CAPÍTULO 6

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NATHAN  

"Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada" - Edmund Burke

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Estaba obsesionado, esa era la única respuesta posible; no podía dejar de pensar en ella, no podía dejar de imaginarla y no podía dejar de escucharla; llevaba días escuchando sus canciones y pensando en ella; días en que me costaba dormir o concentrarme en algo más y justo por eso había tomado un avisón y regresado a Miami.

Ni el entrenador ni los chicos entendía que me estaba pasando y para ser honesto, yo tampoco lo entendía; solo sabía que necesitaba verla, necesitaba asegurarme que estuviera bien y aunque suene aterrador, una vez que llegué a la ciudad, usé todos los contactos que tenía para encontrarla y ahora estaba aquí, siguiendo a una chica en medio de la playa y francamente sentía que había perdido la cordura.

Yo no era así, no me comportaba de esta manera, pero necesitaba verla; necesitaba hablar con ella y preguntarle si estaba bien o si había alguien que estuviera lastimándola; había investigado mucho acerca de Amber o al menos había leído todo lo que decía en internet, pero no me creía ni una sola palabra de todo eso.

Cuando la vi esa noche, parecía asustada y los moretones en su piel no eran recientes; alguien estaba lastimándola y nadie parecía notar el estado en el que se encontraba; cuando la cargue en mis brazos, no pesaba casi nada y podías sentir los huesos a través de su ropa; estaba demasiado delgada para que fuera saludable y las ojeras bajo sus ojos eran evidentes por más que insistiera en cubrirlas con maquillaje; algo estaba mal con ella y estaba gritando por ayuda, así que eso es lo que haría, encontraría la forma de ayudarla.

La observé sentarse frente a la orilla y después de algunos minutos de mirarla como un auténtico acosador, me armé de valor para acercarme, pero mientras más pasos daba hacía ella, más nervioso me sentía; ¿Qué se supone que iba a decirle? Todo esto era una autentica locura y eso era evidente, pero, aun así, no podía detenerme.

-        ¿Está ocupado? – pregunté con calma y entonces levantó la mirada

-        ¿Qué? – preguntó y por fin sus ojos se enfocaron en los míos

Ella me reconoció y se quedó en silencio, observándome, así como yo lo hacía con ella; se veía incluso más delgada que antes y su piel estaba muy pálida; se veía exhausta y eso me hizo apretar los puños con fuerza.

-        ¿Está ocupado? – volví a preguntar señalando el sitio a su lado y ella negó 

-        Eres el chico del club... - murmuró y sonreí

-        Nathan Wright – me presenté y ella se humedeció los labios

-        Amber Miller – la forma en que hablaba era tan suave y dulce que volví a sonreír – No creí que volvería a verte

-        El mundo es muy pequeño – respondí y ella asintió - ¿Estás bien? – pregunté y sus ojos se abrieron de golpe

-        Yo... ¿Por qué lo dices? – su tartamudeo aumentó mi preocupación

Estaba nerviosa y eso solo traía más preguntas a la ecuación; ¿Qué estaba pasando con ella? ¿Cómo podía ayudar si no sabía por dónde rayos empezar?

-        Te ves cansada, más que ese día – comenté desviando la mirada hacia adelante mientras que ella continuaba observándome

-        La vida es agotadora – murmuró con suavidad y algo en su tono de voz, no me gustó

KICK OFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora