Maldigo el día que te conocí

23. Por fin

¿Qué se hace después de llegar al resultado de una búsqueda?

Eso mismo se preguntaba Samantha, que teniendo los papeles que el laboratorio le dio, se había quedado en estado catatónico, Florence se aferraba con su manita al suéter de su madre.

La mujer, con un movimiento que siente muy mecanizado, voltea a ver a la niña y la observa como en una especie de sueño, experimenta un estado etéreo, como observarse a sí misma y toda la escena desde muy arriba.

Siente no estar dentro de su cuerpo, lo que los médicos llamarían desconexión sensorial o despersonalización.

¿Qué sucedería de ahora en adelante?

La niña a su lado la conocía como su hija y como tal era su adoración, saber que su hija biológica estaba tan cerca y que le necesitaba como nadie, qué podía hacer...

Siendo fin de semana era el momento perfecto para pasarlo con Florence y aunque así lo hizo, todo ese día pareció irreal, lo que hacía y su mente no estaban conectados.

Florence notaba que su madre no era la misma de siempre, estaba con ella, pero su mente no, ella le hablaba y Sam solo asentía, le compro cualquier cosa que pedía, la llevó a los lugares que se le ocurrieron a la pequeña.

Cuando en circunstancias normales no le hubiera comprado tanta porquería, porque así son las madres, cuidan hasta el más mínimo detalle, para no echar a perder a sus retoños.

Para el domingo, algo más despierta y conectada, Sam llama al abogado Sanders.

—¡Milagro! Yo pensé que ya no volvería a saber de ti.

—¡Aah! No se imagina la de cosas que han pasado, la buena noticia es que ya di con el paradero de mi niña.

—¿Cuál es la parte mala?

—Jamás podre llamarla hija, está dentro de una familia con mucho dinero.

—Descuide, de eso me encargo yo, puede llevar tiempo y... —Sam lo interrumpe.

—Ese es precisamente el problema, no quiero hacer nada de forma legal, hasta ahora solo sé que Harper Koch lleva mi sangre, necesito confirmar si la niña que yo tengo es su hija, como habíamos pensado y lo que hicieron en el hospital fue un error.

—Momento, ¿qué no se supone que los apellidos eran Stanton?

—Sí, pero solo son los de la madre, Koch es el apellido del padre.

—¿Dígame el nombre completo para realizar una investigación?

—Morgan Koch

—¡Ay, no! Él es el hijo de Adwood Koch, los he visto en Forbes entre los 50 más poderosos.

—Lo que me faltaba...

—Le sugiero que actúe con cautela, no sé qué clase de persona sea, pero los ricos no tienen miramientos ni límites. Investigaré sobre ese nombre que me dio y le haré saber cualquier descubrimiento.

Samantha no había tenido la precaución de investigar a la familia Koch, porque realmente no lo vio necesario, pero ahora al menos iría a Google a buscar información.

...

El lunes Sam iba más ansiosa que nunca, con el conocimiento de que Harper era su hija, ahora todo era diferente y ella haría lo necesario por aquella niña, incluso hablar con su padre para pedirle la llevaran a otros especialistas.

Por lo que ya venía haciendo tomaría el papel de encargarse no solo de la cocina, también tomaría la responsabilidad de la niña, desplazando a cualquiera. Eso era lo único que se le había ocurrido en su momento lucido.