!

Autor/a: little-diable

Plataforma: Tumblr

Draco Malfoy | One Shots 🐍🍏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora