CAPÍTULO 18

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AMBER

"Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es de admirar" – Mario Benedetti

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La vida jamás se había sentido mejor; los días con Nathan pasaban tan rápido que simplemente perdía la noción del tiempo; él me hacía sonreír como nadie más podía hacerlo y cada vez que lo atrapaba mirándome, mi corazón latía desbocado.

No creí que pudiera sentirme así después de todo lo que había vivido, pero aquí estaba; con el corazón latiendo como loco y la mente nublada siendo incapaz de pensar en otra cosa que no fueran esos ojos del color del cielo que tan locamente perdida me tenían.

Nathan era dulce, era amable y un caballero que siempre me llenaba de atención; su respeto y su cuidado me enternecían; se sentía reconfortante estar a su lado y siempre que estábamos juntos una calidez inexplicable me llenaba el pecho.

Durante los últimos días había pasado tiempo no solo con Nathan, si no también con los chicos de su equipo y con Katherine que resultó ser una persona encantadora con la que al parecer tenía varias cosas en común; ambas estábamos en el foco de atención del público y sabíamos lo difícil que eso podía ser, pero justo por eso, ella de alguna forma comprendía como me sentía con respecto a dar una declaración pública sobre mi situación con Troy.

-        ¿Has escrito algo nuevo? – me preguntó Katherine mientras nos relajábamos en la sala de su casa

Honestamente no podía evitar sorprenderme; ella me había aceptado tan fácilmente en su círculo y me había hecho sentir tan cómoda que era impresionante e inclusive hoy, fue a recogerme después de mi terapia para que pasáramos tiempo juntas en su casa ya que al parecer su pequeña hija tenía clases, así como su hermana y ella no tenía ningún trabajo pendiente, por lo que finalmente me había convencido de conocernos un poco más sin la presión de los chicos revoloteando a nuestro alrededor.

-        En realidad, sí; estuve escribiendo mucho estos últimos días

-        ¿Puedo escuchar alguna de tus canciones? – preguntó y sonreí antes de ponerme frente al piano

Había escrito una canción tras otra desde que estaba aquí y cada una de ellas se sentía real, como si mi alma estuviera expuesta; hace mucho que los sentimientos y las palabras no fluían con tanta facilidad; era cómo si por fin hubiera encontrado la armonía perfecta para permitirme sentir sin miedo a lo que pudiera decir.

I was drowning when he showed up

Slowly falling into hell

He held me so close when my voice started to shake

I felt like i was going to explode

But he took me somewhere safe

Trying to save me

He silenced my thoughts

He ended my nightmares

The fears let me go

When he took my hand

When my mind plays against me

He's there to protect me

He tries to understand me

Be patient with me

No podía engañarme, cada canción que había escrito estaba inspirada de alguna forma por Nathan, pero es que realmente me costaba no pensar en él; cuando estábamos juntos, me era imposible no fijarme en cada detalle; en cómo su ceño se fruncía cuando olvidaba algo o cómo jugaba distraídamente con sus manos cuando estaba pensativo; me gustaba ver cómo estiraba sus músculos cuando comenzaba a ponerse nervioso y la forma en que sus ojos se profundizaban cuando me miraba era simplemente fascinante; pero si bien no podía dejar de observarlo cuando estábamos juntos; cuando se marchaba la situación era aun peor; no podía dejar de pensar en él; en cómo sus manos siempre estaban cálidas cuando me tocaba; en cómo siempre jugaba con los mechones de mi cabello cuando veíamos una película o la forma en que la sonrisa iluminaba su rostro cuando me hablaba del fútbol o de alguna nueva jugada que estaban practicando con el equipo; simple y sencillamente me era imposible dejar de pensar en él y comenzaba a creer que estaba obsesionada.

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