KICK OFF

CAPÍTULO 16

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AMBER 

"Un día aprendí a sacar fuerzas de dónde no hay. Me abracé fuerte y me dije: Ahí vamos de nuevo" – Paulo Coelho

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Habían pasado unos días desde que estábamos en San Francisco y honestamente fueron los mejores días de mi vida; Nathan se quedó conmigo en casa durante todo este tiempo y se encargó de hacer cada día mejor que el anterior.

Nathan cuidaba de mí y se preocupaba por los pequeños detalles; disfrutaba nuestro tiempo juntos y cada momento era encantador; ya fuera cuando estábamos cocinando, viendo películas o simplemente conversando; todo era sencillo entre nosotros y todo se sentía correcto.

-        ¿Estás segura que estarás bien? – preguntó Nathan por quinta vez y sonreí por lo tierno que me parecía su preocupación

-        Ya te dije que sí; estaré bien, además, Raquel llegará pronto y necesito hablar con ella; así como tu necesitas ir a entrenar; ya te distraje demasiado – respondí y él solo sonrío antes de acercarse y besar mi cabeza como despedida

-        No eres una distracción, estrella; eres una hermosa bendición – su respuesta me sacó otra sonrisa

Con cada día que pasaba, me sentía más cómoda junto a Nathan; había dejado de temblar cuando se acercaba y cuando me daba la mano, ya no sentía la necesidad de apartarla; cada vez que estábamos juntos, me sentía tranquila y relajada; él me hacía sentir segura, apoyada y querida; así de maravilloso era estar junto a él.

Cuando Nathan se fue a su entrenamiento; decidí preparar un bocadillo mientras esperaba a que Raquel llegara; me había costado mucho hablar con ella y no pude explicarle lo que estaba sucediendo por teléfono, así que al final, le dije dónde me encontraba; pero ahora que estaba a poco tiempo de verla en persona, la ansiedad y el miedo se estaban fortaleciendo dentro de mí.

Contarle a Nathan la verdad, fue difícil; tener que contarle las cosas por las que había pasado fue doloroso, pero durante estos días; hablamos mucho y pude ser sincera con él, así como conmigo misma; todavía había muchas cosas que no le había contado y muchas experiencias que honestamente quizá nunca podría admitir en voz alta, pero hablar con él me había ayudado a sentirme más fuerte e iba a aferrarme a ese valor para ser honesta con Raquel.

-        Cariño – dijo Raquel cuando llegó y de inmediato me rodeo con sus brazos – He estado tan preocupada por ti; lo que escuché en esa llamada antes de que se cortara; tienes que decirme que está sucediendo, Amber, porque estoy por volverme loca.

-        ¿Has hablado con Troy? ¿Él sabe que estoy aquí? – pregunté con nervios y ella negó

-        No soy tonta, lo escuché gritarte, cariño; no he hablado con él desde ese día, aunque sí ha llamado varias veces

Nos conduje a la sala y tomé asiento a su lado mientras me armaba del valor necesario para decir en voz alta los secretos que durante tanto tiempo había ocultado; pero mientras más lo pensaba, más difícil era, así que al final decidí soltarlo todo y solo enfrentarme a lo que estuviera por venir.

-        Troy me hizo daño – dije sin tener ganas de irme por las ramas

-        Escuché como te gritaba, pero...

-        No lo entiendes, Raquel; no solo fueron gritos – murmuré sin poder mirarla a los ojos – Me ha hecho daño... muchas más veces de las que puedes llegar a imaginar