CAPÍTULO 3

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NATHAN 

"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo" - Jean de La Fontaine

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Estaba acostumbrado a la fama; a los gritos del público y como el estadio parecía temblar durante cada partido; estaba acostumbrado al nudo en es estómago antes de salir a jugar y era la mejor sensación del universo.

El fútbol americano era mi vida y nunca imaginé nada más que esto para mi futuro, pero desde que Katherine se unió a nuestro caótico grupo, mis pensamientos habían cambiado y ahora cuando veía la familia que había formado Asher sentía un nudo diferente en el pecho y un sentimiento de añoranza me llenaba por completo.

-        Un dólar por tus pensamientos – dijo Chase dejándose caer a mi lado mientras los demás conversaban alrededor de la parrilla

Había pasado algunos meses desde la boda de Asher y Katherine; pero se veían incluso más enamorados que antes y me sentía feliz por mi mejor amigo, aunque parte de mí también sentía envidia.

-        No es nada – respondí desviando la mirada y Chase suspiró

Nos encontrábamos en el jardín de la casa de Asher; disfrutando de una parrillada en familia como solíamos hacerlo cada domingo y es que desde que Katherine se había unido a nosotros; las cosas habían cambiado mucho y tenía que admitir que lo disfrutaba; ese sentimiento de comodidad, calidez y familia era maravilloso, aunque seguía siendo algo extraño para mí.

-        Conozco esa mirada; ¿Qué sucede? – volvió a preguntar Chase y suspiré con cansancio

Sin duda alguna si Chase no hubiera conseguido un lugar en el equipo su siguiente trabajo ideal hubiera sido de psicólogo; siempre se daba cuenta si algo nos ocurría o no y era demasiado observador para su propio bien.

-        Solo... nunca pensé que querría algo como lo que ellos tienen – dije observando a Asher besar a Katherine

-        Los celos son algo normal

-        No son celos – declaré con seriedad y Chase sonrío

Asher era mi mejor amigo y consideraba a Katherine parte de esta loca familia que formábamos entre todos; su relación era hermosa y me gustaba pasar tiempo con ellos, pero también me llevaba a cuestionarme demasiadas cosas.

-        ¿Entonces?

-        No sé – admití volviendo la mirada hacía él mientras le daba un trago a la cerveza en mi mano

-        Quizá podrías intentar tener una cita o algo así, quien sabe y encuentres al amor de tu vida – sugirió Chase y solo hice una mala cara

-        No gracias

-        ¡Tío Chase! ¡Tío Nathan! – gritó Rebecca acercándose corriendo con el balón que su padre le había regalado – ¡El tío Travis hace trampa! – se quejó haciendo un puchero y mirándonos con esos ojos de cachorro triste que sabía que le funcionaban

-        Vamos a darle una lección a ese tramposo – la apoyó Chase levantándose para correr junto a ella mientras yo me quedaba quieto en mi lugar

Jamás pensé que querría una familia propia, pero ahora me encontraba añorándola; adoraba ver jugar a Rebecca y me hacía feliz cuidar de ella; esa niña era un encanto y era bastante inteligente para salirse con la suya, además, disfrutaba jugándole bromas a Travis y a Zack lo que siempre nos hacía reír a todos.

La verdad es que hasta hace poco jamás consideré la opción de enamorarme, casarme o tener hijos; no era algo que quisiera para mi vida ni algo que estuviera dispuesto a plantearme, pero ahora me sentía solo y no podía evitar querer eso que me juré jamás buscar.

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